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Lawfare en Argentina
UN JUICIO SIN VERGÜENZA
Foto: Cristina, custodiada por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
La ex presidenta es sometida a un proceso viciado que expone el peor rostro de Comodoro Py.
Publicada el en Reflexiones

En estos días Comodoro Py, la sede de los tribunales federales en la Capital de la República Argentina, muestra su rostro sin máscara, donde el lector puede colocar las muecas y rictus observados en estos años de cualquiera de los funcionarios, en el lugar de la imagen equilibrada y decidida que se conoce de la Justicia. Ya no son buenos los aires que circulan en ese imponente edificio cercano al Río de La Plata.

Allí se ventila el primer juicio oral contra la principal dirigente opositora al establishment económico, político, mediático, judicial y de inteligencia local e imperial. Mediante la violación de las garantías individuales y procesales fundamentales han sentado a la ex presidenta y actual candidata a la vice presidencia Cristina Fernández de Kirchner como una de las acusadas junto con otras doce personas, varias de ellas detenidas por dicha causa. Y aquí se observa el primer contratiempo de esta maniobra del oficialismo macrista y estadounidense: no lograron tener a Cristina bajo prisión preventiva a pesar de todos sus esfuerzos, no tuvieron el éxito de Brasil, donde aún mantienen en calabozo al gran ex presidente Lula Da Silva, o en Ecuador, donde encarcelaron apenas comenzara su mandato al vicepresidente Jorge Glas. 

Este proceso es un paradigma de la estrategia de persecución a la líder kirchnerista porque no sólo apunta a consolidar una condena penal en su contra, sino porque resume en su interior todas las artimañas que el conglomerado de la derecha local e imperial utiliza en las campañas de sometimiento aplicadas en Latinoamérica de los últimos tiempos. No sólo queda expuesto que es el mismo Poder Judicial, que se convierte en el autor protagónico de la violación de los derechos individuales establecidos por la Constitución y las normas internacionales, sino que además adopta por sobre los dispositivos del debido proceso los ilegales elementos proveídos por el espionaje ilícito burdamente producido para este objetivo.

Aquí se ha producido, no obstante, la segunda respuesta a este plan regional conocido como “lawfare”, donde el derecho es usado como arma de guerra contra el enemigo político. Porque a través de la investigación que lleva adelante el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, se ha podido conocer cómo opera esta red de inteligencia ilegal que, en conexión directa con la embajada de EEUU y la dirección del propio presidente de la nación, se dedica al espionaje y la extorsión no sólo de los dirigentes opositores, al igual que a armar causas judiciales, falsas pruebas y testimonios con la colaboración de medios de comunicación con sus conocidos periodistas y políticos mediante.

También aquí se produjo un hecho inédito cuando la Corte Suprema de Justicia de la Nación pidió el expediente admitiendo el trámite del recurso de queja presentado por los acusados, lo que implica normalmente y en general en todos los procedimientos penales, que se paraliza el curso de la causa que se trate. Sin embargo, aquí se produjo la reacción furibunda en cadena siempre encabezada por el máximo responsable, el presidente, y sus acólitos ministros y la parafernalia que acompaña a este régimen, con la consecuencia contraria al sistema constitucional, de que la Corte misma pasó a ser garante de la realización de este juicio al devolver inmediatamente la causa tal como le ordenaron desde el Poder Ejecutivo Nacional.

Así, la vulneración de la defensa en juicio y del debido proceso que no puede sino fundarse en pruebas legítimas y existentes al momento de la acusación, pasó a ser una expresión formal sin aplicación ni vigencia porque efectivamente no existe el Estado de Derecho en nuestro país.

Sin embargo, no es la primera vez que en la Argentina se avasallan los derechos personales, económicos y sociales de la ciudadanía, como también, en forma casi única en el mundo, aquí los genocidas fueron enjuiciados, y en esta tierra nacieron las madres y las abuelas de Plaza de Mayo. Son esos pañuelos blancos que están en la foto con los bellos rostros de esas mujeres siempre solidarias y presentes con la perseguida de una justicia sin vergüenza. 

Esteban Ortiz
- Ex Defensor Público de Córdoba -