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#Periodismo
“Hoy en día cualquiera es periodista”
Foto: Para Mario Massaccesi lo difíil no es alcanzar la fama, sino el prestigio.
Mario Massaccesi, histórico conductor de Canal 13 y TN, reflexiona sobre la decadencia actual de la profesión y responsabiliza a colegas y políticos. Los secretos del oficio y los desafíos de las nuevas tecnologías.
Publicada el en Entrevistas

Mario Massaccesi dice que el periodismo de hoy es decadente, carece de calidad y credibilidad. Partidario de romper moldes y dueño de una larga trayectoria en la televisión de Buenos Aires, advierte que en los últimos años proliferaron tanto los periodistas militantes como los mercenarios del periodismo y admite que es difícil mantener el equilibrio y el profesionalismo en el contexto actual.

- ¿Cómo ve el periodismo actual? Se dice que con la irrupción de las redes sociales, las nuevas tecnologías y el streaming, la profesión perdió credibilidad. ¿Comparte esa idea?

- Sí, la credibilidad bajó muchísimo. En parte por la responsabilidad de nosotros, los periodistas, y también por el poder político. Los políticos de los distintos gobiernos influyeron para que bajara la credibilidad de los periodistas. Deberíamos habernos plantarnos frente a eso, pero nos hemos disgregado. Algunos se volvieron periodistas militantes, pero hacen de cuenta que no lo son; otros son mercenarios y algunos siguen manteniendo la línea. Esta variedad ha hecho que el periodismo perdiera esa cosa única que tenía antes: había una sola forma de hacer periodismo.

- ¿Está en contra de las nuevas formas de hacer periodismo?

- Está bien romper moldes porque si no hay transformación sería todo lo mismo, pero no hemos cuidado los límites. Cuando no hay límites todo da igual.

Massaccesi dice que no tiene una ideología marcada, sino que tiene valores. Y uno de los más importantes es opinar menos de lo que le gustaría. Otro valor que remarcó fue no pertenecer a ningún partido político: “Yo no me caso con ningún partido y no me interesa pertenecer a nadie, he sido equidistante con todos los gobiernos de turno” asegura.

Sobre su trabajo en los medios de comunicación, asegura que siempre trabajó en lugares que respetaron su opinión y siempre pudo hablar de todo. “Soy un tipo que acepta la discusión permanente. No me interesa la pelea” dice. No es de los que se casan con el conflicto permanente. “Por otros colegas sé que hay medios que te obligan a decir algunas cosas o callarte. No sé si podría sostenerme en un lugar así. Siempre he trabajado en medios en los que coincido con los parámetros de la línea editorial”, agrega.

Massaccesi le advierte a los estudiantes de periodismo que en esta profesión “nunca les va a alcanzar” porque siempre se busca más. Invita a pensar qué periodista quiere ser cada uno y remarca: “Es mucho más fácil ser famoso: armas un escándalo, te peleás con alguien delante de una cámara, te ponés en pareja con alguien conocido. Pero la fama dura muy poco, después hay que trabajar”, asegura. Entiende que el prestigio es un camino largo y frágil y cuestiona que hoy cualquiera se haga llamar periodista, aunque carezca de formación profesional.

Sin dejar de trabajar nunca en los medios, Massaccesi incursionó hace algunos años en la escritura de libros de autoayuda.

- ¿Cuándo y cómo se dio cuenta de que quería ser periodista? ¿Hubo algún momento clave o fue una vocación que siempre estuvo presente?

-  A los ocho años jugaba a que era periodista en un noticiero con mi amigo del barrio Marcelo Irastorza. Usábamos una cámara de cartón, auriculares de latas y un teleprompter. Nunca entendí por qué soy periodista y tampoco quiero averiguarlo. El destino me tenía preparado esto.

-¿Siente que no puede hacer otra cosa?

- No sé hacer otra cosa, no sé si soy bueno o malo para el periodismo; no sé clavar un clavo, no sé manejar, no soy bueno para los deportes. Nunca tuve mi título porque siempre trabajé mucho, soy un alumno “deudor”.

- En su último libro, “Salir de los miedos”, que escribió junto a la psicóloga Patricia Daleiro, aborda cómo enfrentar los propios temores ¿Hubo algún temor que lo paralizara, ya sea en su vida personal o en su carrera, que pensó que no podría superar?

- Hubo muchos miedos que me paralizaron durante años. Tuve mucho miedo de no conseguir trabajo, de que yo no valiera o no sirviera para el periodismo, a no vivir de este trabajo. Pero siempre que aparecía un miedo que me paralizaba pensaba: ¿Quién quiero ser yo? Muchas veces me morí de hambre, muchas veces no tenía ni para pagar el colectivo, estuvieron a punto de rematar mi departamento porque estaba tapado de deudas. Al mes de trabajar en Canal 13 me estaban por embargar el sueldo y me morí de vergüenza.

- ¿Cómo resolvés esos problemas sin que te sobrepasen?

- Si no sé y no quiero hacer otra cosa, tengo que salir adelante. Yo lo llamo la fe en uno mismo: eso que parece imposible en algún momento va a ser real.

- En una entrevista mencionó que soñar fue lo que lo mantuvo de pie y le permitió seguir adelante. Hoy, con todo lo recorrido, ¿siente que cumplió todos sus sueños o aún le queda alguno pendiente?

- Los sueños que yo tenía en mi infancia y que me salvaron los cumplí todos. Tengo la casa que quiero, la vida que quiero, el trabajo que quiero, me siento valorado. Las personas que he querido entrevistar las he entrevistado. Soy la persona que he querido ser. Pero también soy una fábrica de sueños, que hacen que mire hacia delante.

- ¿Qué sueños tenés ahora?

- Me encantaría llevar mis libros a otros países, hacer un programa de radio donde la gente llame para confesarse y me encantaría que hagan un documental sobre mis libros en alguna plataforma. Estoy trabajando en ello.

Luisana López
- Estudiante de periodismo -