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Mariano Elizondo, presidente de la Superliga
EL CEO DE LA PELOTA
Foto: Mariano Elizonto, presidente de la Superliga, aseguró que los clubes chicos no saldrán perjudicados.
Quién es, qué hace y qué piensa el hombre que quiere convertir al fútbol argentino en un producto global
Publicada el en Entrevistas

“¿La Superliga? La verdad es que todavía no se sabe bien lo que es. No está demasiado claro. Por ahora, es un Súper Pancho”. Unos meses atrás, Armando Valentín Pérez, quien acababa de terminar su gestión como máxima autoridad del Comité de Regularización de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y se preparaba para asumir su rol de director ejecutivo en Belgrano tras dos períodos presidenciales y otro como gerenciador, planteaba sus dudas sobre el nuevo orden que se avecinaba y la consecuente división de poderes en el mundo de la pelota.

De un lado, Claudio “Chiqui” Tapia como cabeza visible de una conducción “a la vieja usanza” que tiene como hombres fuertes a Daniel Angelici y Hugo Moyano, los respectivos titulares de Boca Juniors e Independiente, y que mantiene el control de los seleccionados argentinos, los torneos del ascenso, los certámenes femeninos y juveniles y toda la estructura administrativa de la vieja casona de la porteña calle Viamonte. Del otro, Mariano Elizondo, ex CEO del Grupo Indalo y otrora mano derecha de Marcelo Tinelli en “Ideas del Sur”, como mando supremo de la Superliga Argentina de Fútbol (SAF), una organización de corte profesional, al estilo de La Liga en el fútbol de España o la NBA en el básquetbol de Estados Unidos, que surgió con la idea de adecuar la pasión más popular de este país a las leyes del mercado internacional y de potenciar como producto al campeonato de la máxima divisional.

Tapia ya es una figura conocida: sanjuanino, con pasado de barrendero, ex delantero y dirigente vitalicio del Club Barracas Central y básicamente yerno del poderoso secretario general del sindicato de  los camioneros. ¿Elizondo? Un contador público nacional, experto en marketing, finanzas y relaciones públicas y hombre de medios. Una incógnita para el fútbol. “Yo soy nuevo en esto”, reconoce este hombre de 44 años nacido en Mercedes (Provincia de Buenos Aires), que años atrás fue parte del equipo económico de Martín Redrado y que hoy trata de sacarle jugo a la pelota y hacerla más rentable. “Son los dirigentes de los clubes quienes han decidido transformar al fútbol argentino”, destaca una y otra vez.

Invitado por los directivos de Belgrano y de Talleres, Elizondo estuvo días atrás en Córdoba presenciando el superclásico que se jugó en el Gigante de Alberdi, pero antes participó en algunas actividades públicas, incluido un almuerzo en un hotel cinco estrellas el que los mandatarios de los dos clubes más populares de la provincia, Jorge Franceschi y Andrés Fassi, aprovecharon para llenarlo de loas y obsequios, como las respectivas camisetas celeste y azul y blanca personalizadas y con el número “10”. Revista El Sur tuvo la posibilidad de dialogar con el CEO de la pelota, quien hizo un balance de su gestión, aclaró algunos aspectos poco difundidos o clarificados de esta flamante y pomposa estructura que es la Superliga y anticipó algunos de los pasos a seguir en el futuro inmediato.

Memoria y balance. “Tenemos una historia muy corta y una expectativa muy grande. En el momento de su creación, el 9 de junio pasado, la Superliga era apenas un manojo de fotocopias de papeles escritos por abogados, con la descripción de algunas cosas que se podían hacer y de otras cosas que no se podían hacer, y nada más. Asumí esta responsabilidad en un momento complicado del fútbol argentino y en estos cuatro meses logramos que el torneo arrancara a tiempo y que haya un calendario previsible. No es poca cosa, teniendo en cuenta todos los inconvenientes que hubo en los últimos años. Cuando me hice cargo, el fútbol estaba parado, no había derechos de TV, el gremio reclamaba por deudas y no se sabía si el certamen iba a empezar. Hoy los clubes pueden prever toda la logística de viajes, hoteles y demás, los DT pueden planificar su trabajo, los hinchas saben cuándo juegan sus equipos y las exigencias y beneficios están más claros para los clubes. Además, ya conseguimos un sponsor por tres años, que es cerveza Quilmes (empresa que pagará 50 millones de pesos por cada año de contrato y le dará nombre al trofeo que coronará al campeón), y estamos trabajando para generar más recursos”.

Futuro inmediato. “La ideas es ir hacia adelante, no hacia atrás. Este es un año de transición, pero ya  estamos trabajando en la creación de un reglamento y también en el tema de las licencias, ya que los clubes van a tener que aplicar para ellas, con parámetros claros en lo financiero, en lo deportivo, en lo administrativo y en seguridad e infraestructura. Nuestra intención es que tanto el reglamento como las licencias estén listas para abril del año que viene, para poder tener un margen de maniobra y poder corregir cosas antes del comienzo de la temporada 2018/2019. Ya hemos convocado a ocho comisiones que van a debatir hacia dónde debe encaminarse el fútbol argentino en sus diferentes aspectos, y la idea es poner los criterios de exigencias un poquito por encima de lo que establecen la Conmebol y la Fifa. Un tema fundamental es el fair play financiero: los clubes deberán hacer un presupuesto y respetarlo, y luego presentar un balance. La idea es generar ingresos y controlar gastos”.

Producto de exportación. “Queremos generar un producto superador y poner al fútbol argentino en el mundo. No es sencillo Hay lugares estratégicos, por ejemplo algunos países de Europa del este, donde hay muchos recursos y el fútbol se está desarrollando de a poco pero bien. Pero allá no nos están esperando, somos nosotros los que tenemos que ganar esos mercados. Hay lugares que son estratégicos y lugares que son buenos negocios, y hay que apuntar hacia ellos. España tiene un gran acuerdo estratégico con China y hay clubes como Espanyol que tiene en su camiseta una publicidad que sus hinchas no saben de qué es, ya que se trata de un producto que no vende en Barcelona. Eso es muy interesante como fenómeno, y hay que seguirlo muy de cerca”.

Grandes y chicos. “Muchos creen que la creación de la Superliga agrandará la grieta entre clubes grandes y clubes chicos, como sucede en algunas grandes ligas del mundo, pero yo no estoy de acuerdo con eso. Considero que el sistema de reparto de dinero que establece la Superliga es más solidario que el reparto del mercado. Nosotros fijamos un tope de 2,2 veces más entre los clubes que más reciben y los clubes que menos reciben. Para el actual certamen se establecieron tres categorías (Boca y River; Independiente, Racing, San Lorenzo y Vélez; y los 22 equipos restantes) y desde la próxima temporada el 100 por ciento de los ingresos se repartirán del siguiente modo: el 50 por ciento para todos iguales, un 25 por ciento por mérito deportivo y otro 25 por ciento por rating, que es el ítem más problemático por el tema del básico y el premium y de los sistemas de medición de audiencias, que no son iguales en todo el país. Después está lo que cada club es capaz de generar por publicidad, camisetas, merchandising, socios o venta de jugadores, pero eso ya es mercado y ahí la diferencia en algunos casos es de 10 a 1. De todos modos, estamos lejos de Europa, donde hasta no hace mucho tiempo Barcelona y Real Madrid se llevaban la mitad del dinero de la TV en una Liga de España donde hoy los chicos cobran un 13 por ciento de lo que cobran los grandes”.

Torneos y competencias. “Ya estamos pensando en diferentes modos de competencia para el futuro inmediato, aunque eso está supeditado a definiciones políticas y definiciones técnicas. Primero debemos unificar el calendario con la Conmebol, ya que las copas Libertadores y Sudamericana se juegan en el año calendario y ellos tendrían que volver al sistema anterior por temporada o nosotros adecuarnos, y después ver cuál es el mejor torneo para jugar hasta que queden 18 o 20 equipos y puedan competir todos contra todos en partidos de ida y vuelta, como debe ser. En la temporada 2018/2019 quedarán 26 equipos y eso significa que pueden jugarse 25 partidos si se mantiene una sola ronda y 50 partidos si se juegan en ida y vuelta. En un caso serían apenas seis meses de competencia y en el otro habría 50 fechas y el torneo no entraría en el calendario. Por eso estamos pensando en modificar el esquema de campeonato, quizá agregando alguna instancia posterior al cruce de todos contra todos. Gianni Infantino, el presidente de la Fifa, ya nos dijo bien claro que no puede haber 28 equipos en una liga profesional”.

Lo que viene, lo que viene. “Nuestra idea es que, apenas estén confirmados los calendarios de la Conmebol, que será en los primeros días de diciembre, sean difundidas las fechas, días y horarios de todos los partidos que faltan de la actual Superliga. Es posible que tengamos que hacer alguna variación en lo que ya está programado hasta fines de este año, por la participación de algunos equipos en las instancias finales de copas internacionales, pero el criterio es que el margen no sea mayor a 24 horas, ya sea para atrás o para adelante, si hay que producir algún retoque”.

Materia pendiente. “La infraestructura es todo un tema en el fútbol argentino. En este punto, hay mucho por resolver. Los estadios que hay en el país son de 1920 o 1930, y hablo de Vélez, de River, de Boca… Tenemos estadios viejos. Hace mucho que aquí no se construyen nuevos escenarios, algo que sí se está haciendo en otros lugares del mundo. Habrá que trabajar el tema con los clubes, pero considero que todos deberían tener la preocupación de adecuar sus reductos a las exigencias del nuevo mundo. Es un tema para tener muy en cuenta, pero tampoco hay que olvidar que hace dos meses los clubes no sabían si empezaban el campeonato porque no tenían para pagar las deudas con sus futbolistas… Hay que tener paciencia”.

Asunto de familia. “Ojalá que la violencia en el fútbol pueda erradicarse, y para eso también tenemos que trabajar en forma conjunta. Nosotros queremos que el fútbol vuelva a ser una fiesta, que no sea tomado como algo de vida o muerte, y que las familias vuelvan a las canchas. Hay que establecer políticas claras en ese sentido. En Alemania, por ejemplo, bajaron los precios de las entradas a los partidos e incluyeron en el costo del ticket el trasporte público gratuito. En España, en cambio, se castiga a los clubes que no llenan el 75 por ciento de las gradas. Las diferencias son muy grandes entre unos y otros países, y hay que trabajar mucho para achicarlas y adaptarlas a nuestra propia realidad”.

Clásicos únicos. “No hubo un solo motivo para sacar la fecha extra de los clásicos. Se plantearon varias cuestiones y finalmente se resolvió quitarla del calendario. Algunos dirigentes plantearon que no era justo desde el punto de vista deportivo, porque algunos eran clásicos y otros eran emparejamientos, por lo que en cada caso no representaba la misma exigencia enfrentar dos veces al mismo rival. Personalmente, pienso que desde el punto de vista del fair play deportivo, no estaba bien que un equipo jugara dos veces contra un rival y el resto no hiciera lo mismo. Por otro lado, también se evaluó el perjuicio económico para el club que sea visitante en un clásico, pero mientras haya tantos equipos en el campeonato va a ser difícil pensar en jugar con idas y vueltas, como tendría que ser”.

Prestigio perdido. “Nos costó mucho conseguir un sponsor principal y eso fue porque muchas veces no estaba bien visto el fútbol argentino o las empresas no veían con claridad cuál era la diferencia entre la Superliga y la AFA, o porque estaban acostumbrados a pagar con servicios o locaciones (de hecho, la empresa de lubricantes Axión, que iba a ser el patrocinador principal, se bajó tras la primera fecha del certamen). Nuestra idea es devolver la credibilidad a nuestro fútbol, y eso se logra con

transparencia, con honestidad, con ordenamiento, con previsibilidad,  con dirigentes profesionales e idóneos, si avivadas… Con muchas cosas que quizá estaban en un costado y que hay que volver a poner al frente. En la actualidad tenemos un convenio de colaboración con la AFA, por el cual esa entidad nos provee de algunos servicios, como los árbitros, el Tribunal de Disciplina y el cuerpo médico que realiza los controles antidoping, y nosotros pagamos por ellos”.

A hora y deshora. “La idea de poner un partido los domingos a las 11 surgió de la Superliga. Alguien dijo “puede andar muy bien” y la verdad es que me parece que está dando resultado. En época estival no vamos a poder mantenerlo, por una cuestión lógica que es cuidar la integridad física de los jugadores, pero como espectador lo considero una muy buena alternativa. Quizá más adelante logremos exportar ese producto, y ojalá que lo requieran en el mundo, pero inicialmente no fue pensando para eso, como se hace en España, por ejemplo, por las televisaciones para Asia”.

Causa común. “La Superliga no soy yo, sino que la vamos a hacer entre todos. Hay una mesa ejecutiva que me acompaña y están los clubes, los  jugadores, los directores técnicos, los dirigentes, los hinchas…”.

-¿Qué lugar le otorga al hincha en el nuevo esquema del fútbol argentino, teniendo en cuenta que la tendencia –modificaciones de estatutos de los clubes, Pay Per View y prohibición de ingreso de hinchas visitantes, mediante- dominante pareciera llevarlo hacia el lugar de simple espectador o, lo que es peor, de mero consumidor?

- Sin el hincha, no tenemos nada. El fútbol sin gente sería como esos partidos que jugamos nosotros los fines de semana, con nuestros amigos, y donde apenas alcanza que seamos seis jugadores de cada lado, o directamente se suspende si no hay quórum. El hincha, la pelota y los 22 jugadores son lo más importante. Después, si te va bien, podés agregar un técnico, un preparador físico, un médico, un dirigente… Y, si querés, hasta una Superliga”. 

Hugo Caric
- Periodista -