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Atletismo
Vivir a toda velocidad
Foto: Selene Luciani logró el primer puesto en la última competencia nacional de atletismo.
Selene Luciani subió a lo más alto del podio en el último campeonato nacional de atletismo, realizado en Misiones. La velocista riocuartense suma además casi diez mil seguidores en Instagram, donde promociona su propio emprendimiento de venta de suplementos deportivos para poder afrontar las competencias.
Publicada el en Entrevistas

Entran a la pista. El clima se vuelve tenso. No hay más risas entre ellas. Cada una busca su “calle”. La largada de los 200 metros llanos es una prolongación de la pista de atletismo. Algunas se persignan, otras miran al cielo, todas callan. Colocan sus pies en contacto con los tacos, una de sus piernas se encuentra más atrás con la rodilla apoyada en el suelo y lanzan una última mirada al horizonte de la pista. Bajan la cabeza, colocan sus manos en forma de “V”, detrás de la línea blanca de largada. La respiración se hace cada vez más lenta. La concentración es máxima. Apenas el árbitro grita “¡en sus marcas!”, suben la cadera y llevan los talones hacia atrás para ejercer presión en los tacos. Las rodillas se extienden, los torsos se adelantan con los hombros hasta sobrepasar un poco a las manos. Estan en posición de “listos”. La presión sobre los tacos es fuerte y breve, los músculos se tensan. Apenas suena el pitido de largada, abandonan los tacos y dan el primer paso de la carrera. Los brazos acompañan el impulso de salida. Empieza la carrera y una cabellera larga y colorada, con bucles en las puntas, toma rápidamente la delantera. Su rival de la “calle” derecha le pisa los talones, casi la alcanza, pero no logra pasarla. Selene Luciani, más conocida como “Colo”, esbelta y veloz, con cara de pato -como ella misma se describe cuando corre-, cruza finalmente la línea de llegada. La carrera termina y “Colo” hace uno de sus mejores tiempos.

Los tiempos -o, mejor dicho, las “marcas”- son fundamentales en atletismo. Y Selene lo sabe. La carrera de velocidad, dice, “es un deporte muy de marcas: lo que importa, más que si salís primera o segunda, es el tiempo en el que una corre. Entonces, una siempre apunta a esa mejora continua. Perfeccionar lo que una hace”, cuenta pausadamente, sin que el tiempo parezca apremiarla, esta riocuartense que dedica (casi) todas sus horas al deporte: cuando no entrena con Facundo Guzmán, su entrenador, se ocupa de su emprendimiento de suplementos deportivos. La idea de emprender surgió de una necesidad: poder costearse los viajes a las competencias en las que participa. Hay que pagar los costos de traslado, alojamiento, comida; hay que comprar las zapatillas -que se cambian cada seis meses- y la ropa deportiva. Y la situación de los deportistas en Argentina, incluida Selene, es bastante precaria: el dinero que se necesita para viajar a las competencias suele salir del bolsillo de los propios deportistas. Por eso surgió la idea de vender suplementos deportivos. Además de estar relacionado con su actividad, “Colo” hizo cursos de suplementación y nutrición deportiva. Su cuenta en Instagram -@supplement.store_rioiv- tiene casi diez mil seguidores y la propia Selene, de incontrastable simpatía, promueve los productos que vende y explica cómo conviene ingerirlos y qué beneficios tienen para los deportistas.

Dejar de correr nunca fue una opción para Selene. Entonces había que rebuscárselas para seguir avanzando en el deporte que la apasiona. La perseverancia es uno de los pilares fundamentales de los deportistas, pero también la disciplina en los entrenamientos, el descanso y la alimentación. En 2020, Selene empezó a estudiar Kinesiología, una disciplina también vinculada al deporte. Cursó casi tres años, pero puso pausa: “En ese momento también estaba con los suplementos deportivos y entonces tenía que estudiar, ocuparme del emprendimiento y entrenar y llegó un punto en que no me daban los tiempos”, admite. “Estudiaba todo el día y estaba con el emprendimiento, llegaba la tarde y tenía que entrenar. Tenía que rendir un final a la mañana y al mediodía estaba viajando para ir a competir en un nacional. Al nacional me llevaba los apuntes para volver y rendir otro final, pero no tenía tiempo de leer los apuntes. Entonces cuando llegaba tenía que posponer el final” detalla. “Era una situación súper estresante -agrega-, porque si bien uno va a competir, si es una competencia importante entra en una situación de estrés. Que se sumaba al estrés que me producía rendir un final en la Universidad. Llegó un punto que empecé con lesiones”, amplía. Con la perspectiva del tiempo, Selene piensa que esas lesiones fueron consecuencia de su falta de descanso y su exceso de estrés: “No respetaba los tiempos de mi cuerpo y llegó un momento en que tenía que dejar alguna de las tres cosas y bueno, pospuse esa parte en mi vida -la kinesiología- para dedicarme a meterle a mi emprendimiento y poder entrenar bien”. Ganó tiempo. Y consiguió nuevas marcas.

- ¿Cuándo descubriste que te apasionaba correr?

- Cuando iba al colegio primario. Era chiquita, me gustaba mucho correr carreritas y siempre les ganaba a los varones. Le pedía a mi mamá que me llevara a atletismo, pero desconocíamos qué había en Río cuarto. Cuando empecé el secundario, en segundo año, descubrí la escuelita de atletismo de Deportes Río Cuarto y le pedí a unas amigas que me acompañaran. Mis amigas dejaron a los dos días, pero yo seguí. Hace nueve años que voy, desde que tenía 13 años, y mi primera competencia fue a los 14 años. Desde entonces no paré más.

Desde que descubrió su pasión por correr, Selene no para. Ni un mal entrenamiento, ni una mala carrera, ni la más grave de las lesiones la alejó del deporte que ama. Siempre radiante, con una sonrisa en su cara y su característica buena onda, se predispone con la mejor actitud en su rutina diaria. Como toda deportista, sufrió algunas lesiones, que fue superando con vocación y disciplina. “Si hacés lo que te apasiona tenés que seguir por ese camino, no importa lo que pase”, dice. Su mente, su perseverancia, las ganas de hacer lo que le gusta y la contención afectiva la mantuvieron de pie en malas, especialmente los nueve meses que le llevó recuperarse de una fractura en el escafoide, un hueso del pie. La primera vez que se fracturó se recuperó rápido, pero cuando volvió a entrenar se lesionó otra vez en el mismo lugar. A ese tipo de fracturas se las denomina “lesiones por estrés”: el hueso, por el mismo impacto que sufre al correr, se empieza a “inflamar” y comienza a quebrarse de a poco. Tras su segunda lesión, Selene pasó nueve interminables meses sin poder entrenar. Los primeros tres, incluso, con muletas. Los seis restantes, con sesiones de kinesiología y fisioterapia. Se tuvo que armar de paciencia y aprendió a respetar los tiempos de descanso del cuerpo. Y a convivir con sus marcas. Al cabo de dos años, ya estaba compitiendo nuevamente en los nacionales de su categoría. Su especialidad son los 200 metros llanos, pero también corre los 100 metros.

- ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere dedicarse al deporte profesionalmente?

- Que persevere, que es por ahí. Mi experiencia es en un deporte individual, que es complicado, porque por si una tiene fallas o un día no está bien, depende de una misma, no tiene un equipo, otros jugadores que puedan ayudarte. Entonces hay que ser perseverantes: si las cosas no salen bien, hay que intentarlo otra vez. Si en algún momento viven malas rachas, que las usen para aprender. Siempre que pasa algo malo en el deporte, a la corta o a la larga, si uno toma ese aprendizaje, vienen las cosas buenas, se mejora. Que se comprometan con lo que hacen, porque si uno da mucho también recibe mucho. Pero sobre que disfruten del deporte, cualquiera sea la actividad que hagan, porque esa es la base de todo. Si uno disfruta lo que hace seguro hará las cosas bien: desde la alimentación, el entrenamiento y el descanso. Cuando uno disfruta lo que hace, el resto fluye.

Selene Luciani compite desde que era una niña. A nivel nacional empezó en la categoría U16 y desde entonces no paró (actualmente compite en la categoría U23). La división de categorías se realiza por edades: la U proviene del término inglés "under", que significa "por debajo". En cada categoría los participantes tienen edades por debajo de lo indicado en la denominación.

- ¿Cuál fue el mayor logro deportivo y qué pudiste aprender de eso?

- Mi primer logro fue haber sido subcampeona argentina en la categoría U16. Tenía 15 años, era la primera vez que iba a un nacional y quedé segunda en mi prueba. Otro logro muy importante fue cuando participé de los binacionales que se hacen en Argentina y Chile, en 2019: salí campeona en 200 metros, que es la prueba en la que más me destaco. Y también cuando quedé tercera en la categoría mayores en los nacionales del 2020, siendo que yo era todavía U20.

El 27 y 28 de agosto de este año Selene compitió en los nacionales U23, que se realizaron en Posadas, Misiones. Fue la primera vez que se subió a lo más alto del podio en una competencia nacional: ganó en los 200 metros llanos.

Rocío Conde
- Estudiante de Comunicación Social -