Miguel Siciliano tiene un despacho amplio en la presidencia del bloque oficialista Hacemos Unidos por Córdoba, el frente que armó Martín Llaryora para ganar la Gobernación hace dos años. En la antesala varios asesores y secretarios van y vienen mientras pautan la agenda del legislador peronista, que suele dar la cara cuando surgen momentos tensos. La arremetida del Banco Nación contra el pago de tasas en los municipios más importantes de Córdoba movilizó la respuesta de la Provincia y los intendentes afectados, coordinando posiciones, mientras se suceden las audiencias sobre la causa judicial presentada por la entidad financiera. “No vamos a dejar solos a los intendentes de todos los partidos. Esperemos que el espacio de diálogo que hay en tribunales llegue a buen puerto. Tengo esperanza que la cordura va a reinar. El Gobierno sabe que en Córdoba es Llaryora junto a los intendentes quienes están bancado lo que debería hacer la Nación”, advierte Siciliano.
-¿Cuál es el análisis que hacen en el oficialismo sobre la impugnación del cobro de tasas municipales que el Banco Nación llevó a Tribunales?
- Es una falsa discusión. No se pueden plantear estos temas separados del contexto tributario y económico del país. Esto claramente va a terminar fundiendo municipios en algunos casos. Mientras la Nación le quiere quitar parte de los ingresos a los municipios de recaudación propia, los abandona al no mantener las rutas nacionales que atraviesan los municipios como la 158, la autopista Córdoba-San Francisco, las cientos de rutas nacionales que hay la provincia. Esto es así al punto que Córdoba planteó hacerse cargo de una ruta nacional, como la 19, para poder continuar las obras. Además, la Nación dejó de mandar los subsidios al transporte, a la luz, al gas, tampoco envía los fondos de educación, de seguridad y de salud que por ley debe mandar. Y dejó de hacer obra pública en el interior provincial y en los municipios.
-¿Quieren una discusión integral que sobrepase el planteo de las tasas?
- La realidad fiscal de Argentina es que 7 de cada 10 pesos que pagamos se los lleva el Gobierno nacional, incluyendo tasas municipales, impuestos provinciales y nacionales. ¿Qué servicio nos da la Nación hoy? La respuesta es ninguno. Entonces la discusión seria debe realizarse en base a rediscutir el sistema fiscal argentino. ¿Quién cobra? y ¿para qué cobra? A partir de eso la Nación puede invitar a gobernadores e intendentes a rever el sistema impositivo. Eso sería tener una política tributaria de verdad. Pero si lo único que hace el Gobierno nacional es mantener las embajadas, tener el Ejército, sostener la Policía Federal -que en Córdoba hace poco y nada-, mantener hospitales nacionales cada vez más desfinanciados, la universidad pública también desfinanciada, entonces hay que evaluar si realmente le hacen falta 7 de cada 10 pesos recaudados en el país. Capaz debería quedarse con 3 o 4 de cada 10.
-Es llamativo que el Banco Nación amenace con cerrar sucursales cuando su fin es financiar la producción...
-Es que no se ve cuál es el proyecto de Argentina que están desarrollando. Está claro que el Gobierno nacional acomodó cosas como la inflación para intentar alcanzar superávit. Pero ese no puede ser un fin en sí mismo, no es un modelo de país si no se desarrolla en el marco de un programa productivo. La baja de la inflación debería ir acompañada de créditos productivos en pesos a bajo interés y por muchos años, para agrandar y potenciar el perfil productivo y darle valor agregado a la industria nacional, para que el campo le agregue valor a su producción. Bajar la inflación fuera de un contexto no se entiende.
-La paradoja es que el presidente del Banco Nación sostuvo esa política cuando fue titular del Banco de Córdoba. Por lo que se desprende de su argumento anterior, Daniel Tillard aplica dos políticas distintas. ¿Cómo lo explica?
-Me resulta doblemente llamativo. Entiendo que no toma decisiones autónomas cuando es parte de un Gobierno. No conozco dirigentes que diferencien sus políticas del Gobierno que integran, no son librepensadores. Tillard pasó de un Gobierno provincial a otro nacional totalmente diferente. No lo juzgo, pero cada uno deberá responder por las decisiones que toma.
-¿Está de acuerdo con alcanzar un acuerdo estableciendo el pago de un monto fijo, como hizo el Banco Nación con la Municipalidad de General Deheza?
-No, a los municipios grandes los termina fundiendo. De hecho así me lo dicen los intendentes. La pregunta es qué gana fundiendo los municipios, si los afectados serán los vecinos. Entiendo la defensa del superávit fiscal, Córdoba tiene superávit hace años. Pero la pregunta sigue siendo para qué. Esta discusión nos puede estar llevando a cualquier lado.
-¿En el caso de Córdoba Capital, cual es el impacto presupuestario del planteo del Banco Nación si se extiende al conjunto del sector financiero?
Alrededor del 18 por ciento.