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Caso Dalmasso: imputaron al viudo de "homicidio agravado por el vínculo"
Durmiendo con el enemigo
Por | Fotografía: Archivo.
Foto: Nueve años después del crimen, Macarrón fue imputado por el asesinato de su esposa.
El fiscal Daniel Miralles imputó a Marcelo Macarrón por el asesinato de su esposa, Nora Dalmasso. El viudo tendrá que declarar el próximo lunes como imputado. El fiscal fijó una fianza de tres millones de pesos para mantenerlo en libertad
Publicada el en Crónicas

A menos de dos meses de haber asumido en reemplazo de Javier Di Santo, el fiscal Daniel Miralles encontró elementos suficientes en el expediente del caso Dalmasso para imputar a Marcelo Macarrón como presunto autor del crimen de su esposa Nora Dalmasso, perpetrado la madrugada del sábado 25 de noviembre de 2006 en su casa de Villa Golf.

En el decreto de imputación, Miralles acusa a Macarrón de ser el presunto autor del “homicidio agravado por el vínculo” de su esposa y lo cita a declaración indagatoria para el próximo lunes 28 del corriente. Además, para no ordenar su detención, le impuso una fianza de tres millones de pesos.

Tras firmar el decreto de imputación, Miralles dictó el secreto de sumario y cerró todos sus teléfonos. De todas formas, revista El Sur pudo saber de fuentes tribunalicias que el elemento determinante que lo habría llevado a tomar su resolución es el examen del material genético hallado en la escena del crimen y el cuerpo de la víctima. “Es contundente, no hay forma de que ese material genético haya permanecido tres días, como declaró Macarrón en su coartada, cuando dijo que tuvieron relaciones sexuales antes de que él viajara a Uruguay”, admitió a esta revista una alta fuente del Palacio de Justicia de Río Cuarto.

Como será de contundente la prueba genética que obra en el expediente, que al fiscal no le llevó ni dos meses decidir la imputación de su principal donante, Marcelo Macarrón. Tras el apartamiento de Di Santo, denunciado por “inacción” por el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la fiscalía permaneció acéfala durante la mayor parte del año pasado. Hasta que a mediados de febrero asumió Miralles, que hoy le dio un vuelco sustancial a la causa sin necesidad de requerir ningún elemento probatorio adicional al que ya obra en el expediente.

La semana pasada, el propio Macarrón se presentó en Tribunales junto a sus abogados para solicitar que su hijo Facundo se constituyera como querellante. La clásica y desafiante verborragia de Marcelo Brito –que se presentó como apoderado de Facundo- pretendió marcarle la cancha al fiscal, que lo aceptó como querellante, pero a los pocos días imputó a su padre. Ahora Brito deberá abandonar la querella para asumir la defensa del viudo.

De esta manera, a más de nueve años del crimen y cuando faltan poco más de dos años para que la causa prescriba, Miralles se muestra decidido a profundizar la hipótesis que apunta al viudo y al entorno íntimo de la víctima. Ahora tendrá que valorar las escuchas telefónicas aportadas en noviembre por el fiscal federal Enrique Senestrari, que ubicarían a Miguel Rohrer (a) “el francés” en Río Cuarto la noche del crimen. Y también deberá investigar la actuación de Daniel Lacase, amigo y presunto socio de ambos, que ofició como vocero del viudo y habría sido uno de los principales impulsores de lo la campaña de rumores que vinculó a la víctima con el abogado Rafael Magnasco –primer imputado que tuvo la causa-, aunque después se demostró que Magnasco ni siquiera conocía a la víctima.

De esta manera, sorpresivamente, el caso Dalmasso sale de su letargo y vuelve a investigar una de las primeras hipótesis que se manejaron hace casi una década. Se enciende una luz de esperanza en un caso de impacto nacional que parecía encaminarse inevitablemente hacia la impunidad.

Hernán Vaca Narvaja
- Periodista y escritor -