Nacidos en el año 1997, Los Caligaris han logrado, con el paso de los años, una síntesis de lo que solo puede expresarse desde la mixtura popular de la música hecha en Córdoba. Con el cuarteto como bandera identitaria y los ritmos generacionales contemporáneos como herramientas a las cuales echar mano a la hora de abrir el abanico de la expresión. A lo largo de los seis discos que precedieron a Circología, la banda pudo poner ese formato en el juego de la puja por los públicos y los espacios logrando conquistar círculos que durante muchos años fueron esquivos a los artistas cordobeses anclados en los perfiles tradicionales del mercado musical. Hoy, Los Caligaris son parte de ese puñado de artistas conocidos en el universo de la canción de habla hispana que, para sorpresa de muchos dentro de su propia tierra, expanden las fronteras de su obra cada vez con mayor velocidad. Basta rastrear en las redes sociales, la celebración de la música de Los Caligaris en México, en Colombia y algunos países de centroamérica para verificar parte de esta historia que a veces suele tomar tintes mitológicos. 

Circología parece ser un disco destinado al encuentro de una nueva consagración. Después de patear los escenarios locales haciendo conocer su híbrido conceptual entre bailes esquivos y antros de intolerancia, Los Caligaris vivieron un conglomerado de etapas que parecen ser un vademécum del derrotero de la música popular de este comienzo de siglo. Pasaron por momentos de gloriosa difusión mediática, fueron encasillados por el mercado de las discográficas y las disquerías, se hartaron, produjeron sus propios discos, se independizaron y fueron convocados nuevamente por la industria que, esta vez, los dejó hacer al modo que ellos mismos se habían autoimpuesto.

El nuevo disco viene de la mano del influyente sello Pop Art y vuelve a contar con importantes compañeros de grabación, que siempre estuvieron presente en los trabajos de la banda y que, esta vez, vienen a unirse a esta reivindicación de la expresión circense que la banda decide emprender. Al girar, el disco de Los Caligraris contará con las presencias de Emiliano Brancciari (cantante uruguayo de No Te Va Gustar), José Guadalupe Esparza (vocalista mexicano del grupo Bronco) y la de Dr Shenka (también mexicano, líder de Panteón Rococó). Después de grabar con artistas nacionales del calibre de Gustavo Cordera, Pity Alvarez y “El Mono” de Kapanga, Circología hace valer el perfil latinoamericano de la propuesta de la banda en el doble camino del diálogo con el público continental. Doce canciones en las que el circo se expresa desde su alegría puesta por sobre los puntos bajos del sentimiento. La alegría como bandera y como antídoto. “Aunque no quiero” y “Bolso gris” empoderan a la canción universal. “Vino y soda” y “Mejilla izquierda” paran al escucha en la pista tradicional del cuarteto cordobés. “Pero no puedo”, “Que corren” y el ya clásico “Todos locos” ensalzan el costado histórico de la canción caligari; “Amor nunca pasa de moda”, “Mentime la verdad” y “Canciones en cámara lenta” dan la vuelta por los carriles de seducción con los públicos fronteras afuera y todo se resume en “Vivir por vos”. En ese tema, las formas del decir, la instrumentación, el ritmo, la convocatoria a mover las manos, las piernas, el cuerpo todo, se expresa la filosofía casi existencia de la Circología. Una forma de vivir, convertida en ciencia en el presente de Los Caligaris.