Crónicas
Entrevistas
Actualidad
El Kiosco virtual
Reflexiones
Cultura
Música
Cine
Libros
Galería Magalú
Galerías multimedia
Quiénes Somos
Revista El Sur
Staff
Ediciones en papel
#Teatro
María Magdalena, de prostituta a líder feminista
Por | Fotografía: Diego Cabrera
Foto: Victoria Centeno estrena obra con una apasionante revisión de la historia de María Magdalena.
“Magdalena, su propia voz” se estrena mañana en la sala Quinto Deva, en Córdoba capital. Es una obra de Victoria Centeno, que lleva a escena “una biografía apócrifa de una líder silenciada por la Iglesia católica”.
Publicada el en Crónicas

“Magdalena, su propia voz”, es una obra dramática que pone en escena la biografía de María Magdalena a partir de su propio evangelio. Escrita y dirigida por Victoria Centeno, es un unipersonal interpretado por Carolina Godoy, premio a la mejor actriz argentina en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de 2020,  con música del compositor Federico Gaumet. La obra recibió el Incentivo a la Trayectoria de la Escena Teatral Cordobesa.

¿Por qué una obra sobre María Magdalena?  “Me emociona recordar esta historia, desde que me dedico al teatro siempre me interesó trabajar con personajes femeninos, abordar las problemáticas de las mujeres”, explica una entusiasta Centeno, y agrega “a pesar de que no soy de la generación de los pañuelos verdes, porque tengo más de cuarenta años”.

“Antes el mundo les pertenecía a los hombres, ¡siempre! Y las mujeres que iban a escena eran personajes escritos por hombres, desde la mirada masculina. Yo no soy religiosa, aunque fui a una primaria que sí lo era. Siempre me quedó resonando la figura de María Magdalena. Fui sintiendo el deseo de escribir sobre ella, pero desde una perspectiva más real, porque nunca creí la versión de que había sido prostituta”, insiste Centeno.

La dramaturga cuenta que la idea de escribir sobre María Magdalena siempre dio vueltas en su cabeza y durante más de quince años viene leyendo sobre ella: “Desde niña veía que María y María Magdalena eran las dos mujeres más cercanas a Jesús, lo cual me generó la intuición de que Magdalena había sido su mujer. En el 2018 empecé a investigar y me di cuenta que no estaba loca: hay toda una corriente que plantea una versión no canónica sobre quién fue Magdalena en la historia. En 2019 me encontré con la actriz Carolina Godoy, que se entusiasmó mucho con el proyecto. Y empezamos a ensayar”.     

- ¿Qué fuentes utilizaste para escribir esta versión de María Magdalena?

- El dramaturgo chileno Marco Antonio de la Parra me alentó y ayudó con información para iniciar este camino. Me aboqué al evangelio escrito por María Magdalena. Lo quisieron destruir, obviamente, pero fue escondido y en 1945 se lo encuentra. Junto con el evangelio de Felipe y de Tomás, todos son apócrifos. ¿Qué significa? Que la Iglesia católica como institución no los considera canónicos. Hace cinco años, cuando leí el evangelio de Magdalena, no lo entendí. Pero el año pasado lo pude ir entendiendo, porque tiene un gran nivel de profundidad, con muchas metáforas, como se expresaba Jesús. También fue importante para mi investigación una politóloga de Buenos Aires, Marisa Ventura, seguidora de Magdalena, que había publicado dos libros. Allí me entero que en el sur de Francia Magdalena instala su ministerio. Fui hasta Francia  y encontré muchísima información, un mundo increíble y me apasione. Terminé de confirmar que no era una locura mía esa intuición que tenía desde niña. No concebía que esa mujer tan presente en la vida de Jesús fuera una prostituta y no su mujer. También sentía que era algo antinatural que la Iglesia católica declarara el celibato para los curas. Es la única religión que lo profesa, en todas las demás los hombres se casan. Al investigar encuentro teólogos y teólogas muy religiosas que venían planteando esta otra perspectiva. También profundicé en la investigación de María Magdalena desde los libros de Megan Watterson y Margaret Starbird. Los de ésta fueron muy influyentes para la producción de la novela y la película El código Da Vinci.

- ¿Por qué Magdalena se instaló en el sur de Francia?

- Porque después que el Imperio Romano mata al líder, a Jesús, por cuestionar un Estado dictatorial, ella y los discípulos pasan a ser perseguidos políticos y se tienen que esconder. María Magdalena se va por el mar Mediterráneo con su hija Sara y otras personas como exiliados. De este derrotero hay información precisa y otras que no se saben con seguridad y son leyendas. Mi obra, si bien se basa en hechos históricos, es una ficción, pero tiene pretensión de recuperar una historia y una biografía que nos ocultaron totalmente. La obra es producto de una investigación, pero desde mi mirada como artista y la del equipo que la lleva a escena. Porque por más que sea un monólogo hay mucha gente trabajando atrás. Es una reconstrucción biográfica sobre la vida de Magdalena contada desde un lugar poético.

- ¿Qué mirada de María Magdalena propone la obra?

- Es una mirada política que se propone recuperar su voz como voz femenina. Hasta el siglo V ella tuvo mucha influencia en Europa y el Papa de esa época pretendió quitarle ese lugar al declararla prostituta. Pero en ningún lugar de la Biblia se dice eso, aunque haya quedado esa idea en el inconsciente colectivo. ¡Hoy podríamos decir que fue una fake news! En el siglo XX la Iglesia la redimió y la declaró santa. Para mi hubo una decisión política de excluir la voz de la mujer, porque ella era una maestra espiritual y quien seguiría predicando la palabra de Jesús. Rescatar su voz es equiparar lo femenino y lo masculino. La Iglesia católica fue una institución de dominación en todo el mundo, el patriarcado viene de la mano de esta institución, porque la Iglesia con la que nosotros hemos sido educados excluyó a la mujer de cualquier rol protagónico y político. La mujer era la virgen, como la madre de Jesús, o la prostituta, como Magdalena. Fueron los dos ejemplos de mujeres. Eliminaron la sexualidad de la vida de Jesús. ¿Por qué María no podría haber engendrado de forma natural a Jesús? Mi mensaje tiene una perspectiva de género, ¿qué hubiese pasado si esa voz no hubiese sido silenciada? Otra sería la historia de la humanidad, porque esta sociedad se construyó sobre las bases de la Iglesia católica. Se trata de valorizar el rol de la mujer dentro de las vertientes espirituales. Las mujeres que tenían características espirituales eran consideradas brujas. Sí podía haber un sacerdote, un mago, un sanador, siempre y cuando fueran hombres.

- ¿Magdalena fue una revolucionaria para su época?

- ¡Totalmente! Porque las mujeres estaban básicamente para reproducir. Jesús fue un gran feminista, porque él le dio un lugar diferente a las mujeres, predicaba e informaba incluyendo a las mujeres. Magdalena venía de una familia rica, su padre era sacerdote y él le enseño a leer y a escribir. Además había recibido una educación especial en Egipto. Y se transformó en una líder feminista, porque no eran solo hombres los que seguían a Jesús. Ella tenía una sabiduría espiritual superior a cualquier discípulo. Hay dos situaciones donde se hace evidente el lugar de Magdalena junto a Jesús: ella es quién unge su cuerpo cuando él muere, ¿y qué mujer en esa época podía tocar el cuerpo de un hombre? La madre o la esposa. Y luego es a ella a quien se le presenta cuando Jesús resucita.   

  

- ¿Como ves el nivel del teatro cordobés?

- A mí me gusta mucho lo que se hace en Córdoba. He tenido la posibilidad de viajar y puedo comparar. Y en otras ciudades de Argentina siempre digo: ¡el teatro de Córdoba es muy bueno! No tiene nada que envidiarle al teatro de Buenos Aires, pero sí a la producción, a la plata que se invierte. En Buenos Aires no escatiman y acá hay que hacer malabares. Acá hay una idiosincrasia muy buena, porque nuestro teatro tiene identidad propia y a la vez conviven en él muchas estéticas. Acá no solo está el Negro Álvarez y el humor: tenés todos los géneros. Eso tiene que ver con las escuelas públicas, que son muy buenas: la Escuela de Teatro de la UNC, la Escuela Roberto Arlt de la UPC y el Seminario Jolie Libois que es de la Provincia.

 - ¿Qué importancia tuvo el incentivo que recibieron para producir la obra?

- Nos permitió producirla, montarla, porque poner una obra en escena sale caro. Más en este momento político y económico, que es cuando más necesitamos que haya teatro. Todo se ha encarecido, no sabés la plata que hemos gastado en telas, vestuario, moverse, alquilar la sala de ensayo. Y contar con tiempo disponible, en el cual no estás produciendo plata. El incentivo no cubre todo, pero sin el incentivo no podés empezar. Agradezco al Fondo Nacional de las Artes, al Instituto Nacional del Teatro, que ahora les están pasando la motosierra; agradezco a la Agencia Córdoba Cultura. Son instituciones que permiten o impiden que se produzca teatro. Estamos en Córdoba y hacemos teatro independiente. Acá no hay productores privados que lleguen y pongan plata para una obra, ni siquiera los comerciales como Adríán Suar. El interior del país necesita el apoyo del Estado sí o sí. Cuando asumió Javier Milei nos empezamos a juntar los artistas de acá, también con los de Buenos Aires, hicimos asambleas, marchas, intervenciones, reuniones y empezamos a resistir de diferentes modos. Tenemos amigos en el Instituto Nacional del Teatro que se han quedado sin trabajo. Van achicando de a poco, cuando querés cerrar algo, lo desfinanciás y listo. ¡Nuestra única forma de resistir es seguir haciendo teatro!

Carolina Saiz
- Periodista y docente -