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Osvaldo "Pitón" Ardiles
"Hay que ayudar a Messi"
Foto: Osvaldo Ardiles, un cordobés con ciudadanía inglesa.
El exfutbolista cordobés, campeón del mundo del ’78, definió como “preocupante” el presente del seleccionado argentino e hizo hincapié en las dudas que mantiene el DT Sampaoli en vísperas del Mundial de Rusia.
Publicada el en Entrevistas

“Acá estoy. Por ahora, ‘tranqui’. No estoy buscando trabajo como entrenador. Aunque si sale algo lindo, por ahí me engancho”. Osvaldo Ardiles (65) vive en Londres desde hace 40 años –el club Tottenham Hostpurs lo compró tras haberse consagrado campeón del mundo con Argentina en 1978-, pero su espíritu inquieto y las vueltas del fútbol lo convirtieron en un trotamundos en su carrera como DT. Lleva cinco años sin dirigir, pero no se resigna a colgar el buzo. Su última experiencia fue en Machida Zelvia, un equipo de la Segunda División de Japón. “El Pitón” también dirigió en Croacia, México, Arabia Saudita, Paraguay y Argentina, donde estuvo a cargo de Racing Club y Huracán de Parque Patricios. Más de una vez fantaseó con dirigir a Instituto, el equipo de sus orígenes y sus amores, pero admite que hoy eso sería imposible por su desconocimiento de los jugadores de Córdoba y de las particularidades de la B Nacional.  

Por estos días, Ardiles se desempeña como embajador deportivo del Tottenham Hostpur y deshoja la margarita con varias cadenas televisivas inglesas que le ofrecieron comentar las incidencias del Mundial 2018. “Ando en negociaciones. En un caso tendría que viajar a Rusia y en el otro podría hacerlo desde Inglaterra, algo que me entusiasma un poco más. Vamos a ver. Todavía estoy en el aire”, cuenta el ex jugador que en Córdoba vistió las camisetas de Instituto y de Belgrano (estuvo a préstamo en el Nacional ’74), y que le dio su nombre a la platea “techada” del Estadio Mario Alberto Kempes, el coliseo del fútbol mediterráneo. “Es un orgullo que el Chateau lleve el nombre de mi gran amigo Mario”, refiere.

Ardiles, que jugó en la selección argentina entre 1975 y 1982, se reconoce “muy preocupado” por el funcionamiento del seleccionado ante la inminencia de la XXII Copa del Mundo de la Fifa (el equipo albiceleste integrará el Grupo D junto a Islandia, Croacia y Nigeria) y afirma que el DT Jorge Sampaoli “debe buscar lo más rápido que se pueda un sistema de juego que ayude a (Lionel) Messi”. “Estamos con muchas dudas”, sostiene. Y señala como sus candidatos a España, Brasil, Alemania y Bélgica, al que define como “un tapado” en la lucha por el título de campeón.

-¿Cómo analiza el presente de la selección nacional?

-Es muy preocupante, sin dudas. Los amistosos que se jugaron recientemente contra Italia (2-0) y España (1-6) no dan una buena proyección, si tenemos en cuenta que estamos a tan poco tiempo del Mundial. Estos partidos supuestamente nos iban a dar una idea de dónde estábamos parados y de cómo se acoplaba el equipo alrededor de Messi, pero ninguno de esos objetivos llegó a concretarse. Más bien sirvieron para llenarnos de dudas, o sea que fueron negativos.

-Más allá de los resultados, es evidente que al entrenador le está costando forjar una identidad de juego. Los plazos se achican y el equipo sigue sin aparecer. ¿Falla el sistema o fallan los intérpretes?

-Hay un poco de todo. Pero lo que más me preocupa son las dudas que persisten en determinados puestos. En esta selección, Messi es el único seguro. Después, con (Gonzalo) Higuaín y (Sergio) Agüero adelante estaríamos bien, y con (Nicolás) Otamendi en la defensa también. Pero el resto es una incógnita. Hay muchos futbolistas que no son titulares en sus equipos, y eso es por algo. Yo creo que el entrenador tiene que buscar un sistema que respalde a la gran figura que tenemos. Hay que ayudar a Messi, básicamente, aunque eso también es difícil de lograr si faltan jugadores.

-¿Quiénes son sus candidatos para Rusia 2018?

-España, Brasil y Alemania, seguro. Y un “tapado”, que podría ser Bélgica. ¿Inglaterra? En realidad, nadie espera grandes cosas de esta selección. En otros campeonatos ha tenido nombres increíbles, como Beckham, Scholes, Gerard, Lampard o Rooney, y no le ha ido muy bien. Quizá ahora que no tiene tantas figuras aflore el equipo. Tiene muchos jóvenes, porque viene haciendo un trabajo de recambio importante, pero hay que ver cómo responden. Creo que no está para ganar, pero puede hacer un buen papel.

-Se cumplen 40 años del Mundial ’78 y del primer título de Argentina. ¿Qué representa en perspectiva aquel logro de nuestro fútbol?

-Uff… ¡40 años ya! Fue algo muy importante. Yo siempre digo no es fácil ganar una Copa del Mundo, porque no sólo tiene que ver lo futbolístico, sino que también juegan la actitud, lo técnico, lo mental y, si se quiere, el corazón. No siempre gana el equipo que juega mejor; hay que tener muchos atributos para ganar un título de semejante envergadura. Este año se cumplen cuatro décadas de aquel campeonato y hubiera sido una linda fiesta para nosotros celebrarlo todos juntos, pero lamentablemente se fueron ‘el Negro’ (Rubén) Galván y ‘el Loco’ (René) Houseman. Así es la vida... Pero siempre los vamos a recordar con mucho cariño a los dos.

-Hace poco estuvo en Córdoba, ya que la Legislatura Provincial le hizo un homenaje por el título del ’78 y por su trayectoria deportiva. ¿Con qué realidad se encontró en la ciudad, en la provincia y en el país?

-A Córdoba la veo siempre bien, porque la miro con los ojos del hijo que alguna vez se fue. Y de la situación del país… a ver… sinceramente prefiero no hablar. Hace mucho que no estoy viviendo en Argentina y considero que cualquier opinión que pudiera dar sería muy superficial.

Malvinas, “una locura”

El pasado nueve de marzo, Ardiles fue invitado a  la sede de la embajada argentina en el Reino Unido. Aquel día, dos compatriotas suyos (Julio Aro, excombatiente en la Guerra de Malvinas, y la periodista Gabriela Cociffi) y dos ciudadanos británicos (el músico Roger Waters, exlíder de la mítica banda “Pink Floyd” y el coronel retirado Geoffrey Cardozo) fueron distinguidos por su contribución para la tarea de identificación de 90 soldados argentinos en el cementerio de Darwin.  

“Estuve con los familiares de los caídos en combate y la verdad es que fue un acto muy emotivo. Particularmente me impactó mucho lo del oficial inglés que organizó el entierro de los chicos que cayeron en las islas y que ahora colaboró muy especialmente para la identificación de los cuerpos. La verdad es que me saco el sombrero ante la actitud de esa persona”, sostiene el exfutbolista, que perdió a un primo –el teniente de aviación José Leónidas Ardiles– en la contienda bélica de 1982.

“El Pítón” visitó la Isla Soledad en enero de 2014 junto a Ricardo Villa, excompañero en el seleccionado argentino y en el Totenham Hostpur, pero aquella experiencia quedó opacada  por un accidente automovilístico que le costó 30 puntos de sutura en la cabeza y un par de días de internación. Ese viaje formó parte de la filmación de un documental autobiográfico, ya que la Guerra de Malvinas fue un hecho que atravesó la vida de Ardiles.

Sucede que el cordobés era genio y figura en el fútbol inglés cuando las tropas argentinas desembarcaron en el archipiélago del Atlántico Sur. “De repente, mi mundo entero colapsó”, admitió el también exjugador de Huracán de Parque Patricios en las páginas de "Ossie's Dream", el libro sobre su vida que lleva el mismo título de la canción que le dedicaron los hinchas del Totenham luego de liderar al equipo en la obtención de la FA Cup de 1981. “Fue uno de los momentos más difíciles de mi vida: nada más y nada menos que una guerra entre mi país de nacimiento y mi país adoptivo, y en mi mejor momento como jugador profesional”, le remarcó el exmediocampista a El Sur.

De aquellos tiempos difíciles, Ardiles recuerda especialmente el partido Tottenham-Leicester, por la semifinal de la FA Cup, que se jugó el 3 de abril de 1982 (un día después del inicio del conflicto bélico) y las diferentes reacciones de las tribunas cada vez que él tocaba la pelota: de un lado, “¡England, England!”; del otro, “¡Argentina, Argentina!”. A tal punto llegó la grieta que un hincha de “los Spurs” exhibió una bandera que decía: “Argentina se puede quedar con las Malvinas, nosotros nos quedamos con Ossie".

Después llegaron el breve exilio al PSG de Francia, el regreso al Tottenham para ganar la Copa Uefa 1983/84 y los sucesivos pasos como jugador por varios clubes ingleses (Blackburn Rovers, Queens Park Rangers y Swindon Town) hasta el retiro en 1991, y el reacomodamiento de una vida personal y familiar. “Fue muy fuerte todo lo que sucedió al comienzo, un cimbronazo que dejó muchas heridas abiertas. Con el paso del tiempo, muchas de ellas han cicatrizado. Con Ricardo Villa nos propusimos ser algo así como puentes entre los dos países y hoy nos sentimos orgullosos de haberlo logrado en cierto modo”, dice Ardiles.

Desde la perspectiva que le brinda su condición de ciudadano londinense, Ardiles sostiene que Malvinas “nunca fue un tema prioritario” para el gobierno inglés. “Quizá lo haya sido durante el tiempo en el que duró el conflicto, pero nada más. A nivel país, y particularmente en lo que se refiere a relaciones externas, hay temas muchísimo más destacados en carpeta”, destaca. “No hay dudas de que Malvinas es un tema muy importante desde el punto de vista argentino, pero no es igual para Inglaterra”, enfatiza. A 36 años de una experiencia que lo atravesó profundamente en lo personal y en lo profesional, Ardiles no duda en calificar a la Guerra de Malvinas como “una locura, un absurdo total”.

Hugo Caric
- Periodista -