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Los negocios de Andrés Fassi
A la conquista del Viejo Mundo
Foto: Andrés Fassi, presidente de Talleres, con un pie en Málaga.
Andrés Fassi planea su desembarco en el Málaga Club de Fútbol, donde resiste a una destitución el jeque qatarí que amenazó públicamente al presidente francés Emmanuel Macron. El mandamás de Talleres ya lidera un proyecto deportivo propio en Uruguay y ahora busca expandir sus dominios a España.
Publicada el en Crónicas

Un cordobés de la Nueva Andalucía es el máximo ídolo del Málaga CF de España y otro cordobés de este lado del océano podría convertirse en el nuevo dueño del histórico club de la Costa del Sol. Las vueltas de la pelota.

No hay malagueño que no haya oído hablar de Sebastián Humberto Viberti, ese extraño de pelo largo que revolucionó a la Vieja Andalucía en los albores de la década del ’70 y que hizo historia con la camiseta celeste y blanca. A él se refieren como “la leyenda”, “el mito” o simplemente “el 5”.

En la ciudad del sur español su nombre identifica a una glorieta y a una de las puertas del estadio La Rosaleda, y su imagen forma parte de una colección de esculturas que Antonio Banderas tiene en su casa y que se completa con las figuras de “El Gato con Botas” y “El Zorro”, dos personales de sus películas. “Viberti es mi superhéroe”, supo decir el actor.

A casi medio siglo del último partido que “el Patón” disputó en tierras españolas, los hinchas del Málaga siguen coreando su apellido en cada partido de local. Se cuenta que, en aquellos tiempos de esplendor, en muchos bares de la ciudad la gente que quería tomar un trago largo pedía “¡Un Viberti!”, en alusión al número 47 del calzado del célebre jugador.

“Aquí después de Picasso, viene Viberti”, refiere el humorista gráfico Pachi Idígoras, quien retrató al pintor, al futbolista y a otros personajes emblemáticos en una imaginaria reunión de celebridades malagueñas que se convirtió en el codiciado mantel en un popular restaurante de la ciudad.

Es muy probable que Andrés Fassi ya tenga el suyo. En los últimos tiempos, el presidente de Talleres ha tenido varios almuerzos y cenas en Málaga, interiorizándose sobre el presente del equipo de la ciudad, que hoy juega en la Segunda División y cuenta con tres argentinos en sus filas: el entrenador Pablo Guede, el defensor Braian Cufré y el delantero Pablo Chavarría, jugador nacido en Las Perdices y formado en Belgrano.

“Es el equipo que estamos viendo desde hace un tiempo y en el que me gustaría trabajar”, reconoció Fassi un par de meses atrás.

Midas criollo

A diferencia de Viberti, Fassi es un perfecto desconocido en Málaga. Aunque hace rato que el hombre viene coqueteando con su aterrizaje en el club donde también jugaron los cordobeses Carlos “Chupete” Guerini y Martín Demichelis, recién en los últimos meses su nombre salió a luz en los medios locales. Algunos reportes aluden a él como “un millonario argentino que estuvo afincado treinta años en México” y otros lo describen como una especie de Rey Midas de la pelota. “Del otro lado del ‘charco’, Fassi ya ha demostrado más que de sobra su capacidad para impulsar proyectos exitosos. Se puede decir que ha convertido en oro todo lo que ha tocado”, señalan en alusión a las gestiones del preparador físico y empresario, tanto en el Grupo Pachuca como en Talleres.

En el club de barrio Jardín, Fassi asumió en diciembre de 2014, fue reelecto dos veces y tiene mandato hasta fines de 2025. Una reforma estatutaria que se aprobó pocos meses después del arranque de su primera presidencia -la exigencia de avales económicos y experiencia dirigencial para todos los candidatos- le asegura la condición de hombre fuerte vitalicio.

Por ahora le sigue poniendo el cuerpo al asunto, pero ya imagina a sus posibles sucesores. A Gerardo Moyano Cires, su sobrino, lo ascendió de secretario a vicepresidente primero y le liberó algunos minutos de llamadas gratis para el contacto con la prensa. A Juan Pablo Fassi, su hijo, le interrumpió la pasantía como director deportivo de la “T” y lo mandó a conducir Atenas de San Carlos, club de la Segunda División del fútbol uruguayo, donde decidió apostar algunas fichas y varios miles de dólares en agosto de 2020.

Río de La Plata

El vertiginoso ascenso que los Fassi, padre e hijo, soñaron al cruzar el Río de la Plata aún no ha podido concretarse, aunque tienen un cuarto de siglo por delante para intentarlo, según el acta de nacimiento de la Sociedad Anónima Deportiva que crearon en el país oriental. Recién ahora el equipo de Maldonado -que sumó como refuerzo “estrella” al arquero Sebastián Fassi, hermano de quien ostenta el gobierno e hijo de quien tiene el poder- ha logrado acomodarse en la mitad de la tabla de posiciones, luego de un arranque de gestión que se le pareció bastante a una pesadilla.

A los malos resultados deportivos se sumaron cinco cambios de entrenadores, despidos, demandas laborales, reclamo judicial de los gerenciadores anteriores (ente ellos, el ex basquetbolista Hernán Montenegro y el ex futbolista Rubén Capria), polémica con las autoridades gubernamentales por jugadores que entraron al país con negativos de Covid-19 supuestamente adulterados y hasta el vuelco de un colectivo que trasladaba al plantel. Una serie de eventos desafortunados que en algún momento le valieron a Atenas de San Carlos el mote “el Badajoz de Fassi”. La alusión hacía un parangón con la fallida aventura que el conductor televisivo Marcelo Tinelli encabezó en España entre 1998 y 2001, con el apoyo nunca blanqueado de la billetera de Mauricio Macri. “Quisieron llevarse todo por delante de entrada y el futbol uruguayo no es sencillo”, apunta el periodista Nico Pirri sobre los dueños del Atenas “charrúa”.

“Si los Fassi saben tanto de fútbol, que dirijan ellos”, declaró Diego Forlán, figura emblemática del seleccionado uruguayo y Balón de Oro en el Mundial Sudáfrica 2010, luego de romper lazos con el empresario cordobés y su delfín mexicano. Molesto por las constantes sugerencias que le hacían sus patrones respecto al armado del equipo, “Cachavacha” salió volando de Atenas de San Carlos luego de un ciclo como DT que se extendió de marzo a setiembre de 2021. Y pegó varios escobazos en el camino.

Jaque al jeque

José María Muñoz no es “El Relator de América”, el hombre que desde los micrófonos hacía apología de la última dictadura militar argentina. Se trata del interventor judicial que administra los destinos del Málaga CF desde el 20 de febrero de 2020. Ese día, la jueza María de los Ángeles Ruiz suspendió en sus funciones al presidente del club, Abdullah ben Nasser Al Thani y al tridente de asesores de este excéntrico jeque qatarí: sus hijos Nasser, Nayef y Rakkan. Los cuatro están acusados por los presuntos delitos de administración fraudulenta, apropiación indebida y blanqueo de capitales, en el marco de una causa iniciada por la denuncia de accionistas minoritarios del club y del propio Ayuntamiento malagueño.

Al Thani es el principal capitalista de Nas Spain, la sociedad que controla el 96,89% de las acciones del Málaga CF. El mismísimo que amenazó por Twitter a Emmanuel Macron hace dos años, luego que el mandatario francés condenara el “islamismo radical” por el caso de Samuel Paty, el docente que fue asesinado por mostrar en un aula las caricaturas sobre Mahoma que publicó el semanario satírico ‘Charlie Hebdo’. “Si no hay disculpa oficial para todos los países musulmanes con respecto al discurso de racismo, incitación al odio, recomendaremos las acciones ofensivas del Mensajero de Dios, así que soporta las consecuencias”, posteó el jeque.

El otro propietario del Málaga CF es el consorcio hotelero BlueBay, comandado por el español Jamal Satli Iglesias, que espera un guiño de la Justicia para disolver el vínculo con Al Thani y acceder a la administración de la institución con Andrés Fassi como principal refuerzo para la gestión. “Con Fassi venimos trabajando hace tiempo para el proyecto deportivo, social e institucional del Málaga, y estamos dispuestos a afrontarlo”, declaró Gonzalo Hervás, director general de BlueBay, empresa que actualmente asiste a la institución con préstamos de dinero.

Futuro incierto

Por el momento, el presidente de Talleres sigue en gateras. Por disposición del Juzgado de Instrucción 14 de Málaga, a cargo de la investigación sobre los desmanejos del jeque, el pasado 27 de julio entró en vigencia una nueva prórroga por seis meses de la administración judicial. En Tribunales apuestan a que antes del vencimiento del nuevo mandato del José María Muñoz malagueño, puedan lograr sentar en el banquillo a Al Thani e hijos.

De todos modos, hacer comparecer a los qataríes, por más órdenes de captura internacional que puedan llegar a emitirse, no es una tarea sencilla, teniendo en cuenta la inexistencia de convenios de extradición entre España y el país organizador de la próxima Copa Mundial de la FIFA.

En el Viejo Mundo aseguran que el futuro del Málaga CF sigue siendo impredecible. “Puede ser que la próxima gestión no sea de BlueBay y Fassi. Estamos hablando de un club que tiene una rica historia y que está ubicado en lugar estratégico del mapa, y eso hace que haya muchos interesados en hacer pie. Aquí se rumorea de capitales de Estados Unidos, China, España y Medio Oriente”, señalan desde el club. “También puede suceder que la administración judicial se extienda, que la causa prescriba y que Al Thani vuelva a hacerse cargo del club en 2028”, precisan.

Con un destino institucional incierto y un presupuesto anual aproximado de nueve millones de euros, Málaga CF afronta desde este mes su cuarta temporada consecutiva en la Segunda División, luego del descenso de 2018. Con el antecedente inmediato de un 18° puesto en el campeonato pasado -sólo con los cuatro equipos que perdieron la categoría por debajo-, la única certeza es que La Rosaleda lucirá repleta en cada partido, como siempre.

Cerca de 30 mil almas, desde hace rato en pena, irán a hacerle el aguante al equipo seguramente pidiendo -al mejor estilo del escritor uruguayo Eduardo Galeano- “una linda jugadita, por el amor de Dios”. También despotricando contra el jeque, teniéndole la vela a Muñoz y esperando por BlueBay, Fassi o quien sea. Y añorando a Viberti, sobre todas las cosas.

Hugo Caric
- Periodista -