Mariela Parisi es la decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UNC. Comanda un barco que navega en las aguas borrascosas de la revolución digital, el desfinanciamiento de la Universidad y el vaciamiento de los SRT. “Se sabe que los hábitos que tuvimos nosotros, de mirar el noticiero televisivo todos los días o comprar el diario, han quedado perimidos. Es poca la audiencia que llega por esas vías: hoy las nuevas generaciones están informadas a través de las redes, donde sus fuentes no son los periodistas profesionales, sino los pares, influencers o referentes de diferentes tribus”, arriesga a modo de primer diagnóstico. “Es una metamorfosis que pone en jaque muchos aspectos del periodismo, de los medios tradicionales hegemónicos y de la profesión. Y en este sentido se puede reflexionar sobre las fuentes y la profundidad de estos nuevos enunciados”, agrega.
Para ajustarse al vértigo de estos tiempos la decana asegura que los profesores de la FCC actualizan permanentemente su bibliografía y que además se ofrecen cursos de formación específicos sobre el tratamiento de la información con perspectiva de derecho, de género y temas socio-medioambientales, entre otros, destinados tanto a alumnos como a egresados. “Estamos en un proceso de modificación de los planes de estudio –que es de 1993-, que ya están aprobados y falta la firma para su implementación. El gran cambio es que se van a implementar tres licenciaturas: Periodismo y Contenidos Multimediales, Comunicación Institucional y Ciencias de la Comunicación. Serán carreras de cuatro años, cuyas tecnicaturas serán de dos. En todos los casos arrancan con asignaturas profesionalizantes para avanzar sobre una formación general”, afirma.
- ¿Qué hay de nuevo en el plano formativo y en el profesional del periodista en referencia a las cuestiones de género?
- En la Facultad tenemos un programa de Género y Diversidad que transversaliza todas las áreas. En los nuevos planes de estudio de las nuevas carreras se va a implementar un seminario curricular sobre estos temas, luego cada asignatura lo incluirá desde su bibliografía, considerando la perspectiva latinoamericana, decolonial y feminista. Respecto a las empresas periodísticas, a pesar de la ley sobre igualdad de género y de inclusión de personas no binarias, trans y demás géneros, en este momento es de aplicación utópica. En términos culturales, después de lo que fue la marea verde y la gran revolución feminista de los últimos quince años, percibo que hubo un retroceso desde la pandemia y ahora con el fenómeno Milei hay rechazo a los discursos feministas y una vuelta a los discursos de odio.
- ¿Ese rechazo se siente en la Facultad?
- Sí. Nosotros fuimos una de las primeras unidades académicas en aprobar el discurso inclusivo. Y después de la pandemia me ha tocado ver en el aula que algunos jóvenes cuando vienen del Centro de Estudiantes y hablan con este lenguaje se empiezan a mirar. O cuando hacés un paro activo, o sea das la clase, pero tematizando desde lo que está sucediendo, hay alumnos que se levantan y se van. Esto es muy nuevo.
- ¿Cómo afecta el recorte presupuestario a la Universidad?
- Ahora hubo un aumento en los salarios docentes muy escueto y unilateral, de 7,5% aproximadamente. Ese ha sido todo el aumento desde el año pasado. Por eso está el plan de lucha, no se tomaron exámenes en el segundo llamado y no comenzaron las clases. Está muy movilizado el tema, es acuciante y vergonzoso lo que cobra un docente hoy. Y con la capacitación que tiene que tener para llegar a las aulas, las exigencias que son cada vez mayores: tenés que hacer docencia, investigación, extensión, formación de recursos humanos. Los SRT siempre están acompañando esa lucha.
- ¿En qué situación se encuentra el conflicto presupuestario de los SRT?
- Es un problema grave desde hace muchos años. Ningún medio hoy se autofinancia. Los medios hegemónicos son empresas que tienen otros negocios alrededor. Funcionan como una pantalla para obtener dividendos de otros servicios como Internet, la TV por cable, etc. Los medios públicos y universitarios no van a ser rentables en este contexto donde las pautas publicitarias decrecen y las audiencias han migrados a otros soportes. Los SRT tienen una estructura de muchos profesionales muy calificados y el 90% de su déficit es salarial. En la época de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, con los rectorados de Francisco Tamarit y Carolina Scotto, se giraba dinero de Aportes del Tesoro Nacional para financiarlos. A partir del rectorado de Hugo Juri, con el Gobierno de Mauricio Macri, el Aporte del Tesoro Nacional fue disminuyendo hasta quedar en algo simbólico. Con lo cual la Universidad, como socia mayoritaria de los SRT, comenzó a financiar ese déficit, pero en realidad los SRT son una sociedad anónima. La decisión de Juri fue financiar, pero la necesidad de recursos se fue haciendo cada vez mayor. Se fue afrontando hasta que llegó Javier Milei y hoy tenemos un presupuesto para el 2024 sin actualizar desde el 2023. Entonces la Universidad empezó a tener graves problemas de administración porque todos sus gastos se elevaron enormemente por la inflación. La gran disyuntiva para el Consejo Superior, con todos sus miembros de todas las Facultades, es qué hacer con los SRT para resolver su financiamiento. Mientras tanto presentaron un proyecto para hacer una reconversión con retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas. Se pide que haya una adecuación de la cantidad de trabajadores que había, porque era imposible poder sostener eso.
- ¿Cómo se toma la decisión sobre los retiros voluntarios y las jubilaciones adelantadas?
- Los SRT tenían un total de 210 trabajadores de planta y 40 personas en otras condiciones. Los retiros voluntarios y las jubilaciones adelantadas se concretaron con fondos que la UNC iba a destinar a su plan de obras, para que aquellos que voluntariamente se acogieran cobraran el monto que les corresponde. Muchos profesionales se adhirieron a esa postura, que fue presentada al Consejo Superior el 27 de febrero pasado y se aprobó por amplísima mayoría. En el caso de la Facultad de Comunicación yo me abstuve y la consiliaria docente votó en contra.
- ¿Por qué optaste por la abstención?
- Porque los trabajadores acordaron que se aprobara esa resolución, que también implicaba que el Consejo Superior votara los fondos para los salarios de los trabajadores hasta junio. La empresa ya no tenía ningún recurso financiero. Además eso me permitió argumentar la posición de la Facultad: para nosotros había que buscar la forma de financiar a los SRT y que sigan siendo de la UNC, con todos sus profesionales. Los SRT son imprescindibles, tienen un valor estratégico y un potencial muy grande. Por eso me puse a disposición para coordinar la Comisión del Plan Integral de Comunicación de los SRT, junto a trabajadores, delegados gremiales, el director obrero, una docente de la Facultad de Ciencias Sociales y de la decana de la Facultad de Artes, Ana Mohaded, entre otros. Trabajamos mucho y el 30 de julio presentamos en el Consejo Superior los resultados del Plan, que fue avalado por unanimidad por los trabajadores de los SRT, donde planteamos su reconversión con diferentes líneas de trabajo para reposicionar y desarrollar los SRT a partir de medidas concretas. Los SRT son el único medio cien por ciento de Córdoba.
- ¿Es decir que el plan no es vinculante sino que debe ser analizado por el directorio de los SRT?
- Claro, ofrecemos una herramienta concreta con pasos a seguir, que sepan que está a disposición para que lo puedan aplicar y que tiene el apoyo de todos los trabajadores. El plan es una buena herramienta para pensar la reconversión de manera gradual. Es la primera vez en la historia de los SRT que se hace un plan construido con los trabajadores. Hasta ahora fue siempre el presidente de la empresa quien decidió el plan a aplicar, dado que es una sociedad anónima.
- ¿Qué opinás de la reducción de personal que realizaron los SRT?
- No hubo reducción, la gente se fue porque decidió tomar los retiros voluntarios. Era una situación presupuestaría límite de una empresa que está a punto de quebrar, una situación muy angustiante. En lo personal son colegas, amigos, gente muy valiosa que me hubiese gustado que no se vayan. Sí espero que los que están, que son muchos, sigan. Los SRT tienen para nosotros una misión importante: el 80% son egresados de nuestra Facultad, es el medio escuela por excelencia, la posibilidad de tener información que escape a la agenda hegemónica. Tienen más de 60 años contando la historia y la cultura de los cordobeses. Son parte de nuestro patrimonio.
- ¿Consideras que es un conflicto presupuestario o político también?
- Por supuesto que todo conflicto está transversalizado por lo político, pero acá no porque lo que se está haciendo responde a una decisión del Consejo Superior, que está conformado por consiliarios de diferentes procedencias políticas. La cuestión presupuestaría empezó a tener que ver con la posibilidad de recortes sobre lo que algunos consideran que es la misión de la Universidad: la educación, la investigación y la extensión. Desde la Facultad creemos que los SRT son una herramienta para que la Universidad pueda cumplir con su misión, no están en contradicción. Nos gustaría que en un futuro no muy lejano los SRT formen parte del presupuesto universitario, que estén adentro de la Universidad. Sería lo ideal.
- ¿Ahí se podría volver a ampliar la planta de profesionales?
- Sí, sobre todo en un contexto en que los medios y los espacios profesionales de la comunicación se vienen achicando en todos lados, inclusive en los privados. En los pocos medios que tenemos en Córdoba hay problemas de este tipo.
- ¿Estás planteando un escenario en el que si no hay un presupuesto estatal para fomentar medios de calidad terminamos informándonos por TikTok?
-Totalmente. Los SRT tienen un gran rol y una misión trascendente. Estuvieron desde que el hombre llegó a la luna hasta el Cordobazo cubriendo los hechos más importantes. Están muy presentes en nuestra cultura.