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Voces detrás del bombardeo
Por | Fotografía: Gentileza Reaf Zaqout
Foto: Calles de Jabalia, ciudad palestina ubicada cuatro kilómetros al norte de Gaza.
La escalofriante cifra de víctimas en Gaza adquiere otra dimensión cuando se ven sus caras y se escuchan sus intentos por sobrevivir. El presidente de la Confederación Palestina Latinoamericana, Rafael Araya Masry, planteó las trabas que impiden que llegue la ayuda humanitaria a la zona más asolada del planeta
Publicada el en Crónicas

“Para escribir una poesía que no sea política

debo escuchar a los pájaros.

Pero para escuchar a los pájaros

Hace falta que cese el bombardeo.”

(Marwan Makhoul, poeta palestino).

Mientras redactaba esta crónica, los 12 pasajeros de la flotilla de la libertad Madleen que abordaba Greta Thunberg, la reconocida activista, eran interceptados por fuerzas israelíes cuando iban rumbo a Gaza para llevar ayuda humanitaria. Rafael Araya Masry, presidente de la Confederación Palestina Latinoamericana y del Caribe (COPLAC), miembro del Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y miembro del Consejo Nacional Palestino, aporta las cifras del genocidio: son casi 60 mil palestinos asesinados, de los cuales 18 mil son niños menores de catorce años y 900, bebés de menos de un año.

Detrás de las cifras escalofriantes, hay rostros, nombres y voces que claman a una comunidad internacional que parece anestesiada. En este informe, El Sur le otorga la voz a las mujeres, hombres y niños que –lejos de las narrativas en una y otra dirección- a diario le ponen el cuerpo a un conflicto que parece no tener fin. Reaf Zaqout, mujer palestina de 29 años, dice por un mensaje de Tik Tok: “Esto no es vida, es supervivencia bajo el fuego, sin esperanza, sin ayuda y con el mundo mirando en silencio”.

Actualmente los palestinos se comunican por redes sociales con la esperanza de conseguir donaciones para pagar los alimentos que consumen o el alquiler de las casas derrumbadas en las que viven, de esa manera esta cronista logró ponerse en contacto con testimonios de primera mano. Doaa Khalifa, de 34 años, que vive con su esposo y dos hijos de cuatro y siete años, no publica nada en su Instagram desde hace dos días. En el link de la página donde recauda fondos el hombre que los ayuda a coordinar la página explica que Doaa se enfermó del estrés y que ya no tiene voluntad para seguir publicando.

A Ezz, de 20 años, que también se contacta por Instagram y tiene toda una historia destacada dedicada a Messi le cuesta comunicarse en inglés. Lo hace a través de un traductor y, con mucha dificultad, cuenta su día a día en medio del genocidio.

Todos estos nombres propios comparten una historia, la del hambre.  Reaf cuenta que vive con 15 miembros de su familia, entre ellos varios niños que lloran de hambre, a veces no hay ni un pedazo de pan para alimentarlos.

Doaa menciona que comen un día y luego pasan varios en ayunas. Su alimentación consiste en pan o algunos vegetales que salen muy caros, ya que no hay peces, carne, huevos ni nada saludable.

El diplomático Rafael Araya Masry da un contexto histórico del conflicto.

-¿Por qué no llega la ayuda humanitaria?

-Lo que es más grotesco en esta entrega de ayuda humanitaria es cómo los colonos israelíes, y lo que es más sorprendente, los niños israelíes, se ponen delante de los camiones que llevan la ayuda humanitaria, vacían los camiones de las cajas de ayuda, las pisotean y bailan encima de ellas portando banderas israelíes.

El 7 de octubre de 2023 es reconocido como el día que inició el nuevo enfrentamiento entre Israel y Palestina, pero en realidad hay una larga historia detrás.

-¿Cómo comienza el conflicto?

-La causa original de esto siempre van a ser 77 años de represión continuada, de ocupación de territorios continuos, territorio de la Ribera Occidental, Cisjordania, Jerusalén oriental, ataques permanentes a la población de la franja de Gaza y sobre todo a un proceso de colonización que va robando día a día el territorio palestino.

“Primero van ellos a quemar cosechas, a robar ovejas, a matar ovejas, a quemar olivares, y detrás de ellos viene el ejército para protegerlos”. Ezz, que vive con su numerosa familia en una carpa debido a la destrucción de su casa, menciona que el bombardeo es constante, esa declaración se reitera una y otra vez.

Khalifa cuenta que su hijo de cuatro años tiene convulsiones por el miedo y su temperatura sube sin razón, no puede hablar, no dice una palabra. Tiene miedo a todo y a la noche no puede dormir. Zaqout comenta que su salud mental está en ruinas por el estrés, el miedo, el sonido de las explosiones y el sentimiento de impotencia. “No sé cuánto podemos seguir así”, menciona. Muchos sufren enfermedades crónicas para las cuales no hay medicamentos ni tratamientos, como su mamá que sufre de cáncer y su hermano que tiene epilepsia.

La mayoría de casas han sido bombardeadas, por lo cual la familia de Khalifa tiene que alquilar una casa en ruinas con las donaciones que consiguen por internet. La situación de Zaqout es similar. Ella, aunque también vive en una casa en ruinas, comparte lugar con 15 miembros de su familia. Dice que hay muy poco espacio para dormir o respirar y mucho menos momentos de paz. También menciona que la lista de pérdidas es lastimosamente larga, cada pérdida es una herida que nunca cierra y el duelo es interminable.

Cada día los palestinos viven con miedo de morir y sus seguidores entran a Instagram o Tiktok con incertidumbre y temor: cuando pasan días sin publicar algo, eso puede ser un indicio de lo peor. El mundo se convierte en una distopía. En los Juegos del Hambre, los asesinatos se difunden por televisión nacional, ¿Es tan alejado el panorama actual?. Estas personas hacen videos rogando por ayuda y la mayoría de la audiencia los ignora y pasa al siguiente video o peor: algunos incluso se toman el tiempo de comentarles algo negando sus propias vivencias.

¿Por qué hay una insensibilización tan grande del conflicto? Araya Masry declara que los soldados israelíes no tienen ningún tipo de remordimiento, en ocasiones hasta posan con la ropa interior de mujeres palestinas que encuentran en las casas bombardeadas, el modelo educativo de Israel enseña a los niños que los palestinos son inferiores.

-¿Cómo se llega a semejante grado de insensibilidad?

-Es que la educación israelí entrega un producto terminado al ejército, por eso no existen las barreras morales que incluso un soldado debe guardar para enfrentar a su enemigo. Todo ese proceso de deshumanización, en realidad es un lavado de cerebro profundo, es un condicionamiento y es un modelo educativo que sólo se transforma en una expresión de odio hacia los palestinos. Por eso podemos entender, aunque es absolutamente injustificable, el por qué el soldado israelí actúa como actúa. Porque a través de esa formación se han eliminado las barreras éticas y morales para enfrentar a un supuesto enemigo.

El fin del genocidio no se ve cercano pero se empieza a avizorar un cambio social, cuenta el presidente de la COPLAC. Cuando tú ves que los jóvenes judíos participan en las tomas de las universidades y defienden a Palestina y salen con banderas palestinas, también entiendes que algo está cambiando en el seno de la sociedad norteamericana. Y eso es lo que más aterrado tiene al Estado de Israel. El cambio en la percepción de la sociedad estadounidense respecto de lo que es el Estado de Israel. Porque si hace 5 años el consenso era que el 80% apoyaba el Estado de Israel, hoy no llega al 50% entre los jóvenes.” 

La resistencia palestina se hace notar, los jóvenes siguen estudiando, siguen resistiendo.

Araya Masry recuerda una conversación de hace años con un joven palestino. “Tenemos que ser los mejores para poder reconstruir Palestina, para poder construir nuestro Estado, me decía.”

Esta esperanza y fe es la que mueve a todos los palestinos a resistir, guiada por una frase popular: “Desde el río hasta el mar, Palestina será libre”.

Emilia Murúa
- Estudiante de periodismo -