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"La maldición de Salsipuedes", de Ricardo Ragendorfer
En clave Dalmasso
Por | Fotografía: Gentileza revista Sudestada.
Foto: Ricardo Ragendorfer, de la crónica policial a la ficción del caso Dalmasso.
El autor de “La Bonaerense” presentará su primera novela policial el 13 de abril a las 20 en el bar Havanna, en Río Cuarto. Se trata de un relato atrapante, inspirado en los protagonistas del crimen de Villa Golf. Cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia.
Publicada el en Libros

Seguramente no imaginaba el avezado periodista de policiales Ricardo Ragendorfer que su primera obra de ficción, “La maldición de Salsipuedes”, vería la luz justo cuando el caso Dalmasso –su inocultable fuente de inspiración- diera un giro impensado, abandonara el letargo al que parecía condenado y el nuevo fiscal de la causa acusara al viudo más famoso de país como supuesto autor del “homicidio calificado agravado por el vínculo” de su esposa.

Con el estilo ágil y conciso que caracteriza al género, la historia que cuenta Ragendorfer en su opera prima de ficción tiene el mérito de atrapar al lector desde el primer párrafo: “En una mesa redonda del Aconcagua, un cafetín del barrio porteño de San Telmo, don Demetrio Rápanos –a quien allí todos llamaban el “Griego”-, hablaba a viva voz de su última incursión deportiva: el Torneo Abierto de Paddle en la ciudad uruguaya de Colonia. Acodado sobe la barra, Urtaín –cuyo nombre de pila o apodo eran allí desconocidos- aguzó el oído. Ocurre que aquella competencia había quedado salpicada por un asunto que a él le interesaba sobremanera”.

Ese “asunto” no será otro que el asesinato de una mujer sumamente atractiva a pesar de sus cinco décadas, de clase social alta y costumbres refinadas, cometido en su propia casa, ubicada en un lujoso barrio cerrado de la localidad cordobesa de Salsipuedes. La víctima, Sara Palma de Materazzi, “la dueña de casa”, será objeto de todo tipo de habladurías en el pueblo. “La imagen de la mujer era singular: su rictus mortuorio, entre sorprendido y anhelante, sugería que había sido malograda con suma delicadeza en el transcurso de una relación sexual; el cinto de una bata enrollado en el cuello coincidía con esa impresión”, describe el autor.

El hallazgo del cadáver obra como disparador de un apasionante raid investigativo en el que los personajes –cuyos nombres remiten inexorablemente el caso Dalmasso- se entremezclan en una trama (des)conocida que devela secretos inconfesables del mediático viudo Florencio Materazzi, prestigioso odontólogo aficionado al paddle; del abogado Rudy Lavilla Grau, con fuertes vinculaciones políticas y estrechos lazos con la DEA; del diputado Julio César Godoy, otrora poderoso jefe de la Secretaría de Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico; del inexperto y gelatinoso fiscal Gerardo Di Gregorio; del tenebroso jefe de la División Homicidios de la Policía de Córdoba, comisario Aníbal Soterrone; y de la pituca María Pía Muller de Bermúdez, la mujer del escribano, entre otros.

Los personajes irrumpen desordenadamente en el relato a medida que el investigador Urtaín –un policía exonerado, de inevitables reminiscencias arltianas- desanda los sinuosos caminos que lo conducen al homicida de Salsipuedes. Contará con la inestimable colaboración de El Palomo Guzmán, agudo cronista de policiales de un canal de televisión porteño. Entre ambos deducirán que el asesino no es el albañil Zamora, que ha sido acusado por Gavilla Grau y detenido por el fiscal Di Gregorio, sino que la verdadera historia es más oscura y compleja e involucra de lleno al poder político y económico del lugar. En la búsqueda del verdadero asesino, Urtaín develará un siniestro entramado mafioso en el que confluyen la droga, el sexo y las (des)lealtades políticas, urdido sobre decenas de cadáveres desde los tiempos de la dictadura militar.

La trama se va complicando a medida que Urtaín investiga y aparecen sorprendentes personajes con historias ocultas que llevan a que el lector no pueda separarse del libro ni para ir al baño. Capítulos breves, diálogos cortos, frases afiladas conforman un relato atrapante que inscribe a “La maldición de Salsipuedes” entre las piezas más notables de un género inagotable que, surgido en  Norteamérica, ha tenido en Argentina cultores tan disímiles y notables como Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, José Pablo Feinmann, Martín Malharro y Rodolfo Walsh.

Ragendorfer debuta en el género ficcional tras décadas de escribir historias policiales reales. Es autor, entre otros libros emblemáticos de investigación periodística, de “La Bonaerense”, “La secta del gatillo” e “Historias a pura sangre”. También ha sido coguionista de las películas “El Bonaerense”, del multipremiado Pablo Trapero, y del documental “Parapolicial Negro”, de Javier Diment.

Inspirado sin disimulo en el caso Dalmasso, Ragendorfer eligió el camino de la ficción para darle un cierre a una causa que parecía encaminarse indefectiblemente a la impunidad. Pero como la realidad siempre supera a la ficción, su novela aparece como engranaje imprescindible para comprender las relaciones de poder detrás del crimen que conmovió a los argentinos y que tiene en “La maldición de Salsipuedes” su primer fruto ficcional, aunque seguramente no será el último.

Hernán Vaca Narvaja
- Periodista y escritor -