Actos impulsivos, falsedades, falta de empatía y pirotecnia verbal son los atributos que emergen de la primera presidencia de Donald Trump y, a la vista de las primeras semanas de su segundo mandato, parecen ser las bases en las que sostendrá el ejercicio del poder tras obtener un contundente respaldo en las urnas.
“Miedo, Trump en la Casa Blanca”, la escalofriante crónica periodística de 455 páginas, se lee con una mueca de estupor cuando Bob Woodward -el periodista que destapó el caso Watergate junto a Carl Berstein- reproduce escenas de la vida cotidiana en la Casa Blanca que muestran a Trump como un líder que se sostiene en el temor que inspira entre sus enemigos políticos sí, pero sobre todo entre sus colaboradores. A la tropa propia la mantiene en vilo con decisiones impulsivas y definiciones capaces de hacer tambalear, por ejemplo, políticas de seguridad o acuerdos comerciales de años que, lejos de sostenerse en un razonamiento profundo, se asemejan a los berrinches de un infante.
Woodward no sostiene su trabajo en la adjetivación o en la opinión personal sino que, lo adelanta en la introducción, se basa en el método que denomina deep background o información de referencia que le permite utilizar el caudal informativo que surge de cientos de entrevistas con participantes directos y testigos de los hechos que se relatan, sin la necesidad de citar quiénes proporcionaron esa información. ¿Cómo sella el pacto de veracidad con los lectores? ¡Muy sencillo! en un apéndice, al final del libro, describe con minuciosidad las fuentes personales y documentales de cada uno de los 42 capítulos en los que está organizado.
Ese artificio le permite recrear escenas y diálogos de una potencia narrativa que se perdería si todo el tiempo el autor tuviera que estar dando cuenta del origen de sus datos.
Y si de escenas hablamos, la que se incluye en el prólogo pinta al personaje que hoy tiene en sus manos la botonera del país con mayor capacidad de daño en el planeta. Sucede en septiembre de 2017 cuando Trump transitaba su octavo mes en la Casa Blanca. Habituado a calibrar sus decisiones en la conveniencia económica, el presidente está indignado por el déficit comercial con Corea del Sur y está determinado a revocarlo en forma inmediata.
El impulso de Trump enciende todas las alertas entres sus colaboradores pues el acuerdo que ahora está a punto de volar por los aires es estratégico para la seguridad de los Estados Unidos. Fue lo que les permitió a las administraciones anteriores montar una base militar en Corea del Sur capaz de interceptar en siete segundos los misiles norcoreanos ICBM que podrían transportar armas nucleares al territorio estadounidense en un lapso de 38 minutos.
Si esa base no existiese y Trump se viera obligado a interceptar un hipotético ataque misilístico con la base instalada en Alaska, eso tardaría 15 minutos. De nada sirve que los consejeros militares le expliquen lo que esa diferencia temporal significa en términos de seguridad, Trump ordena que le redacten una carta de renuncia al acuerdo con Corea del Sur y la dejen sobre su escritorio para poder firmarla y terminar el asunto cuanto antes.
Así lo hacen. La carta queda sobre el escritorio del Despacho Oval y es entonces cuando Gary Cohn, consejero económico de la presidencia, decide entrar en acción: cuidándose de no ser visto, toma el escrito y lo oculta en una carpeta donde se guardaban documentos para archivar.
-No iba a dejar que la viera. Nunca verá ese documento. Tengo que proteger al país –comentaría tiempo después Cohn. “En la anarquía y el desorden de la Casa Blanca, y en la mente de Trump, el presidente nunca se dio cuenta de la desaparición de la carta”, cuenta Woodward.
Esa era la dinámica de trabajo, al menos durante el primer período de Trump –que es el que se reseña en el libro-: un equipo de colaboradores enfocados en bloquear deliberadamente los impulsos más peligrosos del presidente. Cualquier semejanza con los arrebatos discursivos de origen patológico del actual ocupante de la Casa Rosada, NO es pura coincidencia.
Miedo, Trump en la Casa Blanca,
de Bob Woodward,
Roca Editorial de Libros,
Barcelona, España,2018. 455 páginas