El Gobierno Nacional tiró el achique, y dejó al deporte prácticamente fuera de juego. La estrategia de Javier Milei dejó en offside cualquier pretensión de celebrar los 100 años de participación olímpica argentina con algo más que tres medallas y seis diplomas, una notable cosecha teniendo en cuenta que en París 2024 nuestro país se presentó a competir con la motosierra encendida y una delegación de 136 atletas, la menos numerosa desde Barcelona 1992. En los Juegos de la Paridad de Género, 103 varones (75,73%) y 33 mujeres (24,26%) integraron el equipo nacional. Otro botón de muestra de las cosas que se vienen jugando en la cancha de la política.
“Todo lo que logren será fruto del trabajo que hacen”, se sinceró el mandatario nacional, pregonero del Estado ausente, ante los deportistas que, antes de partir hacia la capital francesa, se reunieron en el Cenard, el Centro de Alto Rendimiento Deportivo que la actual gestión desfinancia y desacredita. ¿El propósito? Transformarlo en un gran negocio inmobiliario, a imagen y semejanza del que, durante el gobierno del macrismo, hizo el actual canciller Gerardo Werthein, presidente honorario del Comité Olímpico Argentino, con el codiciado predio del Tiro Federal.
A Milei la ceremonia inaugural de los JJ.OO. le sirvió para sumar millas junto a su hermana Karina y ampliar su colección de selfies con mandatarios, celebrities y referentes de la extrema derecha del mundo, donde suele levantar los pulgares y también las puntas de sus pies.
En la previa al desfile de las embarcaciones, a orillas del río Sena, el ex arquero de Chacarita tuvo que atajarle varios pelotazos al mandatario francés Emmanuel Macron. No sólo por la polvareda que levantaron los cantos xenófobos y racistas de algunos futbolistas argentinos en los festejos por la obtención de la Copa América, sino también por la visita que algunos funcionarios libertarios hicieron a un grupo de represores en el penal de Ezeiza, entre ellos Alfredo Astiz. Por aquellos días, familiares y abogados de desaparecidos y desaparecidas franceses en Argentina hicieron pública una carta titulada “Francia No Olvida”, donde recordaron que Astiz (cuyo padre, el capitán de navío retirado Alfredo Bernardo Astiz, ofició como jefe de prensa de la sede Mar del Plata del Mundial ’78) “jugó un papel importante en la desaparición de las dos monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, en diciembre de 1977”.
Colgados de la medalla
Ya de vuelta en Argentina, Milei siguió pendiente de los Juegos de París. Hizo gala de su incontinencia tuitera replicando una fake news que aludía como “tipo” a la boxeadora argelina Imane Khelif, a la postre campeona olímpica. No se quedó atrás su admirada Georgia Meloni, la neofascista primera ministra italiana, quien propaló erróneamente la condición de “transgénero” de la pugilista africana. Mentira y odio, otro combo de estos tiempos en los que La Libertad Avanza y muchos derechos retroceden.
Un poco más remolón estuvo el presidente argentino a la hora de hacerse eco en sus redes sociales de la medalla de oro que el cordobés José “Maligno” Torres obtuvo el 31 de julio en la especialidad BMX Freestyle.
Cinco días después del logro más brillante del deporte argentino en La Ciudad Luz, Daniel Scioli, otrora candidato presidencial del kirchnerismo devenido en secretario de Turismo, Ambiente y Deportes libertario, se colgó la medalla en el mismísimo Cenard. Unas horas antes de mostrarse con el veloz ex motonauta, “Maligno” compartió el balcón de la Casa Rosada con Milei. En ese ese lugar, el presidente también se mostró en el último año con su ex Fátima Florez, su actual ‘Yuyito’ González, la diva Susana Giménez, su variopinta troupe de funcionarios, la mismísima Meloni y el ex premier inglés Boris Johnson, un acérrimo defensor de la ocupación inglesa en las Islas Malvinas. La Biblia y los calefones.
Cuatro meses después de su consagración olímpica y de su paso por Balcarce 50, en una entrevista con el sitio Argentina Amateur Deporte, “Maligno” expresó su descontento con la política que lleva adelante el Gobierno nacional en materia deportiva: “Me gustaría que a los deportistas se nos apoye un poco más. Necesitamos sustento, más ayuda, más inversión en el deporte. Mi principal apoyo son los patrocinadores, pero también nos serviría contar con becas un poco más altas en general. Quiero lograr cosas, invertir y proyectar. No quiero solo sobrevivir”.
“Con Scioli no pudimos tener la oportunidad de conversar y poder decirle que yo estoy desilusionado. Al compararme con los medallistas de Juegos anteriores, realmente yo esperaba un poco más. Pensé que con esta medalla iba a estar un poco más reconocido”, dijo Torres, cuya beca de excelencia Olímpica asciende a $689.907 mensuales. “Por más que entienda la situación del país, hay que encontrarle la vuelta, y es algo que ya hablé con ellos. Tengo por delante cuatro años para trabajar e intentar clasificar para Los Ángeles 2028, no sabiendo qué puede haber por delante”, añadió.
Un reciente informe del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) dio cuenta de 1.189 becas vigentes para deportistas a fines de 2024. Representa el 41% de la cifra histórica de los últimos tiempos: los 2.858 atletas que fueron beneficiarios de ayudas económicas en 2014. El último presupuesto del organismo -$ 16.580.000.000- fue casi el mismo del año pasado, con el 110% acumulado de inflación. La cifra equivale a U$S 16,4 millones en la pizarra oficial, y está muy por debajo del monto anual que otros países del continente invierten en el alto rendimiento, como Chile (US$ 70 millones), Colombia (US$ 265 millones), Brasil (US$ 300 millones) o Estados Unidos (US$ 450 millones), por citar algunos casos.
Pegarle a la pelota
Aunque se la rebuscó bastante bien con la bicicleta (la de “Maligno”), el fútbol fue una auténtica obsesión para Milei en su primer año de gestión. Mejor dicho, el negocio del futbol, para el que se empecinó en jugar desde el pitazo inicial de su mandato, incluyendo a las Sociedades Anónimas Deportivas dentro del abultado paquete de medidas que formaban parte de las necesidades y urgencias de las minorías beneficiadas con sus políticas.
No conforme con las disposiciones de los artículos 335 y 345 del DNU 70/2023 (“Bases para la Reconstrucción de la Economía Argentina”), el Gobierno nacional avanzó en un proyecto de ley con la firma del diputado y ex referí cordobés Héctor Baldassi, y la letra del líder del PRO y ex presidente de Boca Juniors Mauricio Macri.
Otrora defensor de las sociedades civiles sin fines de lucro, Scioli fue otro de los integrantes del Dream Team que promocionó el desembarco de los capitales privados como la solución mágica para el mundo redondo. La nómina de jugadores se completó con el empresario futbolístico Guillermo Tofoni, despechado ex “Dueño de la Selección Argentina”; la diputada libertaria Juliana Santillán, diplomada en Economía Austríaca y pareja de Tofoni; y Julio Garro, el ex intendente de La Plata que fue eyectado de la Subsecretaría de Deportes en la previa de los Juegos Olímpicos, luego de haber dicho que Lionel Messi tenía que pedirle disculpas a Francia.
Como refuerzos estrellas de los defensores del Fútbol SA se sumaron Andrés Fassi y Juan Sebastián Verón, respectivos presidentes de Talleres de Córdoba y Estudiantes de la Plata, y el exfutbolista Sergio Kun Agüero, reciente organizador del torneo “Copa Potrero”, una movida política, económica y mediática armada para exhibir los atractivos y la rentabilidad que pregona el modelo de gestión capitalista de la pelota.
La férrea oposición que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) manifestó al posible ingreso de capitales extranjeros -jeques, emires, magnates, coleccionistas de clubes, aventureros y otros comedidos- desató una guerra de intereses de consecuencias impredecibles. “¿Por qué la AFA te va a estar persiguiendo si no decidís el formato societario que favorece a las cosas irregulares que tiene la AFA?”, expresó Milei, quien prometió “investigar a fondo” a la entidad que preside Claudio ‘Chiqui’ Tapia.
Tras la cuestionada asamblea del pasado 17 de octubre, que renovó la lealtad de la mayoría de los dirigentes del fútbol argentino hacia la conducción que lidera el hombre fuerte del Club Barracas Central, el Gobierno nacional contragolpeó con la derogación del Régimen Especial de Seguridad Social que beneficiaba a los clubes, y fijó un plazo de seis meses para establecer un nuevo sistema.
“Ese beneficio fiscal implicó un déficit fiscal de casi $ 7.000 millones”, argumentó el ministro de Desregulación y Trasformación del Estado, Federico Sturzenegger, para justificar el ahogo financiero a las instituciones deportivas, escala previa a la privatización.
Otro pelotazo en contra para el deporte, en los tiempos de la motosierra.