La ciudad de Río Cuarto, corazón de la pampa húmeda que cobró notoriedad nacional hace una década por el crimen todavía impune de Nora Dalmasso, elije este año al sucesor del radical Juan Jure en la conducción del gobierno municipal. La elección tiene la particularidad de ser el primer test electoral desde el sonado triunfo de Mauricio Macri en el balotaje presidencial del año pasado. Y que las dos fuerzas mayoritarias –que tienen como columna vertebral al radicalismo y al peronismo respectivamente- adhieren a la filosofía política del nuevo gobierno nacional.
Como será el nivel de coincidencia ideológica respecto del nuevo escenario nacional, que una reunión entre el legislador Carlos Gutiérrez –principal espada política del gobernador Juan Schiaretti en estas tierras- y el intendente Jure desató el insólito rumor de que, por primera vez en la historia, peronistas y radicales podrían confluir en una misma lista para tributarle a Macri el primer triunfo electoral desde su asunción como presidente, nada menos que en el corazón de la pampa gringa y uno de los epicentros del sonado conflicto del “campo” con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por la célebre Resolución 125.
Cinco dirigentes del radicalismo se inscribieron para competir por la candidatura a la intendencia: Miguel Angel Besso, Claudio Miranda, Eduardo Scoppa, Gabriel Abrile y Eduardo Yuni. Salvo Yuni, que hasta diciembre presidió el bloque de la UCR en la Unicameral cordobesa, todos ocupan cargos en la estructura de poder municipal: Miranda preside el Concejo Deliberante, Scoppa es concejal, Abrile es subsecretario de Salud y Besso preside el Consejo Económico y Social en representación del municipio.
Los pronósticos favorecen a Yuni, que juega con el caballo del comisario: al incluir al presidente del Ente Municipal de Obras Sanitarias (EMOS), Carlos Ordóñez, como cabeza de lista, se granjeó el apoyo del intendente y su agrupación “La 30 de octubre”, alicaída desde la abrupta salida del gobierno municipal de Guillermo Aón y Juan Pablo Casari por el affaire Frangie (la designación de un militante acusado de narcotráfico que después fue sobreseído por la Justicia).
Yuni, que aventaja claramente a sus oponentes políticos en cuanto a recursos económicos se refiere, cuenta con el apoyo del ex intendente y actual legislador provincial Benigno Rins, que incluyó a su hijo Ismael en la lista de concejales. También cerró filas con una de las vertientes del macrismo vernáculo, encarnada por el ex jefe de gabinete Guillermo Mana, que se bajó raudamente de la contienda pese a haber renunciado al gobierno para dedicarse de lleno a la campaña electoral.
Sin embargo, Yuni estuvo lejos de convertirse en el candidato del consenso, como era su intención, y ahora deberá refrendar en las urnas su promocionado liderazgo en las encuestas. La cita será el domingo 20 de marzo y podrán votar, además de los radicales –alrededor de 14.000 afiliados en la ciudad-, los ciudadanos independientes que no estén enrolados en ningún otro partido político.
¿Cuántos ciudadanos concurrirán a las urnas? Es un misterio. Con una gestión que no enamora y la proliferación de candidatos que no terminan de diferenciarse entre sí, nada hace prever que la afluencia vaya a ser masiva. Como referencia, en la última interna radical donde se enfrentaron dos pesos pesados –los ex intendentes Benigno Rins y Miguel Angel Abella-, la concurrencia apenas superó las diez mil almas. Fue sensiblemente menor unos años atrás, cuando el entonces presidente del EMOS, Gonzalo Losada, se impuso al ahora precandidato Yuni. En aquél momento, ante el pedido de recuento de votos de Yuni, la respuesta del entonces presidente del radicalismo, Rafael Pressacco, fue quemar las urnas en el asador de la sede partidaria.
Sea cual fuere el resultado de la interna radical, es un hecho que el centenario partido sumará a sus listas a las huestes del PRO, ratificando una alianza nacional que tuvo en el actual intendente de Río Cuarto a uno de sus principales impulsores en la provincia.
Llamosas PRO
Por el lado del peronismo, el ex defensor del Pueblo Juan Manuel Llamosas fue proclamado tras la apresurada convocatoria a una elección interna de la que no participó nadie. Pese a esta debilidad de origen y por su falta de carisma personal, el candidato de Unión por Córdoba –que renunció a su banca de concejal para dirigir el área de Promoción Social del ahora desaparecido “gabinete del sur”- corre con ventaja: según las encuestas que circulan por estas horas, estaría entre cinco y siete puntos arriba del oficialismo, cuya opaca gestión habría producido una previsible decepción en el electorado que le dio una nueva oportunidad a Jure hace cuatro años.
Llamosas evitó pronunciarse públicamente sobre a quién votaría en la última elección presidencial y eso le trajo no pocos problemas con muchos peronistas que, desoyendo la orden del ex gobernador De la Sota, trabajaron decididamente por la candidatura de Daniel Scioli. La estrepitosa derrota sufrida en Río Cuarto –mayor incluso que el promedio provincial, que fue de 7 a 3- incrementó el pase de facturas internas a quien por entonces ya era el candidato del peronismo en la ciudad.
Aunque lo impuso De la Sota y en los hechos responde incondicionalmente a su concubina Adriana Nazario, Llamosas no entusiasma al gobernador Juan Schiaretti. Tampoco logró ampliar el abanico de aliados de Unión por Córdoba: apenas pudo sumar a un sector del kirchnerismo al incorporar en un lugar expectable de la lista de concejales a uno de los referentes de la agrupación La Jauretche, que responde al ex secretario de Derechos Humanos Martín Fresneda.
El resto del kirchnerismo local amenaza presentar candidato propio a la compulsa por la intendencia, prevista para fines de mayo o principios de junio. La apuesta de máxima es tentar al ex rector y ex intendente Alberto Cantero. Sería otra paradoja: si los K van con lista propia, favorecerían las chances del radicalismo. Cuando Cantero ganó la intendencia, los radicales acusaron al hoy precandidato Eduardo Yuni de haber trabajado para Cantero. De hecho, Yuni debió refugiarse un tiempo en el directorio del Mercado Central de Buenos Aires, donde habría llegado de la mano del entonces poderoso diputado Humberto Roggero.
Sea como fuere, tanto el candidato que finalmente sea consagrado en el radicalismo –que sumaría al PRO a su alianza- como Llamosas plantean una clara afinidad con el presidente Mauricio Macri, que tendría así asegurado el festejo con globitos de colores en la primera ciudad que le abrió las puertas a su candidatura presidencial y que en los próximos días cortará la cinta para dejar inaugurada la primera sucursal del Banco Ciudad de Buenos Aires en Río Cuarto.