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Entrevista exclusiva a Eduardo Accastello
"Los cordobeses piden un gobernador del interior"
Por | Fotografía: El Sur
Foto: Eduardo Accastello quiere trasladar a la provincia las transformaciones que hizo en Villa María.
Candidato a gobernador por el kirchnerismo, el intendente de Villa María sale a mostrar su gestión en Villa María como eje de campaña. Recorre la provincia escuchando las demandas de la gente y dice que Córdoba debe dar vuelta la página para reencontrar el destino de grandeza que forjaron el Brigadier San Martín y Amadeo Sabattini. Convoca a un gran frente provincial para terminar con el cordobesismo, un modelo que considera agotado y que ha sumido a la provincia en la decadencia, a contramano del progreso nacional
Publicada el en Entrevistas

Eduardo Accastello habla pausado, calmo. Piensa cada respuesta y no elude ninguna pregunta. Atiende a El Sur en su despacho del Palacio Municipal de Villa María, adornado con un sobrio decorado detrás del escritorio y un enorme ventanal que invita a una vista panorámica de la ciudad que ha decidido mostrar al resto de los cordobeses para convencerlos de que lo voten. Hace meses que recorre la provincia con una propuesta innovadora: escuchar, antes que hablar. “Mis asesores me dan un minuto y medio para presentarme,  no más, y después estamos una hora y media escuchando a la gente. Al final, me quedan tres minutos para cerrar”, dice, invirtiendo la lógica tradicional de las campañas proselitistas. Asegura que la frase “Villa María, la ciudad de mayor transformación del país” no es sólo un slogan publicitario, sino una realidad palpable. Se ataja de los que lo tildan de “intendente K” –aunque se muestra orgulloso de integrar el espacio kirchnerista- y recuerda que su gestión como intendente empezó durante el gobierno de la Alianza. Dice que aprovechó sus primeros cuatro años para poner en marcha políticas de Estado que permitieron transformar la ciudad en base a tres ejes: una administración eficiente, la realización de obra pública y políticas de inclusión social. Pide una oportunidad y dice contar con un equipo de trabajo integrado por hombres con experiencia en la gestión, como el actual diputado nacional y ex rector de la Universidad Nacional de Villa María, Martín Gil. Está convencido de que el rival a vencer será el ex gobernador Juan Schiaretti. “El peronismo no tiene otro candidato porque De la Sota intentará llegar a la presidencia o se integrará a una fórmula nacional”, asegura mientras se entusiasma con un dato revelador que arrojan las últimas mediciones que llegaron a sus manos: cansados de tanto fracaso y frustraciones, los cordobeses que viven en la capital provincial quieren que el próximo gobernador sea del interior.

- El gobierno nacional anunció el cronograma electoral para las elecciones del año próximo, ¿qué pasará en Córdoba?

-Nosotros pedimos que la provincia tenga sus propias PASO, para garantizar la transparencia y la institucionalidad. Hay proyectos del oficialismo en la Legislatura y estamos esperanzados en que se aprueben. Las PASO son un sistema que favorece a los candidatos de partidos minoritarios y garantiza la transparencia en el manejo de los recursos públicos y privados de las campañas electorales, además de fomentar la participación ciudadana.

-¿Lo han pedido formalmente al gobierno provincial?

-Lo hemos pedido formalmente y también está trabajando el legislador Héctor Muñoz, que ha hablado a su vez con el legislador Rodrigo De Loredo, sectores del juecismo y el radicalismo.

 - ¿Hay tiempo todavía para producir esta reforma electoral en Córdoba?

- Hay tiempo hasta diciembre, depende de la decisión política del gobierno provincial.

- En caso de no prosperar esta reforma, De la Sota convocaría antes de las elecciones nacionales…

- No creo en esas hipótesis, me parece que son globos de ensayo. La elección provincial será posterior a las PASO nacionales. Vamos a seguir insistiendo con las PASO porque nos permite, y lo digo como autoridad del PJ nacional, sumarnos a una política del peronismo a nivel nacional, que es plantear una reforma integral de la política y la institucionalidad democrática para favorecer la elección de los ciudadanos.

- Si la reforma no prospera, ¿competirá en una interna del PJ provincial o irá por fuera de la estructura partidaria?

- Formo parte de la conducción del peronismo nacional y vamos a insistir con las PASO provinciales porque el peronismo es uno solo, no hay dos peronismos. Si el PJ de Córdoba insiste con artilugios para evitarlo, como sucedió en el último congreso provincial, para seguir manejándose como un club privado donde se eligen entre  ellos o fijan reglas para que nada cambie, vamos a integrar un frente político con eje en el Frente para la Victoria, pero ampliado a otros sectores que están participando en la idea de llevar a la provincia el modelo Villa María, que es un modelo de inclusión social, de relacionamiento institucional con los ámbitos provincial y nacional, de servicios plenos, desarrollo productivo y derechos humanos.

- ¿A quienes imagina formando parte de ese frente provincial?

- A todos los que quieran producir una transformación en serio. En Córdoba el Estado no acompañó el desarrollo del sector industrial, del sector económicamente más activo, y esto ha llevado a que sea un Estado inactivo, ineficiente, endeudado, que va en contra de lo que ha sucedido en el país, sobre todo desde el año 2003 en adelante, cuando Néstor (Kirchner) y Cristina (Fernández de Kirchner) plantearon el desendeudamiento como eje central de la Argentina de los próximos años. El frente político que imaginamos plantea el desendeudamiento de la provincia y la organización de un Estado presente. Hoy en Córdoba los servicios no son malos, son malísimos: faltan cloacas, agua potable, energía, gas. En Las Varillas no hay electricidad para que crezca el parque industrial; en Río Tercero no hay gas; otras ciudades no pueden desarrollarse por falta de infraestructura básica. Planteamos además la integración de Córdoba a un proyecto de país, sustentado en lo que hizo el Brigadier San Martín cuando fue gobernador, que planteó una Córdoba integrada a la Argentina.  Es increíble que la única política de Estado que los dos gobernadores que estuvieron gobernando  24 de los 30 años que llevamos de democracia en Córdoba pudieron celebrar el 10 de diciembre fue el Paicor, que es un programa asistencial.

- ¿Reivindicar la vigencia del Paicor supone admitir el fracaso de una política de desarrollo sustentable para la provincia?

- El Paicor era un programa trascendente cuando en la Argentina no teníamos forma de darle de comer a los chicos en las escuelas, hace 30 años. Hoy el Paicor se ha transformado en un sistema de mala calidad alimentaria que impide la integración de la familia y la educación. Es parte de un sistema perimido que va a contrapelo del nuevo concepto de la escuela. Las reformas que se están haciendo en Ecuador en materia de educación apuntan a un mayor compromiso de los padres, de las familias, con bibliotecas, deportes, esparcimiento. En Villa María estamos haciendo seis polideportivos barriales donde participan ONGS y familias. Hoy el Paicor es un sistema perimido que se ha transformado en un negocio que no garantiza ni la alimentación, ni la integración social y educativa.

- Se habla de un final de ciclo a nivel nacional, ¿pasa lo mismo en la provincia?

- No comparto lo del fin de ciclo nacional. Por el contrario, creo que en Argentina hay un nuevo tiempo, hay debate, no nos asusta la opinión diferente. Necesitamos puntos de encuentro para saber lo que queremos. Este es el tiempo en el que tenemos que decir si queremos blanco o negro, porque los grises ya no nos conforman. En Córdoba tenemos que definir si todo sigue igual o queremos un cambio. Lo que Córdoba necesita no es un nuevo ciclo, sino un nuevo tiempo de vincularse como proyecto a un país. En los últimos 30 años Córdoba estuvo totalmente aislada: Angeloz con Alfonsín, De la Sota con Menem, De la Sota con Kirchner y Schiaretti con Cristina. En 1998, cuando asumió el gobierno peronista en la provincia –del que nosotros formábamos parte-, de cada 100 pesos que se recaudaban, 56 correspondían a Ingresos Brutos y 28 pesos al Inmobiliario Urbano y Rural; hoy se recaudan 80 pesos de Ingresos Brutos y sólo 8 del Inmobiliario. Se está gravando el desarrollo productivo y no a quienes realmente pueden pagar los impuestos. Esto no pasa en Santa Fe. Allí no hay endeudamiento, hay un desarrollo energético diferente al nuestro y se planteó un sistema de relacionamiento institucional con la Nación –aún con gobiernos de signo político diferente- que ha permitido el desarrollo de infraestructura productiva. Hoy Santa fe supera ampliamente a Córdoba en todos los indicadores económicos.

-¿Se arrepiente de haber sido parte del gobierno de Unión por Córdoba?

-  No, al contrario. En los dos años y medio que integré el gabinete aporté los criterios de trabajo relacionales más importantes que tuvo este gobierno, porque fueron los años en los que trabajamos juntos con Kirchner y De la Sota para avanzar en obras de ingeniería y desarrollo en materia de agua que lograron recuperar un millón de hectáreas en el sur cordobés. Se avanzó con la Nación en obras centrales para Laboulaye y La Carlota y también con los acueductos para el noroeste y noreste provincial. Fueron obras que se hicieron conjuntamente con el gobierno nacional. La creación de las comunidades regionales, la descentralización de los recursos, los pactos con los municipios, el presupuesto trienal participativo también fueron políticas importantes que pudimos implementar, aunque después se dejaron de lado.

- ¿Usted se animaría a aumentar los impuestos al campo?

- Cuando se dio el conflicto con el campo, yo tomé partido claramente para el proyecto nacional. Defendíamos algunos conceptos del gravamen a las retenciones, pero planteábamos matices. Decíamos lo mismo que proponemos hoy para Córdoba: industrializar la ruralidad, plantear la incorporación de valor agregado a la producción primaria. En Villa María hicimos tres cosas. Somos la segunda productora y la principal industrializadora de lácteos del país. Creamos el queso con denominación de origen, único en América, que hoy nos permite posicionar el queso en China y Europa. Cuando la leche en polvo baja a nivel internacional, hacemos cámaras de maduración para tener queso, que podemos comercializar durante un año y medio. Lo mismo hicimos con el maíz, que generaba 65 millones de dólares de producción primaria en el puerto de Rosario como commodity y hoy genera 165 millones de dólares a través de la producción de bioetanol y burlanda. ¿Qué hicimos con los productores de soja? Generaremos energía con una nueva planta de 52 megavatios de biocombustible, que ya está licitada, dándoles otra alternativa para vender su producción.

-¿Qué haría con EPEC?

- Tenemos que plantear una nueva matriz energética para Córdoba. No podemos cometer el error histórico de Schiaretti. Pilar fue una decisión trágica, que tiene un costo económico enorme para los cordobeses y es de una gran inoperancia, como todo lo que hizo Schiaretti como gobernador: 600 millones de dólares en obra no productiva como el faro de la ciudad de Córdoba, el estadio Kempes y la nueva terminal de ómnibus, que al día de hoy todavía no puede operar en su totalidad. El cambio de la matriz energética implica desarrollar Achiras con financiamiento chino, para convertirla en alternativa de energía limpia a costo financiero reducido, con energía eólica. También hay que desarrollar transporte y generación de energía. Una consecuencia de la mala política energética en Córdoba fue el cierre del frigorífico que estaba entre Huinca Renancó y Villa Huidrobro, que dejó 200 puestos de trabajo menos. Tenemos que pensar en las energías limpias como sistema de cambio de la matriz energética.

- Schiaretti le pidió a Capitanich avales para el crédito destinado a los gasoductos del sur ¿Se puede seguir endeudando la provincia?

- Schiaretti no sabe gobernar y entonces siempre pide plata. Todo lo hace desde el endeudamiento. Lo hizo en Santiago del Estero y también, con un poco más de marketing, en Córdoba: pidió créditos para hacer obras inoperantes e improductivas. Si uno revisa la historia verá que gobiernos como los del Brigadier San Martín y Amadeo Sabattini hicieron obras fundamentales, estratégicas y estructurales para la provincia, sin contraer deuda. Schiaretti firmó con Cristina el desendeudamiento de la provincia un día viernes y el viernes de la semana siguiente firmó la obtención de un nuevo crédito de 600 millones de dólares para obra improductiva. Ni hablar del sistema de wi fi gratuito, en el que todavía hay denuncias presentadas en la Justicia, que no funciona en ninguna de las ciudades donde se comprometió a instalarlo. Schiaretti es un gobernante sin imaginación, sin creatividad, que lo único que sabe es endeudarse. Por eso hay que producir un cambio no sólo de políticas, sino también de hombres y de proyectos en la provincia.

- ¿Este cambio incluye a De la Sota?

- De la Sota no va a ser más candidato a gobernador.

- ¿Está seguro? Mire que ya en una oportunidad volvió por el premio consuelo. Y las encuestas no lo favorecen en su proyección nacional…

- No es poco haber sido tres veces gobernador de Córdoba. El está planteando una estrategia nacional. Los cordobeses van a tener que elegir entre un gobernador que ya fue –y no lo digo peyorativamente-, que demostró su ineficiencia, y un candidato que propone recuperar una Córdoba con rebeldía y dignidad, que vaya siempre por más. Tendrán que elegir entre la resignación y la esperanza. Villa María tiene el cien por ciento de los servicios y queremos hacer en la provincia lo mismo que hizo Sabattini: transformarla en cuatro años, cambiando su matriz productiva con una gestión que tenga imaginación y creatividad.

- En Río Cuarto dicen que a Villa María le fue bien porque usted es un intendente K y recibe más recursos que otros.

- A  nosotros nos fue bien porque tenemos instituciones fuertes, porque tenemos dirigentes con gestión y porque en 1999, cuando asumimos –con un gobierno nacional de otro signo político-, teníamos un proyecto claro de desarrollo para Villa María.  Esos primeros cuatro años fueron centrales para diseñar una ciudad productiva, con universidad, con servicios, con parque industrial,  y los transitamos mientras en la Nación gobernaba la Alianza. Lo que pasa es que en Villa María priorizamos el interés de los vecinos por sobre el interés de los gobernantes. En Córdoba, en cambio, los que la gobernaron desde 1983 hasta hoy siempre priorizaron sus objetivos políticos personales. Por otra parte, ser refractarios al gobierno nacional no da réditos,  integrarse sí, como lo demuestran San Juan, Chaco e incluso Santa Fe que, pensando distinto, se siente parte del país y logró una transformación que no tuvo Córdoba, que conserva la matriz productiva del Siglo XIX.

- La dispersión de la oposición en la provincia favorece a Unión por Córdoba. ¿Se imagina compartiendo fórmula con Ramón Mestre, Luis Juez o Angel Bandassi?

- No.  Con el radicalismo sí, por supuesto, pero no con Mestre, porque requerimos dos cosas para nuestros candidatos: capacidad y gestión.  Convocaremos a todos aquellos que quieran transformar a Córdoba en serio y tengan capacidad de gestión demostrada. No podemos seguir con la lógica de elegir a los candidatos que impulsan los medios de comunicación hegemónicos de Córdoba. Lo que se elige en 2015 es un proyecto de gestión transformador o la continuidad del statu quo.

- ¿Cómo se rompe la lógica de los medios hegemónicos en la provincia?

- El nuevo tiempo que vivimos en Argentina nos permite saber que la pauta oficial millonaria de la provincia incide en lo que dicen estos medios de comunicación. En Córdoba las editoriales analizan sólo las estrategias de los dirigentes políticos, no problemas y soluciones para la gente. Se escribe para los políticos que pautan. El falso debate creado en Córdoba apuesta a la antinomia Córdoba/país. Ahora que Cristina no es candidata, ¿a quién van a enfrentar los candidatos del statu quo cordobés? Al que venga, sea Macri, Scioli, Massa o Randazzo. Plantean el debate en estos términos porque en 30 años de democracia no pueden mostrar cinco políticas de Estado que hayan contribuido a transformar la provincia. ¡Ni cinco medidas pueden rescatar en 30 años de democracia! Y no pueden porque han mostrado una enorme incapacidad de gestión.

- El boleto educativo…

- ¡Fue una idea que implementamos en Villa María hace diez años! Nosotros ya estamos en la etapa de implementarlo para los padres de los alumnos de hasta ocho años, para que no los lleven en moto.

- El Programa Primer Paso…

- Sirvió en su momento, pero hoy el mundo del trabajo requiere la creación de empleo genuino.  Que mencionen tres, ya no digo cinco, tres políticas de Estado que hayan contribuido a transformar la provincia como lo hicieron Sabattini y el Brigadier San Martín. ¡No las tienen! Nosotros logramos cien por ciento de servicios para toda la comunidad: agua, cloacas, gas y energía para todos.  En Villa María no hay villas, ni countrys ¿Sabe lo que significa esto? ¡Es comunidad organizada!  Creamos una universidad y el año que viene vamos a abrir las carreras de Medicina y Logística, estamos creando la de Ingeniería en Ferrocarriles, que es lo que se viene en la Argentina y en Córdoba. Pasamos de tener cero a industria a más de cien industrias en pleno desarrollo, instaladas en un parque industrial que es modelo en el país.

- ¿Qué haría con el Banco de Córdoba?

- Perdimos una gran oportunidad, que era la creación del Banco Regional con Río Cuarto, Córdoba y Carlos Paz.

- ¿Qué pasó con esa iniciativa?

- Río Cuarto no aprobó la ordenanza y Schiaretti presionó al intendente de Carlos Paz y de Córdoba para que se bajaran del proyecto. Entre Río Cuarto y Villa María, en depósitos bancarios, suman dos mil millones de pesos mensuales. Planteamos la creación de una banca de desarrollo, como tiene Brasil, para retener un porcentaje de ese dinero con una tasa favorable en relación a los grandes bancos, para invertir en el desarrollo de la región. Es una idea que no hemos abandonado y que implementaremos desde la provincia en caso de acceder al gobierno. Una provincia tan rica como Córdoba debe tener una banca regional que pueda redireccionar sus recursos para favorecer el desarrollo productivo.

- En Río Cuarto acaba de desembarcar el Banco Ciudad, en un acuerdo de Jure con Macri.

- Es una lástima, porque los recursos se irán de Río Cuarto a Buenos Aires.

Hernán Vaca Narvaja
- Periodista y escritor -