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César Luis Menotti y la realidad del fútbol argentino
“Nos creímos los dueños del mundo”
Foto: Para Menotti, hace rato que el fútbol argentino carece de un proyecto colectivo.
La Selección, la AFA, Messi y el último mundial en una entrevista imperdible con el técnico campeón de 1978.
Publicada el en Entrevistas

César Luis Menotti es un referente indiscutido del fútbol argentino y sus dichos nunca pasan inadvertidos, más allá de la reverencia incondicional de sus devotos y de la crítica despiadada de sus detractores. El director técnico campeón del mundo en 1978 estuvo en Córdoba días atrás, disertando en el 12º Congreso Internacional de Fútbol que se llevó a cabo en las instalaciones del Estadio Mario Kempes, y allí habló del pasado, el presente y el futuro del seleccionado nacional. Hubo bastante de nostalgia en sus palabras, pero también definiciones críticas.

Aunque más apagado que de costumbre, y hasta visiblemente fastidioso por momentos, “el Flaco”, de 79 años, no dejó tema sin tocar y tampoco le esquivó al bulto. Es que su desembarco en la Docta se produjo pocas horas después de que un audio suyo, con fuertes cuestionamientos a la dirigencia de la AFA, se filtrara y se volviera viral, transformándose en noticia en casi todos los medios periodísticos del país. “Me dan ganas de agarrar un revólver y matarlos”, se lo había escuchado decir en alusión al anuncio de Claudio “Chiqui” Tapia, yerno del sindicalista Hugo Moyano y portador del sello de máxima autoridad afista, de montar en Marbella un centro de entrenamiento con el fin de “captar a los nuevos Messi”.

“Eso me dolió y me sigue doliendo. Más allá de mi reacción inicial, que puede haber sido desmedida. ¡De sólo imaginar un predio en Marbella! Cuando hay clubes en el país que no tiene agua caliente ni vestuario. O mientras los pibes se matan contra los paredones en la canchas del ascenso”, enfatizó Menotti. “No tengo nada contra la conducción de la AFA; al contrario, como hombre del fútbol estoy obligado a respetar a quienes ha sido elegidos por los representantes de los clubes. Pero mi relación con este deporte me obliga a no ser indiferente ante ciertas cosas”, añadió.

“A excepción de Messi, que es un mágico, en Argentina hay tan buenos jugadores como hay en Europa. ¿Por qué no se trabaja en el país buscando a esos jugadores? No lo sé. Una vez le preguntaron a (Osvaldo) Pugliese por qué su orquesta sonaba tan bien y él respondió: ‘porque ensayamos siete horas por día, todos los días. No hay mucho misterio’. Yo siempre digo que un equipo es como una orquesta, y es muy difícil lograr una armonía cuando la mayoría de los jugadores están en Europa”, puntualizó.

Kempes, “un personaje maltratado”

Durante su exposicíon, Menotti estuvo acompañado por dos campeones del mundo, Héctor Baley y Miguel Oviedo, y una gloria del fútbol cordobés, Daniel Willington, con quien recordaron una anécdota del partido inaugural del Estadio Córdoba, que se jugó hace 40 años, el 16 de mayo de 1978. Willington, por entonces integrante del equipo de la Liga Cordobesa de Fútbol, dejó la cancha a la media hora del partido y Menotti, que dirigía al seleccionado argentino, se levantó del banco de suplentes, lo abrazó, le entregó una camiseta celeste y blanca con el número “10” y le dijo: “Maestro, si usted tuviera 10 años menos…”. Aquel encuentro fue el último amistoso previo a la disputa del Mundial que el conjunto albiceleste se adjudicó tras enfrentar sucesivamente a Hungría (2-1), Francia (2-1), Italia (0-1), Polonia (2-0), Brasil (0-0), Perú (6-0) y Holanda (3-1).

“Este estadio y esta ciudad me ayudaron de un modo increíble. Los dirigentes de Talleres, con quienes tuve una excelente relación, y también los de Instituto, los de Racing… Siempre digo que si pude llegar a dirigir un Mundial fue gracias al interior del país y en particular a Córdoba, que desde un primer momento aceptó a aquella selección y que siempre la ayudó cediendo a sus jugadores. Aquí encontré una generosidad que era difícil de conseguir de parte de los grandes clubes”, apuntó el también ex entrenador de Newell`s, Rosario Central, Huracán, Boca, River, Independiente, Barcelona, Atlético de Madrid, Sampdoria, Puebla y Tecos.

Menotti celebró que el estadio mundialista cordobés lleve el nombre de Mario Alberto Kempes, goleador y mejor jugador de la Copa del Mundo de la Fifa Argentina ’78, a quien consideró “un personaje maltratado por esa vieja infamia de relacionar a la dictadura con la selección de fútbol”. Al fundamentar esa afirmación, señaló: “Durante el gobierno militar (Carlos) Monzón fue campeón del mundo de boxeo y (Guillermo) Vilas ganó un montón de torneos de tenis, pero todo el mundo le apunta a la selección de fútbol. La figura de Kempes fue la representación en Europa de aquel contexto y de aquel equipo campeón. Un equipo que intentó, como único objetivo, representar en el fútbol los valores de la sociedad argentina”.

“¿Qué más le vamos a pedir a Messi?”

“No me gustó”. Así de contundente fue Menotti cuando fue consultado sobre el Mundial de Rusia 2018. “Ganaron los jugadores sobre las tácticas y las estrategias, claramente. No hubo nada nuevo. Los seleccionados que marcaron diferencia lo hicieron a partir de sus individualidades”, subrayó. “Francia fue un buen campeón. No creo que haya jugado mal. Lo criticaron porque no tenía mucho la pelota, pero hay que entender que la tenencia no es una estrategia sino una necesidad. ¡Ojalá todos pudieran hacer tres toques y llegar a gol! Pero cuando no aparecen los espacios y no se pueden romper líneas, hay que tratar de mantener la posesión del balón”, analizó.     

Sobre la actuación de Argentina, Menotti dijo: “Creo que (Jorge ) Sampaoli nunca pudo forjar una idea de juego, y entonces terminamos dependiendo de lo que pueda hacer un jugador al que le tiramos la presión de que él solo gane todos los partidos . Muchos lo critican a (Lionel) Messi, pero la culpa no la tiene él. ¡Demasiado hizo! Si no, miremos lo que fue la selección durante las últimas eliminatorias. Gracias a Messi fuimos al Mundial, y gracias a Messi pasamos de ronda. ¿Qué más le podemos pedir?”.

Al profundizar sobre los motivos de este nuevo fracaso, el DT señaló: “Esto no viene de ahora. Después del ‘86, de (Diego) Maradona, del triunfo ante los ingleses con todo el morbo de Malvinas y de levantar otra Copa, nos creímos los dueños del mundo. Pensamos que era fácil. Entonces se empezó a vender a la selección como un producto y se dejó de lado el proyecto. Ahí encontramos que Argentina y Brasil juegan un partido amistoso en Melbourne, por ejemplo. ¿Por qué? Nuestra selección solo juega en el país durante las eliminatorias, y eso no me parece bien”.

Y respecto a la sucesión de Sampaoli, señaló: “¿Quién tiene que venir? No sé. Tampoco tengo claro los motivos en que se basan los dirigentes para tomar una decisión. Durante muchos años (Carlos) Bianchi fue el mejor DT de la Argentina y nunca lo llamaron. No sé qué habrá pasado en aquel momento, pero son cosas raras. Al menos resulta sospechoso”.

“Hay muchos directores técnicos que son mencionados como candidatos, algunos con más trayectoria y otros con menos experiencia, y creo que todos los nombres son válidos. En definitiva, el fútbol no es de antes ni es de ahora, es como cualquier actividad: se juega bien o se juega mal. Si hablamos de música, por ejemplo, me gustaría ser tan antiguo como Mozart… Volviendo al fútbol, Adolfo Pedernera dijo alguna vez: ‘Todo lo que estamos viendo, ya lo he visto; y todo lo que he visto ya no lo veo más”. Esto sigue siendo 11 contra 11. No creo que haya muchos cambios. Pero hay que pensar un proyecto. Para ser campeón del mundo se necesitan buenos directivos, un buen técnico y buenos jugadores; y además, suerte”.

“El fútbol necesita una discusión amplia”

Hace años que lo viene repitiendo casi como una muletilla, pero la realidad del fútbol argentino parece empecinarse en mantener actual su planteo: “Ha llegado el momento de un debate más serio y profundo”. Una vez más.

“El fútbol necesita de una discusión amplia y una presencia firme y dura del interior. Y cuando digo dura hablo de decisión, de defender convicciones y no simplemente intereses”, destaca Menotti. “Hay que abrir el juego de una vez por todas, porque es demasiado importante el fútbol para que lo debatan tres tipo alrededor de un escritorio”, subraya. “Yo no compito, y eso me da la libertad de decir lo que se me da la gana. Discuto con el propósito de que el fútbol en particular y el deporte en general ocupen un lugar importante en la sociedad. En ese sentido, estoy convencido de que el deporte argentino necesita un ministerio y no una secretaría, porque un ministro tiene peso para decirle a un presidente cuáles son las necesidades concretas de un área determinada; un secretario, no”, puntualizó.

“El fútbol tiene un gran arraigo como hecho cultural. Y los grandes escenarios se construyen básicamente con los grandes artistas. El jugador es quien genera la relación afectiva entre la gente y el fútbol, y hay que recomponer esa relación afectiva”, sostuvo Menotti, haciendo un enfático llamado de un “regreso a la esencia”. “El futbolista es el dueño del fútbol, no los dirigentes. Supongamos que yo me llamo José García y que tengo mucho dinero, me hago un estadio y le pongo “José García”… ¡Me muero de hambre! Porque nunca voy a poder competir con lo que significan Boca o River, que tienen una historia y que la tienen por los grandes futbolistas que defendieron sus colores y que ganaron muchos títulos a lo largo de muchísimos años”, destacó en una clara defensa del formato de sociedades civiles sin fines de lucro vigente para los clubes argentinos. 

Y agregó: “Todo esto empezó a distorsionarse cuando el fútbol saltó al mundo de los grandes negocios. Hay cosas que no se entienden. Por ejemplo, que haya campeonatos de juveniles con descensos. Que un chico se vaya al descenso es como que se divorcie, no  me entra en la cabeza. Y en el caso del fútbol profesional hay una sobre exigencia que termina atentando contra la seriedad y la continuidad de los proyectos, porque todos entran en la desesperación del mercado y entonces los directores técnicos se tienen que ir de un equipo cuando pierden tres o cuatro partidos”.

Guardiola, Bilardo y la despenalización del aborto

Aunque el desencanto predomina en su discurso, Menotti rescató la profesión del futbolista (“no conozco gente más noble que un jugador de fútbol”) y reivindicó su condición de entrenador (“por suerte elegí seguir en esto y no ser técnico químico, que es lo que estudiaba”). Y destacó: “La continuidad en mi participación en el fútbol del mundo, a través de tantos años, se las debo a mis futbolistas; y tengo el orgullo de poder decir que el 99 por ciento de quienes fueron mis dirigidos hoy son mis amigos”.   

En el marco de su ferviente defensa del fútbol, el DT campeón mundial del ’78 fue más allá y trazo líneas paralelas con otros ámbitos de la sociedad: “Ojalá se utilizaran en la política las mismas reglas del fútbol, ya que en este juego se penalizan la intención y no sólo la acción. En el fútbol, cualquier decisión indigna a la nobleza del juego es castigada”.

En otro tramo de su discurso, Menotti celebró el auge del fútbol femenino (“me hace feliz ver jugar a las chicas”), reveló una faceta desconocida de su pasado (“a los 19 años fui técnico del equipo de básquetbol femenino de Unión Americana de Rosario”) y respondió con un enfático “estoy a favor” cuando le consultaron sobre su posición acerca del proyecto de despenalización del aborto que hoy se discute en el Senado de la Nación. 

A la hora de manifestar sus preferencias en el mundo del fútbol actual, Menotti citó al Manchester City (“para mi gusto, el equipo que mejor juega”) y destacó a Pep Guardiola (“el mejor DT de los últimos 20 años”). Y puesto a analizar la última Superliga, expresó: “Hay un mérito grande de Boca en haber ganado los dos últimos campeonatos. Después hubo buenos momentos de River y creo que Talleres también hizo un buen torneo. Se percibe una brisa fresca a partir de la presencia de algunos nuevos entrenadores, como Coudet, Gallardo, Kudelka o Barros Schelotto”.

Antes de la despedida, Menotti volvió a abogar por un fútbol argentino mejor: “Es un deseo de muchos y ojalá que pueda cumplirse de una buena vez. Creo que en los últimos tiempos ya tuvimos bastante con la famosa elección del 38 a 38, con la Junta Normalizadora, con que ponen a un director técnico, lo echan y traen a otro, y con que en la actualidad todavía se siga discutiendo sobre las mismas cosas que hace muchos años atrás”.

También se manifestó “alegre” por el alta médica que su colega Carlos Bilardo -con quien desde hace años mantiene un enfrentamiento ideológico que ha generado una “grieta” en el fútbol argentino- recibió después de varios meses de internación a causa de una intervención quirúrgica. “Tenemos formas distintas de ver la vida, pero nada más”, concluyó.

Hugo Caric
- Periodista -