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Crece el escándalo en Comodoro Py
La Justicia cloaca
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La podredumbre que surge de los Tribunales de Comodoro Py es parte de la destrucción sistemática del país, que padece una de las épocas más nefastas de su historia.
Publicada el en Reflexiones

El cuatro de febrero de este 2019 el diario La Nación titulaba: “Por un desborde cloacal en Comodoro Py, piden extender la feria judicial”, hubo una obstrucción de un caño cloacal troncal que provocó el desborde y empezó a salir agua servida por toda la planta baja de Py. Que la gente vaya a trabajar y no huela a materia fecal, reclamaron los empleados judiciales.

Lo paradójico es que el comportamiento en general de los jueces y fiscales que componen ese cuerpo judicial hace tiempo que ha perdido todo atributo de transparencia e imparcialidad, convirtiendo sus funciones en unas de las más turbias y por qué no equipararlas por lo nauseabunda, con lo ocurrido con las instalaciones sanitarias del mismo edificio sede, las que, igualmente, parece que no cumplen con su delicada misión de garantizar la salubridad.

Más aún, de manera similar el día viernes ocho de febrero se produjo también un estallido de la putrefacción de las obligaciones judiciales, cuando el periodista Horacio Verbitsky daba a conocer en su portal El cohete a la luna, en el artículo “Extorsión”, las andanzas de un operador de la embajada y Clarín, junto con sus compinches el Fiscal Stornelli y el Juez Bonadío.

Toda la falsificación de un Poder Judicial que no es tal salió de golpe a la luz: un sujeto que sin ser abogado ni nada parecido trabaja codo a codo con un Fiscal y un Juzgado, e intenta cobrar una buena paga extorsionando con la cárcel a ser aplicada por sus mentores. Personaje que tuvo más conducta que sus mandamases, ya que trata de no dejar incriminados a los mismos, mientras estos hacen todo lo contrario, desconociéndolo primero, afirmando luego repentinamente que no estaría cuerdo, y finalmente, para tratar de despegarse lo denuncian con el objetivo de que la causa sea sustraída de su juez natural de Dolores, Provincia de Buenos Aires, donde se cometieron los hechos, para que siga su trámite adivinen en donde: sí en Comodoro Py, donde las cloacas se desbordaron.

Esta explosión de podredumbre viene a coronar todas las denuncias que hemos efectuado muchos magistrados y funcionarios judiciales, abogados y argentinos, de que no sólo en la Provincia de Jujuy la justicia persigue a los opositores bajo órdenes directas del Ejecutivo. En Comodoro Py, personajes como los nombrados junto a otros pares, camaristas y con la complicidad y permisividad de la propia Corte Suprema de Justicia, avasallando con todas las garantías y derechos constitucionales, tienen detenidas a decenas y decenas de personas por su adhesión o cercanía con el kirchnerismo y tienen como objetivo máximo, la prisión de la líder –Cristina- y la neutralización de ese espacio político.    

Las bárbaras maniobras practicadas para intentar darle un curso jurídico a esas finalidades de proscripción y destrucción del adversario, han llevado a acusar por actos legítimos de política exterior o económica; como a inventar el asesinato del fiscal Nisman sin criminales ni terceros presentes a su muerte; a detener al diputado De Vido sin siquiera declaración y con pericia falsa; iniciar causa con digitalización de un original destruido pero tenido a la vista sin certificar; allanamientos de varios días de duración con destrucción y sustracción de efectos personales, o la citación para receptar declaración como imputada a una misma persona –siempre Cristina- por siete causas distintas en la misma mañana. Siendo que en casi todos estos expedientes intervienen siempre los mismos personajes judiciales.

Por eso decimos que es una justicia cloaca, porque está totalmente putrefacta en sus fines y formas, y enloda una de las instituciones claves de nuestra república, que no casualmente en estos años ha sido atacada en sus bases científicas, industriales, educativas y sociales en forma alevosa. Toda una serie de coincidencias que señalan a la actual como una de las épocas más negras de este país.

Esteban Ortiz
- Ex Defensor Público de Córdoba -