Germán Garavano, ex ministro de Justicia de Mauricio Macri, es asesor externo del Poder Judicial de Córdoba. Quienes justifican su contratación recuerdan su recorrido de dos décadas de asesorando en el fuero Civil y Comercial. Recientemente dejó su impronta en las reformas procedimentales del Fuero de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y Género.

La vocal del Tribunal Superior de Justicia, María Marta Cáceres de Bollati, refirió que la reforma se inscribe en el marco de las políticas de mejoras constantes que viene implementando el Poder Judicial de Córdoba. “Lo novedoso y destacable en este caso es que la propuesta que hoy nos reúne supone una reforma a nivel integral de todo el fuero y de cada uno de los procesos que se tramitan”, reseñó el  16 de agosto la web justiciacordoba.gob.ar, que depende directamente del TSJ.

Quienes cuestionan que Garavano cobre de las arcas provinciales recuerdan su activo papel en la persecución judicial a opositores -y especialmente a Cristina Fernández de Kirchner- durante el gobierno de Macri, en sintonía con las políticas de lawfare aplicadas en la región que llevaron al hoy presidente de Brasil, Lui Ignacio Da Silva, a la proscripción y la cárcel.  El foco del acoso judicial a CFK se centró y se centra en el Edificio de Comodoro PY en Capital Federal, donde Garavano supo moverse a sus anchas.

Estos antecedentes no impidieron al ex ministro macrista mantener su lugar como asesor de la Justicia provincial. Garavano calificó al lawfare como “un invento” en el contexto de la causa  llamada “Gestapo Antisindical”, donde registros fílmicos mostraron a funcionarios macristas acordando estrategias de acoso judicial contra dirigentes sindicales.

Respecto a la reforma que anunció el TSJ en el Fuero de Niñez, Adolescencia, Violencia Familiar y Género -en vías de implementación-, la secretaria general del TSJ y  titular de la Oficina de Coordinación, Agustina Olmedo, sostuvo que el proyecto hace al sistema “más ágil y eficiente”.  Otras voces, en cambio, alertan que el nuevo régimen “despersonaliza las causas, lo que implica para el justiciable que no tiene un referente en el Tribunal para consultar”.  Además, pese a que ya no dirigen los procesos, los magistrados y sus secretarios siguen siendo los responsables de la instrucción. Sin mencionar el colapso que provocó la creación de una oficina para la recepción y carga de documentación sin la asignación correspondiente de personal.

Esta revista hizo un pedido de acceso a la información pública al TSJ para saber qué rol cumple Garavano y cuánto cuesta su asesoría, pero al cierre de esta edición esa información no había llegado.