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Luisito libertario
Por | Fotografía: Fotomontaje El Sur
Foto: Luis Juez quiere ser el as de espadas de Milei en Córdoba.
Es el único dirigente político cordobés con acceso a la intimidad de los hermanos Milei. Sueña con ser gobernador, para lo cual hará lo imposible por facilitar el triunfo de los libertarios en las elecciones legislativas del año próximo. Solamente con sus asesores en el Senado podría armar dos equipos de fútbol. ¿Se viene la casta libertaria en Córdoba?
Publicada el en Crónicas

La  conservadora Córdoba de las campanas, la familia judicial, los agrotóxicos y el cordobesismo está gestando un nuevo milagro político: el nacimiento de la casta libertaria. Paradójicamente, no surgirá de los ignotos dirigentes que reportan al espacio político del presidente Javier Milei, sino de un viejo zorro de la política vernácula, Luis Alfredo Juez, un camaleón capaz de mimetizarse con cualquiera que le permita surfear las aguas de la política mediterránea. Sobreviviente del peronismo renovador, el menemismo, la Alianza y el macrismo, el actual senador nacional busca convertirse en el referente libertario en la provincia. Pergaminos no le faltan: sobrevivió durante casi tres décadas a desatinos propios y ajenos: la deserción de Carlos Menem, la renuncia de Fernando De la Rúa, la derrota de Mauricio Macri y su propia expulsión del servicio diplomático. Fue diputado provincial, nacional, concejal, senador, intendente, director de Vialidad, síndico de Papel Prensa. Con altibajos, siempre supo sacar tajada de las fallas del cordobesismo, construir su propia fuerza política y romper el cerco mediático provincial proyectando su imagen a través de la televisión porteña.

Luis Alfredo Juez está convencido de que  hoy es el único dirigente capaz de asumir el liderazgo que el presidente libertario no encuentra en Córdoba, la provincia que mutó su admiración por Macri a devoción por Milei. Con un pragmatismo a prueba de convicciones, Juez se hizo un ¿inesperado? lugar en la intimidad de la pareja presidencial. Y si bien los hermanos Milei (todavía) no lo bendijeron, es una de sus principales espadas en el Senado de la Nación, donde los libertarios no logran siquiera dominar su propio bloque. Ambicioso, calculador, político, Juez busca capitalizar esa ventaja para convertirse en consultor y potencial aliado en el armado electoral del año próximo, cuando Milei plebiscite en las urnas su furibunda gestión de gobierno.

Hasta ahora, pese a la intención de colorear de morado todas las provincias, ni el heredero de los Menem ni la hermana Karina pudieron hacer pie en Córdoba con el inexperto estacionero Gabriel Bornoroni. Incapaz de sortear el escándalo de la visita de sus legisladores a los genocidas ni evitar una nueva dispersión en el bloque que preside desde la eyección del desarrollista Oscar Zago, el jefe del bloque libertario ni siquiera pudo capitalizar el caudal político de Milei en uno de los distritos que más lo acompañó en el balotaje de noviembre del año pasado. Pese al masivo aval de los riocuartenses a su figura, la Libertad Avanza no puso un candidato propio en las elecciones municipales de Río Cuarto y en cambio desautorizó al oportunista libertario Mario Lamborghini, que igual accedió a una banca en el Concejo Deliberante.

Al juecismo -que iba en alianza con la devaluada UCR de Gonzalo Parodi- tampoco le fue bien. Pero Juez –que es igualmente rápido para sumarse a los festejos que para huir de las derrotas- argumentó que no excluyeron de la actividad proselitista porque la estrategia era municipalizar la elección.

Siempre listo para una nueva aventura política, Juez quiere llevar otra como furgón de cola al alicaído radicalismo mediterráneo,  pero quiere sumar a las huestes libertarias. Una victoria aplastante sobre el cordobesismo de Martín Llaryora el año próximo lo dejaría nuevamente a las puertas de una candidatura a gobernador en 2027.

"Muerta la casta, viva la casta", podría ser su nuevo slogan de campaña.  Fenómeno político del  lejano año 2002, cuando el entonces gobernador José Manuel De la Sota lo eyectó de la Fiscalía Anticorrupción de la Provincia, Luis Juez se presenta, 22 años después, como la nueva esperanza blanca de la derecha cordobesa.

Estado, familia y propiedad

El sinuoso trayecto político de Juez es bien conocido por los cordobeses: llegó por primera vez a la Legislatura como presidente de la Juventud Peronista de Córdoba. Cobró cierta notoriedad cuando renunció por oponerse al aumento de las dietas. José Manuel De la Sota lo eligió para poner en funcionamiento la flamante Fiscalía Anticorrupción en su primera gestión al frente del Ejecutivo cordobés, pero Juez empezó a denunciar a sus propios funcionarios y fue eyectado de la función pública sin miramientos. De su (in)decorosa salida surgió el Partido Nuevo, que amagó romper el bipartidismo cordobés con una fuerte impronta ética.

Juez dio el batacazo y ganó la intendencia de Córdoba, desde donde denunció a su antecesor Germán Kammerath, que a la postre sería el único funcionario condenado por corrupción por la timorata Justicia del cordobesismo. Aliado político de Néstor y Cristina Kirchner, su ajustada derrota ante Juan Schiaretti en 2007 –de la que denunció fraude- lo alejó definitivamente del kirchnerismo. Como buen converso, se convirtió en su principal detractor, lo que le permitió mantener su aura de político inmaculado, aunque su electorado empezó a correrse a la derecha. El Partido Nuevo devino en el Frente Cívico y Social.

Como reseñamos  hace un año en esta revista, en su largo recorrido político Juez pasó de ser la esperanza blanca del progresismo a la expresión más rancia de la derecha cordobesista. En su álbum personal tiene fotos con Carlos Menem, Juan Schiaretti,  Elisa Carrió, Hermes Binner, Mauricio Macri, Néstor y Cristina Kirchner y ahora Javier y Karina Milei.

Sus dotes de improvisado humorista y su sumiso coqueteo con el establishment económico le abrieron la puerta de los principales canales de televisión porteños, que lo proyectaron como una figura nacional pese a su nulo aporte de ideas y proyectos parlamentarios. En el camino sumó prácticamente a toda su parentela a las generosas arcas del Estado. En marzo de este año, una investigación de El Disenso estableció que, además de su hermano mellizo Daniel -que pasó del Ersep a la Legislatura provincial-, sus hijos Martín -hoy concejal- y Agustina cumplían funciones en el Consejo de la Magistratura, en tanto que su hermana Marta y prácticamente todos sus cuñados y cuñadas trabajaban en distintas dependencias públicas, tanto nacionales (AFIP) como provinciales y hasta municipales. Sin contar la nómina de 22 asesores que lo acompañan en la Cámara Alta del Congreso, según consigna la propia página oficial del Senado.

Blindado por los medios nacionales, tampoco hizo mella en su figura el escándalo que desató la publicación, en enero de 2023, de su ostentosa mansión en un exclusivo country de Córdoba. Según consignó el periodista Leandro Rosso en el sitio web Streaptease del poder (https://stripteasedelpoder.com), la vivienda ubicada en el coqueto country club Cañuelas Golf costaba -a valores de mercado- casi  un millón de dólares.

Luisito el libertario

Los planes de Juez son una incógnita para aliados y detractores, que lo miran con la misma desconfianza mientras reconocen su audacia política y contemplan absortos su inesperada (¿? acogida en el corazón del poder libertario.

Mientras la agenda política está centralizada en el brutal ajuste de Milei y el cordobesismo no atina a reaccionar por temor a las encuestas -por mucho menos fueron a la Corte Suprema de Justicia en los gobiernos kirchneristas-, Juez piensa que llegó el tiempo de armar la estrategia para afrontar las elecciones del año próximo, decisivas para el futuro del gobierno libertario.

Llaryora espera que Schiaretti lo salve encabezando la boleta de Hacemos por Argentina, pero el ex gobernador por ahora prioriza la construcción de un espacio de centro en todo el país (la "ancha" avenida del medio, ver recuadro en página 5). De Loredo aspira a repetir  en la Cámara de Diputados y está dispuesto a ceder espacios a aliados internos y externos para lograr ese objetivo.

Sin necesidades personales –tiene mandato como senador nacional hasta 2027-, Luis Juez mira el 2025 como su oportunidad de convertirse en el líder de la nueva derecha cordobesa.

Muerta la casta, viva la casta.

La ¿ancha? avenida del medio

Mientras Luis Juez busca ocupar el ancho carril de la derecha en Córdoba, el ex gobernador Juan Schiaretti traza líneas en todo el país para insistir en la construcción de "la ancha avenida del medio". Uno de sus principales lugartenientes, el diputado nacional Carlos Gutiérrez (foto), hace malabarismos para seguirlo en esa cruzada.

Denostado por sus ex compañeros -especialmente por los ex presos políticos de Río Cuarto-, el legislador tuvo que moderar sus intervenciones públicas en la última campaña electoral que catapultó a la intendencia a Guillermo De Rivas.

Desplazado de su lugar privilegiado en el Centro Cívico -ahora en manos del llamosista Julián Oberti-, Gutiérrez tampoco pudo ubicar a su tropa en el nuevo esquema de poder municipal. Incluso el desembarco de Roberto "Tito" Koch en la Secretaría de Gobierno respondería más a su vieja amistad con el flamante intendente que a una sugerencia del otrora poderoso delfín de Schiaretti en el sur provincial.

Mientras su jefe, despojado de responsabilidades administrativas y legislativas, elige cuándo, dónde y con quién sumar aliados a su sello Hacemos por Argentina, Gutiérrez debe lidiar con la dura agenda libertaria en la Cámara de Diputados. Su aval a la Ley Bases y su inexplicable voto en contra de sancionar a sus pares libertarios que visitan genocidas le granjeraron duros reproches en su terruño.

Su contraofensiva judicial, como anticipó esta revista, terminó en papelón: el juez federal Carlos Ochoa le devolvió los celulares a los docentes jubilados Sergio Centurión y su esposa tras confirmar que su único "delito" había sido repostear el enojo que motiva en propios y extraños la actuación pública de Gutiérrez. 

Por prudencia o por pudor, el expediente fue celosamente cajoneado en la Justicia Federal de Río Cuarto, aunque se presume que más temprano que tarde se deberá dictar el sobreseimiento de todas las personas denunciadas por Gutiérrez.

Hernán Vaca Narvaja
- Periodista y escritor -