Todo comienza en plena pandemia. Las familias encerradas por decreto nacional buscan formas de divertirse, pasar el tiempo, olvidarse de ese dolor de cabeza que humedece los ojos. A la par se da la inevitable presencia de una pantalla hasta para darle un beso a los parientes. Algunos cocinan, otros leen y otros ven la televisión para sentirse acompañados. Pero los más chicos, con sus narices pegadas al teléfono y la computadora, se entretienen horas viendo a un extraño y por ahí sueltan alguna palabra que solo ellos entienden. Quizá es una videollamada con algún amigo, videos de TikTok, publicaciones de Instagram o un streamer de Twitch.

Octavio Gutiérrez, un joven de 20 años, es jugador de handball y estudiante universitario de Salta. Cuando cae el sol, a pesar del cansancio de la rutina, prende la cámara para convertirse en “tokk8”, un creador de contenido en la plataforma de streaming. Hace su propio “programa de televisión” dentro de cuatro paredes blancas adornadas con su logo, un poster de Darth Vader y su cama. Se sienta en el escritorio, se pone los anteojos, sus auriculares blancos y comienza algo que describe como mágico. Con una simple webcam, su computadora, una conexión a internet y el carisma necesario para estar en sintonía con jóvenes que están del otro lado enviando mensajes instantáneos en un chat, logra cumplir el hobby que más le gusta: entretener.

Si no se está muy familiarizado con el mundo de los “jueguitos”, tal vez el nombre suene extraño. Pero hay que grabárselo en la cabeza porque el último tiempo se convirtió en una de las nuevas ventanas digitales a través de las cuales se conecta la gente: Twitch.tv, una aplicación de videos y transmisión en vivo que nació principalmente enfocada en los videojuegos.

Hoy es la plataforma en tendencia, un punto de encuentro virtual para todos los jóvenes donde no solo se encuentran gameplays (formato basado en transmitir videojuegos) sino también personas cocinando, jugando deportes, charlando, caminando en la calle, reaccionando a videos, compartiendo lo que les gusta hacer. Un espacio donde la gente logra sentirse identificada y forma parte de una comunidad con la que puede compartir gustos y opiniones. Es la primera en su rubro y la que más usuarios moviliza.

Twitch emergió por allá por el 2011, cuando todos empezaron a enchufarse a los aparatos. Pero, según le dijo Pablo Monti a TyC Sports, su auge se dio en 2018, cuando ya receptaba más audiencia que muchos canales de la TV y especialmente durante el confinamiento, cuando los grandes referentes hispanoamericanos se dieron a conocer.

Coscu, Momo, Ibai Llanos son algunos de los más renombrados y a los primeros que empezaron a invitar a paneles televisivos en los que -sobre todo periodistas deportivos-se intentaba entender este nuevo mundo y el por qué personajes reconocidos mundialmente como el Kun Aguero, Nicky Nicole y hasta Lionel Messi prefieren colaborar o ser entrevistados por estos streamers a presentarse en la televisión para compartir testimonios con un profesional.

            Estos acontecimientos fueron el puntapié que dio inicio a una grieta mediática entre la histórica “caja boba” y la “tele de jueguitos”. Entre los que dicen “no entiendo a estos pibes” y los que dicen “no van a entender estos viejos”. Los primeros disparos cruzados fueron entre el periodista y ex jugador de fútbol Gustavo López, que expuso sin filtro su repudio hacia los streamers en su programa de radio y cuestionó que el español Ibai Llanos accediera a entrevistar al Kun y a Paulo Dybala desde la comodidad de su casa. Tras la polémica, la comunidad de Twitch no tardó en enardecer y crucificar a López en las redes sociales. Sorprendido por la repercusión, el panelista intentó revertir la situación e invitó a Ibai a su programa para aclarar las cosas y tratar de entender de qué se va este “nuevo mundo”.

“Si esas situaciones conflictivas le restan puntos a una u otra plataforma va a depender mucho del público. Una persona de 50 años mira todo esto y se va a poner en la piel del periodista porque lo entiende mucho más. Los jóvenes tiramos más para el lado de los streamers. El cruce entre Gustavo López e Ibai es un ejemplo: Yo entiendo a los futbolistas que prefieren darle notas al streamer porque el tipo por ahí no les hace preguntas polémicas para sacar títulos, sino que les habla desde una posición de generando una zona de confort mucho más piola. Pero también entiendo que el periodista es periodista porque estudió para eso y se le exigen ciertas cosas”, explica Tokk8.

La grieta digital

Entre los que no conocen Twitch, lo primero que se suele escuchar es: “no entiendo porque se entretienen tanto viendo a un tipo jugando jueguitos”. Seguramente pasará algún tiempo para que lo entiendan. Mientras tanto, parece haber surgido una batalla generacional donde ninguno quiere dar el brazo a torcer. Los streamers arremeten contra la televisión. Coscu, el número uno en Argentina de Twitch, le apuntó desde la “La Caja Negra”  al histórico conductor televisivo Marcelo Tinelli: “Antes si yo quería ser famoso tenía que ir a lo de Tinelli; ahora si Tinelli quiere ser famoso me tiene que llevar a Showmatch a mí”, advierte Gutiérrez,  desafiante, recordando la caída en el rating de Tinelli, Jorge Rial y otros conductores que ven como su popularidad se esfuma como la arena.

“Cuando dicen que somos boludos jugando jueguitos hablan desde la ignorancia. Yo cuando sea grande capaz también le diga algo similar a mi hijo mientras esté viendo un stream, porque es normal, son otras épocas, distintas generaciones, y por ahí los más grandes no logran cazar las nuevas formas de entretenimiento. Antes el entretenimiento era ver a Tinelli revoleando las tangas de las chicas que iban a participar y nadie les decía: ¿Qué haces viendo a ese boludo revoleando tangas? Creo que es más sano ver a un boludito que juega a los jueguitos que a un vago que te enseña esas morbosidades”, insiste Tokk8.

Los bajos números de rating y las pocas posibilidades de reinventar formatos televisivos lleva a los pioneros del entretenimiento por cable a explorar las nuevas plataformas digitales para (re) conquistar al público. Hugo Marcelo Tinelli, el rostro de la TV argentina, y Christian Martin, el ex rugbier y actual periodista de ESPN, son dos casos extremos. La caída en picada del rating de “Showmatch” obligó a Tinelli a invitar a tiktokers famosos o cantantes como L-Gante. Pero su incursión en Twitch fue un fiasco y generó el repudio del público. En cambio, Christian Martin logró adaptarse y comparte su experiencia en la plataforma en los programas de deporte en los que trabaja. ”Es una linda manera de estar conectado con la gente”, dijo en una de sus primeras transmisiones.

¿Por qué uno sí y el otro no? La respuesta podría buscarse en el largo historial de rechazo a la TV tradicional por parte de los jóvenes, una guerra que comenzó hace tiempo con la aparición de los primeros “youtubers”, apaleados en entrevistas televisivas por panelistas notoriamente desinformados. En esta nueva batalla, la comunidad de Twitch no da tregua a la televisión, pero sí tolera a periodistas, panelistas y figuras televisivas que aceptan migrar a campos desconocidos y se sumergen en los nuevos medios digitales con respeto y ganas de aprender.

Los grandes streamers y sus comunidades le dieron la bienvenida a quienes mudaron de plataforma con humildad. “Twitch y la TV pueden convivir, pero el problema es la desinformación de los medios tradicionales. Es difícil convivir cuando la mayor parte de las noticias en las que se habla de los medios digitales la da gente de 50 años que no se han metido en google más de tres veces en su vida. Me han llegado ofertas de entrevistas en muchos programas de televisión, pero rechacé todos porque sé que no nos van a tratar con respeto, entonces tampoco voy a respetarlos. O se informan y aceptan el cambio generacional o no se va a poder dar esa convivencia”, advierte Gutiérrez.