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El balotaje que definirá al próximo presidente de los argentinos dio lugar una movilización popular generalizada en la que la totalidad de los sectores sociales del país han tomado una posición determinada. El Sur juntó a una docena de músicos independientes cordobeses y los interpeló sobre el pasado inmediato y el futuro por construir.
Publicada el en Música

Día a día y noche a noche, cientos de músicos independientes de todos los rincones del país se suben a los escenarios a enfrentar a un público al que, en mayor o menor medida, interpelan a traves de sus formas de hacer y decir. Cargan sus equipos, venden sus entradas, graban sus discos y pelean por sus derechos. A ellos, como a tantos otros, el presente los obliga a leer el pasado reciente y analizar los futuros posibles. El Sur juntó a doce músicos independientes de Córdoba para conocer su opinión con respecto al momento que cruza a la República Argentina. Scioli y Macri. Los cambios y las continuidades. Los futuros para construir y los pasados tan temidos. Mirá lo que dijeron...

Mery Murua Me parece que a muchos nos sorprendió el momento inédito que estamos viviendo. Creo que nos llama la atención la forma en que esto nos ha pegado individualmente y cómo sociedad. Yo no recuerdo una situación similar desde que voto hasta el día de hoy. Yo me sorprendo también al ver la movilización desde lo personal. El fenómeno de ver a cada uno de los argentinos salir a expresarse y actuar en consecuencia. A mí, la situación me agarra medio angustiada, pero creo que es una angustia típica que aparece cuando algo te importa. Eso que te agarra cuando podes pensar en perder todo lo logrado, en lo que uno también ha trabajado en alcanzar.  Desde mi lugar de artista, veo todas las políticas que se han llevado a cabo y me parece que son las más significativas de todos los tiempos. También coincido con muchos otros compañeros en que hay muchas cosas por mejorar porque esto es un trabajo que se empezó a hacer sobre la marcha. De todas formas, lo que se ha hecho es digno del aplauso de todos nosotros. Entonces la incertidumbre va acompañada de ese acto que implica "ponerse la camiseta". Hacerse cargo de la militancia de entrecasa, conversar con el que uno se cruza y debatir, porque la militancia desde la cotidianeidad es lo que también ha marcado la diferencia en todo este tiempo.

Nicolas Kuitca (Guitarra y voz en Quieto Poliéster) En estos días donde la utilización de las palabras parece olvidar cualquier referencia o respeto histórico, en donde hasta una alianza de derecha utiliza a el cordobazo como slogan vacío para su campaña, creo necesario poner blanco sobre negro algunas cuestiones que arrojan luz a un pensamiento endeble que justifica que los dos modelos de país, y por ende culturales, "son lo mismo".  Creo que cursaba el cuarto año del secundario cuando nos hicieron ver una película a la que no preste demasiada atención pero que con el tiempo volvería a mi cabeza más de una vez. Se llamaba “Cuarto Poder” y explicaba cómo un noticiero podía convertir a un hombre que mantenía una toma de rehenes en un héroe o en un villano. Algo así sucedió en esta última década. Particularmente desde la visión de un trabajador de la cultura necesito contrastar algunas cosas. Por un lado la creación del Ministerio de Cultura y las políticas de industrias culturales en contraposición  con el cierre de centros culturales en la Ciudad de Buenos Aires. Mucha gente no lo sabe pero, sólo en el 2014, se cerraron 65. Destacar que Argentina fue el primer país en el mundo que garantizó un porcentaje mínimo de difusión diaria de música independiente en las radios masivas en evidente oposición a declarar como personalidades destacadas de la cultura a músicos como Tan Biónica, Violeta o Arjona, que son personajes que responden al main stream de la industria musical y que, te guste o no, los medios de comunicación van a instalar en tu cabeza con su letal alta rotación. Recuerdo una charla con un gran cantor de tangos de Córdoba, Gustavo Visentin, en la que él nos contaba a todos sus alumnos como antes un canillita o un lustrabotas podía tranquilamente frasear un tango con todos los "yeites" del estilo, y nosotros ahí en un taller intentando aprender algo que debería sernos innato; pasa el tiempo y esa reflexión me lleva a pensar que la destrucción de la industria cultural de aquellos años resulto en algo así como que a un Cordobés lo robaran de su tonada antes de nacer. Espero que no nos pase una vez más.

Nacho Ramia (Bajo y voz en El Mano) Mas allá de las políticas culturales que fueron fundamentales en estos 12 años para mejorar las condiciones de trabajo de los músicos, hubo otras políticas que nos impactaron para bien. Cada vez más gente consume música en vivo. Si cada vez más gente puede pagar una entrada, tomarse algo y volverse en taxi a la casa, es porque las necesidades más urgentes ya las tiene resueltas. Y si hay mucha gente yendo a ver bandas, hay muchos bares generando empleo, hay muchos sonidistas laburando, iluminadores, fleteros, las bandas ven unos pesos y lo gastan en un estudio de grabación, o comprando instrumentos, o fabricándolos con algún luthier. Todo eso se da por dos cosas: El trabajo incansable de todos y la presencia del estado. Nosotros vamos a trabajar siempre, la presencia del estado… es lo que está en juego en estas elecciones.

Ezequiel Rogna (Percusión y voz en La Pata de la Tuerta) Creo que la próxima elección pondrá en juego nuestro grado de conciencia como pueblo argentino frente al simulacro de la derecha político-mediática. En su momento, Raúl Scalabrini Ortiz comparó al tendido de rieles con una telaraña que atrapaba a nuestro país para dejarlo a merced del imperio británico. En nuestros días, esa imagen puede aplicarse al imperialismo yanqui, araña que tiende hilos de odio, egoísmo, miedo y confusión con un objetivo elemental: enajenarnos de nosotros mismos. Como músico independiente, entiendo que en la próxima elección se va a estar jugando la posibilidad de seguir tendiendo nuestras propias redes, aún frágiles por incipientes. En los últimos años, y bajo el paraguas abierto por un Estado soberano, ese entramado se revitalizó para generar más trabajo y permitirnos parir símbolos propios, sonidos inéditos y balbuceos que quieren ser palabra.

Fer Romero Yo pienso en el paralelismo de mi familia en estas décadas, al igual que una serie de tv que se llamó “Vientos de agua”, donde se muestra conjuntamente el exilio de los europeos a tierras latinoamericanas en los años de guerras y hambre y la de argentinos a “las europas” en los comienzos del nuevo milenio. Yo voy a ser padre y pienso en mi hijo, en mis sobrinos. Siento que tengo la responsabilidad de romper con esta herencia que parece tozuda y terca de querer llevarnos otra vez a los mismos lugares del que con mucho esfuerzo pudimos salir. Soy músico, soy docente de música, produzco bienes culturales, pero como muchos de mis compañeros también soy protagonista y actor de esta época que nos toca ser eslabón de las luchas que nos legaron. Hablando de lo socio cultural, hemos conquistado derechos verdaderos, que funcionan como cimientos para seguir construyendo; nosotros y el Estado, no por separado sino en conjunto, colectivamente, como tribu, como comunidad. Al igual que mi abuelo en gobiernos de Perón, me pienso en estos doce años. Yo nunca me sentí más representado.

Agustin Druetta Hace un par de días dejé de entrar a facebook, la verdad es que me tiene podrido con el asunto del balotaje. Entre mis contactos la gran mayoría es kirchnerista. Tengo músicos, estudiantes, gente joven, periodistas y trabajadores en general. Algunos postean chistes, otros están indignados; hay amables, aburridos y argumentadores. Pero una clase de contacto me llama particularmente la atención, son "los convencedores".  El convencedor es un tipo que comprendió que la única forma de ganar votos para un lado es persuadir a los del otro; entonces no persigue enemigos sino votantes. Sale a la calle en busca de un semejante. Sabe que "la patria es el otro" inclusive el contrincante. Entiende que entre "todas las voces" también está la divergente. Defiende la "democracia para todos" porque sabe ganar y también perder, y respeta las decisiones populares. El convencedor es un ejemplo de militancia porque ama el proyecto sin odiar al prójimo. Cuando iba a la escuela, en los años noventa, sufríamos al ver la indiferencia política de nuestros compañeros. Hoy, en cambio, aunque yo esté cansado de ver mi facebook, las cosas son bien distintas. Pase lo que pase, eso es irreversible.

Juan Manuel Pairone  Me parece que, puntualmente en los últimos dos períodos de gobierno, se ha dado una incesante incorporación de actores organizados, programas y movidas que tienen una contemplación casi directa por parte del Estado. Eso se ve a nivel de actividades y programación artística nomás porque ha habido una expansión muy grande. Por otro lado, ha habido un reconocimiento a la figura del trabajador de la música que creo yo que se por primera vez. Eso, que es algo bastante original en la historia de la cultura argentina, se ha visto cristalizado en leyes como la Ley Nacional de la Música, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual con su cuota obligatoria para la música argentina e independiente; o en programas como el “Recalculando” del Ministerio de Cultura que hizo que muchas expresiones independientes del país pudiesen cruzarse para intercambiar recursos y experiencias, o el Mercado de Industrias Culturales (MICA) que nos fue ayudando a pensar las formas en que todo esto que hacemos nos sirva para seguir viviendo y trabajando. El Estado motorizando eso ha instalado una especie de sensación para hacernos sentir que se puede laburar. Para mucho de los que crecimos en los 90 con la crisis del 2001 como hecho significativo, que el Estado sea un lugar a donde se puede ir y formar parte aparece como una situación novedosa. Estas cosas generan muchos debates también, claro. Pero que estas políticas existan, para mí es  muy valorable porque son políticas que están destinadas a los actores de la música en general. Estamos hablando de contribuir a la formación, al debate, al enriquecimiento a partir del encuentro con el otro. Yo creo que hemos ganado. Este país es grandísimo y tenemos que lograr entender que ni la realidad de la metrópoli porteña ni ninguna otra termina de ser la única, ahí está la importancia de los encuentros que ha sido el combustible más importante de los últimos años. En la elección del 22 se juega la permanencia de algunas pautas y tendencias que hace que uno se sienta cada vez más cómodo. Cada vez más parte de un juego que empieza a jugarse cada vez con mejores recursos. Y en eso hay dos tendencias bien claras. Si bien para mí Scioli no representa una continuidad en todos estos aspectos, porque no tiene mucho que ver con lo más fructífero del kirchnerismo a nivel cultural en los últimos años, creo que genera las condiciones para que este tipo de iniciativas que se resumen en la creación del Ministerio de Cultura se puedan seguir laburando de alguna forma y para que eso se convierta en algo que no se discute. El hecho de que se pongan en frente dos perfiles tan antagónicos genera que nos preguntemos si esto puede continuar o no. Entonces celebro el cuchillo en la panza que nos hace pensar y salir a defender esto que nos ha cambiado la forma de pensar y nos ha ayudado a crecer un montón. Tenemos que tratar que a los que vienen no les sea tan difícil volver a empezar.

Lucas Heredia Creo que nos encontramos en un momento histórico. Llegamos a tener que decidir por dos candidatos que no son la cara definitiva de lo que representan detrás. Macri es el representante del poder económico y la derecha pero lo hace casi desde el rol de gerente. Scioli, por su parte, representa la opción del proyecto nacional y popular, de otra manera y tal vez desde otro sentido. Está todo muy claro. El balotaje del domingo es antipolìtica, marketing, empresas y gerentes por un lado y la continuidad del proyecto nacional por el otro. Si bien no creo que en Scioli se sublime el futuro proyecto nacional, creo que las personas que se han hecho cargo de la defensa del modelo ante la adversidad han quedado expuestas a partir de salir a bancarlo y a defenderlo dejando claro quiénes son el proyecto. Entonces todo queda claro. Por un lado una militancia con fuertes convicciones que se siente interpelada por un momento histórico y lo manifiesta, como sucedió cuando murió Néstor Kirchner; y por otro lado hay un marketing vacío de definiciones políticas que busca ocupar espacios para habilitarle la llave al poder económico. Ojala que el momento nos dé la oportunidad de aprender y no retroceder.

Mariana Piatti (Voz en Anima Terra) Yo tengo una visión positiva en torno a todo lo que está sucediendo a nivel político. Sobre todo en el ámbito musical. Hay muchas oportunidades políticas que se han abierto a partir de la discusión de la Ley de la Música, la creación de la Federación Argentina de Músicos Independientes (FAMI); o espacios como el SONAR que permite que los músicos se profesionalicen o que entre en una dinámica de formación que se da tanto a nivel intelectual como a nivel laboral. Creo que estamos en vías de desarrollo porque el apoyo cultural del momento nos hace ver nuestro trabajo a futuro de una manera favorable.  Por otro lado, yo pienso que se está poniendo en juego nuestra capacidad de tolerancia. Es una tontera que te diga que hay dos modelos muy claros en juego y tampoco creo que tenga sentido querer explicarle a un macrista lo que es Macri o a un sciolista lo que es Scioli. Nuestra confianza y nuestra capacidad para tolerar es nuestro mayor desafío. Si bien yo apoyo abiertamente el modelo del Frente para la Victoria, hasy tantas personas que quiero que votan a Macri que, de alguna forma, he decidido dejar en sus manos lo mejor para nuestro país. Porque gane quien gane, creo que todos votamos pensando en lo que es mejor para todos. Yo quiero confiar en eso.

Nacho Serfaty (Voz en La Madre del Borrego)  Para mí se pone enjuego la construcción de una reparación histórica que se vivió en el país y que muy claramente se vería tirada abajo. Si bien ahora Macri habla de la asignación universal por hijo y demás cuestiones a las que en su momento se opuso, el tipo no esconde sus ideales. Siempre tuvo el perfil de una persona totalmente neoliberal, su padre hizo desastres que todo el mundo conoce y creo que hemos conseguidos muchas políticas y cosas muy copadas en este último tiempo. Si bien hay muchísimas cosas para mejorar, creo que nadie puede negar que estamos mucho mejor. Lamentablemente, todavía hay mucha gente que cree demasiado en los medios y todo este discurso de "está bien, hemos mejorado pero hace falta un cambio" y ahí entra Macri. Yo no creo que hay una parte de la población sea tonta, ni mucho menos, pero es cierto que hay mucha gente que repite el discurso de los medios. Ahí no hay consistencia ni ideas. Hay que analizar como esta cada un de nosotros y nos vamos a dar cuenta de que estamos mejor. No puede ser que la gente que haya gente que diga que Boudou es igual que choro que Macri y que por eso lo vote a Macri. Ahí no hay análisis, es una atrocidad. Hay un adormecimiento que generan los medios que es preocupante. A ellos les echo básicamente la culpa de lo que pase.   

Lisandro Ponzetti  Yo que crecí con Videla, y me crié sin poder, tras superar el acné trozco de la adolescencia, desde 2008, con la 125 me sumé a participar en apoyo al movimiento kirchnerista. Fué lo mejor que me pasó en mi pasión por la política. Encontré lo mejor de mi y de miles de argentinos. Me crié bajo la caricia del “Mis queridos descamisados”, fui un cabecita negra, querido y honroso porque aquella frase inauguró el único amor por los pobres desde el poder. Algo inédito. Hoy escucho pobreza cero, y me suena a crimen y odio por la pobreza. Soy un tosco de la política: dejo los detalles finos para la intelectualidad bibliotecaria y pienso que el kircherismo y ahora Scioli, abren las puertas a las demandas de los de abajo, de los trabajadores, de los olvidados, de los marginados, de los excluidos. Votarlos para mi es lealtad y gratitud, jamás sacaría las patas de la fuente.

Marcos Luc  Para ser el primer balotaje de la historia argentina, es bastante representativo. Se enfrentan en las urnas dos modelos de país que venimos siendo desde los comienzos de la república: uno colonizado, entregado a los intereses extranjeros y al Fondo Monetario, con destino de crisis, donde ganan pocos y son siempre los mismos; y el otro digno, de pie, inclusivo, con ansias de redistrución, de recuperación de su soberanía, sin miedo a los enfrentamientos. Macri representa lo peor de nosotros: un discurso vacío, cursi, marketinero que pretende esconder el abismo. Scioli representa la continuidad del cambio, que ya se hizo. Alguien que se lo diga a Mauricio. Nadie que tenga edad, memoria y conciencia política, puede dudar. No hay ambigüedades, no hay letras chicas, no hay interpretaciones: cada uno elige el país que quiere. Es esta la elección más sencilla en la hemos participado y no importan el debate, las propuestas ni los discursos. ¿Quién va a ganar? ¿Qué se yo? Ahora veremos qué país queremos ser. Yo voy a votar por Scioli.

César Martín Pucheta
- Periodista -