La performance electoral del kirchnerismo pareció tocar fondo en la última elección, cuando Federico Alesandri arañó la única banca que el espacio tiene hoy en la Unicameral de Córdoba. Pocos meses después, gracias al arrastre del candidato Sergio Massa, el barco K recuperó terreno y Gabriela Estévez logró su reelección en la Cámara de Diputados. Después llegó Milei y enamoró a los cordobeses. ¿Hay posibilidades de reeditar el romance que casi un tercio de la sociedad supo tener con el espacio que lidera la actual presidenta del Partido Justicialista nacional? ¿Habrá una lista kirchnerista en el próximo llamado electoral o se buscará conformar un frente electoral más amplio? Gabriela Estévez, diputada nacional y referente de La Cámpora en la provincia, no cierra ninguna posibilidad, aunque se muestra distante del cordobesismo que impulsa el gobernador Martín Llaryora.
“En Córdoba se fueron diluyendo los márgenes entre las expresiones de las diferentes fuerzas políticas. Si uno quisiera diferenciar en este momento al radicalismo, al Frente Cívico y a Hacemos Unidos por Córdoba del Gobierno nacional sería muy difícil: por más que levantan un poco la voz, en el Congreso le aprueban cada una de sus iniciativas. Algunos hasta propusieron que se trate el presupuesto a libro cerrado”, dice Estévez a modo de diagnóstico. Y toma distancia del peronismo cordobés, con el que mantiene una relación ambivalente: “Se reclama obra pública, pero después se hace gala de que el ajuste en la provincia es aún más contundente que el realizado a nivel nacional”, advierte. “Se pudieron controlar algunas variables como la inflación y el déficit fiscal, pero a costa de la capacidad del poder adquisitivo y recortes en áreas muy sensibles. La verdadera casta de este país es un sector que gana cada vez más dinero en base a la especulación financiera y no a la generación de trabajo. Ahí es donde hay que profundizar la discusión”, dice sobre los supuestos logros del Gobierno libertario.
- Es contradictorio, a la gente le va peor con este Gobierno, pero las encuestas en Córdoba dicen que el apoyo a Milei es mayoritario.
- Tiene que ver con la generación de algunas condiciones que se consideran estables. El tipo de cambio y la variable de la inflación en un país como el nuestro tiene una incidencia muy profunda, pero nunca se discute a costa de qué. La inflación se controló en base a una enorme pérdida del consumo y miles de puestos de trabajo asociados a esos consumos. El sostenimiento de la imagen tiene que ver con que aún siguen creyendo que puede haber un crecimiento y que eso beneficie a las mayorías. Pero si uno ve el plan de gobierno y los niveles de desfinanciamiento en áreas estratégicas se da cuenta que eso es imposible.
- No se ve una oposición muy activa…
- Hay sectores que hoy resisten por su larguísima lucha histórica: la disidencia sexual, el feminismo, las mujeres en general no fueron consideradas por la mayoría de los gobiernos. Eso cambió en el período del 2003 al 2015, luego hubo un bache y después se intentó recuperar, pero sin el financiamiento necesario para que se consolidara como política pública. Estos sectores están acostumbrados a la lucha, sus logros han sido en base a luchar, a su presencia en la calle y a la persistencia. Incluso cuando eran escuchados se mantuvieron movilizados para avanzar y consolidar sus derechos, que son deudas históricas. Estos sectores rápidamente se organizan y ahora le dieron una respuesta contundente al presidente Milei luego de su discurso en Davos. La lucha que está llevando adelante este colectivo puede ser una primera punta. Porque no son sólo los sectores de la diversidad, sino que es una resistencia antifascista, opuesta a los discursos de odio que se promueven desde el Gobierno.
- ¿El colectivo de disidencias sexuales y el feminismo estarían sumando nuevas banderas ligadas al empobrecimiento de distintos sectores sociales?
- En la convocatoria a marchar contra los dichos discriminatorios de Milei se sintieron convocados otros sectores y el movimiento de disidencias les abrió los brazos. El sector de los trabajadores organizados, que en este tiempo no había tenido la suficiente presencia en las calles, a partir de ahora siente la responsabilidad de acompañar. Porque si estos sectores, que son el foco del odio del Gobierno, no tienen miedo, salen a la calle y ponen el cuerpo, no hay sector que pueda quedarse al margen, es casi un mandato.
- De cara a las próximas elecciones, ¿el kirchnerismo está pensando articular con Hacemos Unidos por Córdoba?
- Queremos fortalecer el espacio, llevar una lista propia que nos permita sostener el diputado que se pone en juego y fortalecer el bloque. Porque en términos de oposición real lo único que existe, más allá de la izquierda, es el bloque del peronismo, y lo que queremos es fortalecerlo con una línea muy clara. Nosotros abrazamos un proyecto político que defiende la presencia del Estado y la construcción de un país federal. Está claro que otros sectores con los que podríamos pensar en una alianza -porque en definitiva la matriz vendría siendo la misma, que es el peronismo-, al momento de llevar adelante una discusión política tienen otros posicionamientos.
- ¿Tampoco con Natalia de la Sota?
- Con Natalia de la Sota hay muchas cosas que hemos votado de manera coincidente, incluso hemos conversado sobre el posicionamiento en común al respecto de diferentes temas. Pero cuando uno conforma una lista no lo hace únicamente para ese momento específico, sino en función de la construcción de una propuesta con alguna mirada hacia el futuro. Lo que se discute en torno a la conformación de una lista también tiene que ver con la propuesta que queremos construir hacia el futuro en la provincia de Córdoba y a nivel nacional. Eso también es algo que necesitamos profundizar, porque una cosa es la coincidencia al respecto de determinada votación y otra cosa es pensar en la construcción de una propuesta provincial o nacional donde podamos ser parte de un mismo espacio político. Son discusiones pendientes que hay que seguir profundizando, por supuesto.
- ¿Martín Llaryora y Juan Schiaretti están en la misma línea o hay diferencias?
- Creo que hay diferencias, se nota que el gobernador está intentando construir su propio liderazgo respecto de algunas definiciones. Más allá de que yo estoy en el Congreso de la Nación, sigo bastante de cerca las iniciativas en la Legislatura provincial. Entiendo que está intentando hacer su propio camino para construir una gestión orientada en lo que él pretende como proyecto provincial, que no necesariamente es el mismo que el que tenía Schiaretti. Lo veo también en la composición de un espacio bastante más heterogéneo de lo que era el de Schiaretti, donde tenía una hegemonía más clara el PJ provincial. Los gobiernos que llevaron adelante José Manuel de la Sota y Schiaretti estaban mucho más recostados sobre su propia fuerza política. Ahí se marcan diferencias y eso se va plasmando también en diferentes decisiones y propuestas legislativas.
- Con cierto apoyo al gobierno de La Libertad Avanza…
- Sí claro, el sostenimiento de la imagen del presidente en Córdoba mucho tiene que ver con el acompañamiento de los diferentes sectores políticos en la provincia, así como a las diferentes iniciativas que se han acompañado desde acá sin ninguna duda.
- ¿Por qué le cuesta tanto al kirchnerismo hacer pie en Córdoba?
- A diferencia del resto de las provincias del país, el PJ nunca ha sido parte de nuestra alianza electoral. Eso te hace partir de una situación de bastante más debilidad. Es una realidad concreta y objetiva. Tener al PJ provincial por fuera y como opositor muy directo de la propuesta nacional del peronismo genera bastante debilidad. No obstante eso, durante los gobiernos de Néstor y Cristina el respaldo era mucho mayor porque claramente había un gobierno que daba respuesta a las problemáticas de la sociedad y eso permitía que la representación de esa propuesta política fuera muy contundente.
- Pero ahora gobierna Milei…
- Y hay que buscar puntos en común con otros espacios, fuerzas políticas que permitan seguir ampliando la base. Tenemos muchas cosas en común con diferentes sectores que expresan una idea del peronismo, del progresismo, que tiene que ver con la matriz ideológica del kirchnerismo. Somos la expresión de un peronismo que brega por la justicia social y la ampliación de derechos humanos como banderas centrales. Tenemos que generar puentes con diferentes sectores del peronismo provincial que tienen muchas más cosas en común de lo que se piensa, pero que forman parte de una estructura.
- ¿Cómo ves el futuro del kirchnerismo?
- Es muy importante la asunción de Cristina a la presidencia del PJ porque la posiciona como la principal opositora a nivel nacional. Salió de esa manera en todas las encuestas, eso no se puede negar. Veo la posibilidad de la reconstrucción de un frente electoral que tendrá que darse discusiones hacía adentro para incluir a otros sectores. Incluso reactualizar algunas de sus ideas, que tiene que ver con el advenimiento de una realidad mundial muy diferente a la que teníamos hace diez años. Veo una posibilidad de construcción alternativa muy concreta porque está muy claro el proyecto político que tenemos enfrente y las diferencias enormes con nosotros.