A mediados de noviembre del año 2017, un trágico episodio golpeó duramente al país. La desaparición del submarino ARA San Juan, perteneciente a la armada Argentina, que llevaba cuarenta y cuatro tripulantes a bordo perdió contacto definitivo ocho horas después de que el jefe de operaciones informara un principio de incendio en el tanque de baterías. La abogada Valeria Carreras hace casi cinco años representa a 27 familias como querellante por la mayoría en el caso ARA San Juan, en exclusiva para Revista El Sur, relata todos los detalles de un caso plagado de irregularidades judiciales.
¿Cómo inicia este causa?
Por lo general, la gente piensa que las causas del ARA San Juan son dos: la del hundimiento en Caleta Olivia (Chubut) y la de las familias de tripulantes. Pero en realidad son ciento cuarenta y dos, porque tenés las presunciones de fallecimiento de todos los tripulantes (al no haber cuerpos se presume), las causas por espionaje ilegal de los procesados que son como pequeñas causas donde hay que pedir autorizaciones, otras porque apelan, otras porque recusan al juez, eso multiplicado por la totalidad de procesados. Está implicada también la empresa que se contrató para la iniciar la búsqueda del submarino, que además de adulterar información, mi hipótesis es que no tenía experiencia en búsqueda sino en mapear pozos petroleros. Hay una causa de encubrimiento también, porque a los veinte días ya sabían dónde estaba el submarino. Hay otra causa por ocultamiento de la verdad, donde el capitán de navío Enrique Balbi, deliberadamente omitió información clave estirando la agonía de los familiares y de la sociedad. Este paneo general sirve para explicar el espionaje.
Hay una causa por traición a la patria, también, que inicié sola y tiene que ver con este caso, porque a veinte días de haber desaparecido el ARA San Juan, el gobierno del ex presidente por aquel entonces, Mauricio Macri, licita toda la zona de la plataforma marítima donde se encontraba el submarino perdido, nada menos que para explotación hidrocarburífera. Es la famosa consecuencia del pacto Foradori - Duncan, donde el inglés cuenta en su libro de memorias que firmaron un acuerdo bilateral con cancillería argentina en 2016 en completo estado de ebriedad.
Recién en noviembre de 2020 logramos que la cámara federal de Comodoro Rivadavia (Chubut) dictaminara que sí tenían responsabilidad el por entonces Comandante en jefe de las fuerzas armadas, presidente Mauricio Macri, el Ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el jefe de la armada, Marcelo Srur. Ellos tres habían quedado exonerados desde el principio, entonces si vos cortas la cadena de mando no podes continuar investigando para abajo. Recién allí logramos avanzar con la investigación, abriendo otros círculos implicados que declararon, como el ex jefe de Gabinete Marcos Peña.
¿Por qué pensas que hay tantas irregularidades, incluso respaldadas por el vocero oficial?
Imaginate que un país amanece con la noticia de un submarino perdido, no es que no sabían dónde estaba porque no se comunicaban, sabían claramente que se había hundido. Esa bola de nieve había que empezar a taparla. Ellos se dieron cuenta de que la última comunicación que tienen algunas familias es que hubo un incendio a bordo, entonces al segundo día de estar en la base naval de Mar del Plata esperando novedades, tuvo que poner la cara el comandante diciendo que habían logrado controlar el inconveniente con el objetivo de que no salgan informes a la luz.
Creo que en Argentina estamos un poco acostumbrados a que los gobiernos tienen problemas con la inflación, enfrentar escándalos, funcionarios corruptos, pero esto que sucedió con el submarino, visto desde cualquier otro país, era motivo suficiente para iniciar un juicio político. El antecedente directo es el caso de Cromañón, donde el costo político que pagó el ex intendente de CABA Aníbal Ibarra, fue la destitución por mal desempeño de sus funciones. Es decir, hubo una gran manipulación planificada para no restar caudal electoral, recordemos que Macri asumió estando procesado, y una causa de esta magnitud podía enterrar definitivamente su carrera política.
¿Se puede hablar de injerencia extranjera?
Sí, totalmente. No podemos obviar la obsesión de Macri con "volver al mundo". Si mostraba esta cara de su gobierno, donde no sólo espió ilegalmente a las familias con la ayuda de la Agencia Federal de Inteligencia, donde un ex directivo como Gustavo Arribas estuvo procesado por la justicia, sino que también infiltró y operó para dividir el grupo mediante las Fuerzas Armadas y determinados grupos mediáticos para amedrentar y debilitar así la continuidad de los reclamos por verdad y justicia.
Cuando Macri asume su mandato, coordina con EE. UU. para montar una estructura articulada donde fijaron metas para nuestras Fuerzas Armadas: intervinieron en conflictos internos de la Nación, intentando combatir el narcotráfico y el terrorismo. Es decir, reeditaron la doctrina de seguridad del Plan Cóndor a través del comando Sur, donde no sólo espiaron a estas familias sino también a decenas de dirigentes sociales, sindicales, políticos, hasta el propio Horacio Rodríguez Larreta fue víctima de escuchas ilegales.
Hay algo que todavía no pudimos demostrar, y que es una hipótesis sostenida también por algunos especialistas que siguen el caso, de que Macri y compañía aprovecharon el contacto internacional que desplegó este caso no sólo para solicitar apoyo a su gestión sino que también para promover la explotación hidrocarburífera de nuestra plataforma marítima.
¿Cómo contuvieron el caso tanto tiempo?
Básicamente a través del blindaje mediático, que es sabido que de neutral los grandes medios no tienen un pelo. Pero también por la pata judicial que les brinda un apoyo importantísimo. A los familiares los mantuvieron esperanzados durante mucho tiempo, montando una especie de espectáculo para neutralizar cualquier acción que pudieran organizar. Esto es así a tal punto que apareció una vidente a colaborar con la búsqueda, de la que nadie sabe cómo ingresó a la base naval de Mar del Plata y se esfumó sin dejar rastro alguno, aunque suene irrisorio esto sucedió y los familiares fueron testigos. Luego pusieron un parapsicólogo. Después, algunos miembros de familiares comenzaron a notar que se les recalentaban teléfonos celulares, les desaparecían mensajes o se les bloqueaba la línea.
El 11 de noviembre de 2021 en Dolores, se le preguntó a Aguad qué había pasado con los celulares de los tripulantes. A lo cual respondió que habían dado de baja las cuarenta y cuatro líneas de los cuarenta y cuatro tripulantes. Esto es gravísimo. Cuento dos casos que sirven para ejemplificar este escenario particular. Tiempo atrás, hubo un rescate de un submarino ruso donde los tripulantes fallecieron en un accidente similar, y por medio de los celulares lograron dejar un mensaje donde expresaban su condición de agonía, siendo conscientes de que no los podían rescatar a tiempo y alegaban estar sirviendo a la patria voluntariamente. En Perú también ocurrió una tragedia con el submarino Pacocha que se hundió y cuando lograron dar con la tripulación fallecida, uno de ellos tenía un mensaje escrito en un puño que lamentablemente se borró debido al agua, pero el punto de ambos relatos es que quisieron dejar testimonio de lo sucedido.
Todo indica que hubieron palos en la rueda constantemente...
Es muy burdo. Gracias a la declaración de Aguad respecto a los celulares, logramos desarchivar una causa para que nuestro perito de parte rescate los archivos de las líneas donde al parecer, los mensajes quedan guardados en la nube de las empresas telefónicas. Tuvimos que presentarnos con las facturas de las diferentes empresas que usaba la tripulación, mucho tiempo perdido rascando información superficial que podía haberse puesto a disposición, sin dudas, desde un inicio.
Recomiendo que escuchen los testimonios de los familiares durante esa declaración en el juzgado de Dolores. Allí se puede sentir el pesar que acarrean todavía las familias de esas víctimas. Es el Estado el que debería brindar apoyo y buscar reparación, pero sucede lo contrario, menospreciaron en cada oportunidad que pudieron, ocultaron información, tardaron un año entero en revelar imágenes del submarino que encima estaban adulteradas.
La causa AFI de espionaje revela que los funcionarios se preparaban con anticipación cada vez que recibían a las familias. Construyeron perfiles con fotos tipo semáforo, donde clasificaron por grado de "peligrosidad" a cada uno, con antecedentes detallados. Cada vez que organizaron marchas, les tomaron fotografías que aparecieron en esos archivos.
¿Cómo se explica el fallo del 15 de julio de este año?
Ese fallo reciente estuvo a cargo de tres jueces de la cámara federal de Comodo Py, puestos por decreto durante el gobierno de Macri, Mariano Llorens, Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia. Allí sobreseyeron al ex presidente, junto a los ex directivos de la AFI Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, debido a que la actividad de inteligencia desarrollada estaría dentro de las acciones necesarias para resguardar la seguridad de los funcionarios de gobierno y no hubo suficiente evidencia que demostrara un uso en base a intereses particulares.
Macri y compañía salieron parcialmente airosos de la investigación. Comodoro Py es su estrategia, viene operando cual tanqueta del Pro hace tiempo, persiguen opositores, perdonan a los propios, hay un deterioro institucional cada vez más grave para nuestro estatus republicano. Los precedentes que se están generando en materia judicial son realmente alarmantes para nuestra democracia, si estos tipos vuelven a dirigir el país corremos riesgo de persecución, no tenemos mecanismos para hacer respetar nuestra información privada, se te meten a las redes sociales, construyen tu perfil, el de tu círculo cercano. Esto no tiene nada que ver con la defensa nacional, es lawfare.
Se apresuraron a concluir el fallo antes de que inicie la feria judicial, así mantienen esta causa con el perfil más bajo posible. Los medios hacen su parte también y levantan otra agenda. Tengo la sospecha de que están avergonzados del fallo plagado de irregularidades, porque si prestas atención no salieron a embanderarse a favor de Macri, sosteniendo que se trataba de una operación armada con intereses políticos o declaraciones similares. Sólo el diario La Nación publicó apenas un pequeño titular al día siguiente del fallo, ósea que intentaron no dar más declaraciones que las expresadas durante la causa.
¿Cómo seguís de ahora en más?
Una de las cosas que hice fue contactarme con la ONU el 20 de julio de este año. Por lo pronto voy a recurrir a la Corte Internacional de Derechos Humanos, ya hice una presentación ahí porque si en mi país no hay justicia pienso buscarla desde afuera. También me comuniqué con el Observatorio de Derechos Humanos de España. Me contacté con Oscar Laborde, vicepresidente del Parlasur para dar a conocer el hecho ahí también.
También es necesario ver qué pasa con la apelación que presentó el lunes pasado, 1 de agosto, el fiscal general Agüero Iturbe. Este movimiento de no querer cerrar la causa por espionaje ilegal a los familiares del ARA San Juan, pone el objeto de investigación en el centro: ¿Cómo puede ser que una carta llevada al presidente represente un peligro para la seguridad interior?. Pero es en definitiva un salvoconducto para desligar el fallo vergonzante de esta justicia adicta.
El día que el juez Bava tuvo que entregar la causa a Comodoro Py, sabíamos que estábamos en terapia intensiva porque se iba a morir la causa. Él es ex combatiente de la Guerra de Malvinas y no pudo soportar tanta presión del poder absoluto, pero esta causa la lideran muchas madres y la fuerza de las mujeres se siente cada vez que flaqueamos: tenemos las madres de plaza de mayo, las abuelas de plaza de mayo, las madres del dolor, las madres de la patria, las madres de las víctimas por accidentes de tránsito...
Hay mucho por hacer todavía, el fallo no está sustentado en la motivación que pide la justicia. Nunca pudieron demostrar cuál era el peligro que representaba una amenaza que avale el espionaje a los familiares, ni siquiera consiguieron un testimonio.