Un fantasma recorre Argentina: el fantasma del libertarismo, y todas las fuerzas políticas se han unido en una santa cruzada para acosarlo. Con una ideología opuesta, las palabras de Marx son un paralelismo justo con el fenómeno libertario. En menos de una década, y de la mano de personajes pintorescos cómo Carlos Maslatón, José Luis Espert y Javier Milei, ideas que parecían olvidadas volvieron al centro de la discusión política.

Durante las PASO de 2021, y como si se tratase de la niña de “El Aro", un fenómeno que parecía 100% televisivo saltó de las pantallas a la realidad. La presencia de "La Libertad Avanza" como tercera fuerza política en Ciudad de Buenos Aires alteró el panorama político. En Río Cuarto, a 613.3 kilómetros de la capital del país, los ecos del libertarismo también resuenan. Las expresiones libertarias en la capital alterna de la Provincia, tienen menor repercusión que en otros puntos del país, pero no son inexistentes. Uno de los referentes del libertarismo riocuartense es Mario Lamberghini, un empresario hotelero que fue candidato a intendente en las elecciones del 2020, un hombre de una personalidad peculiar.

- Hola Mario, muchas gracias por la predisposición para la nota.

- Gracias a vos, disculpá, ¿a qué medio respondes?

- Actualmente soy estudiante de Comunicación en la universidad pública.

- Ah, sos un zurdito.

El libertarismo parece estar teñido de un tono irónico y juvenil, propio del lenguaje tuitero. Esta energía burlona y provocativa es un rasgo característico de los votantes libertarios, que por lo general son adolescentes entrando a una adultez temprana. Lamberghini tiene algo que decir sobre esto.

- ¿Por qué piensa que el liberalismo tiene presencia en las juventudes?

- No sólo en los jóvenes, sino también en los sectores más humildes. Los jóvenes están cansados, este aparatito (haciendo referencia al teléfono) les permite conectarse con el mundo, liberarse de la ignorancia a la que la política tradicional nos quiere someter.

- Son un partido político joven, pero el que más creció a nivel nacional, ¿a qué se debe?

- La gente está cansada de que el peronismo y el radicalismo le mientan, que los sometan a la pobreza, se cansaron de la política tradicional.

Cansancio parece ser la palabra clave para entender el crecimiento del libertarismo. Estos personajes aparecen como una alternativa a la política tradicional, que no encuentra respuestas a los reclamos. Pero, ¿cómo entra al juego político un movimiento que desprecia la política? El movimiento libertario está en una encrucijada, cual vegano que trabaja en una carnicería: desprecian a la casta política, pero tienen que formar parte de ella para llevar a cabo sus ideas.

Aun siendo el partido con mayor crecimiento en menos tiempo a nivel nacional, su número de electores no parece alcanzar para superar a fuerzas más tradicionales como el peronismo o Juntos por el Cambio. Lamberghini rechaza de plano una eventual alianza de Milei con Mauricio Macri en 2023.

- La Libertad Avanza parece no tener los votos suficientes para lograr la presidencia. Por la cercanía ideológica, ¿ves posible una alianza Milei – Macri?

- No. No va a haber alianza con “Juntos por el Cargo”, ellos son la casta, parte del socialismo que destruye a este país. No va a haber alianza de Macri con Milei, eso es toda una opereta de la casta.

- A nivel local, para lograr un lugar en el Concejo Deliberante, ¿ven la posibilidad de aliarse con Pablo Carrizo?

- Jamás, es una mala persona. Son todos zurditos los de Política Abierta.

En Río Cuarto, otra fuerza política que se presenta como alternativa a los partidos tradicionales es Política Abierta, liderada por el concejal Pablo Carrizo. Quizás el acercamiento con el Partido Libertario sea más contextual que ideológica: ir en contra de los partidos más grandes, el enemigo de mi enemigo es mi amigo. En las últimas semanas, la inminente llegada de Milei a la ciudad alteró el microclima político. Según distintas fuentes, la llegada del máximo exponente libertario venía de la mano de los partidos NOS, Política Abierta y el Partido Libertario.

- Se anuncia la llegada de Milei el viernes a Rio Cuarto. ¿Lo traen NOS, Política Abierta y el Partido Libertario?

- Eso es toda una opereta del peronismo, nos quieren dejar pegados a Carrizo.

“Nos quieren dejar pegados a Carrizo” parecer ser una declaración importante. El Partido Libertario necesita una presencia propia y no ser teloneros de una coalición más grande. Estos partidos liderados por Milei, apodado “el león”, necesitan rugir para hacerse notar. Tanto en redes como en los poderes del Estado, necesitan encontrar protagonismo propio entre partidos que se repartieron la atención del electorado durante gran parte de la historia. Esta necesidad de atención los lleva a tomar un papel provocativo, generar conflicto para destacarse.

La disputa de las ideas es un espacio clave para los libertarios. Mientras los partidos tradicionales la dan mediante el diálogo y la militancia, los libertarios buscan la contundencia. En Argentina y todo el mundo estos movimientos se destacan por su conflictividad. Bolsonaro en Brasil, con una puesta en escena más parecida a un orador evangélico que a un estadista; Trump en Estados Unidos, cuya presidencia terminó en un conflicto abierto contra las elecciones y una posterior invasión al capitolio.

- Lamberghini, ¿qué opina de la derrota de Trump en Estados Unidos y la caída de Bolsonaro en Brasil?

- Vos tenés que ver lo que está pasando en Italia, lo que está pasando en Cuba. Todo el mundo se está dando cuenta del daño que hace el socialismo. La gente está cansada, el socialismo está perdiendo la batalla cultural.

- ¿Siente que el liberalismo está ganando la batalla cultural?

- Totalmente. Los jóvenes están con nosotros. La gente está cansada del socialismo.

Aunque el ala más reaccionaria de Juntos por el Cambio, liderada por Patricia Bullrich, parece tener similitudes ideológicas con La Libertad Avanza, los “halcones” del macrismo son pichones para el núcleo libertario. Si Juntos por el Cambio, una fuerza que se define a sí misma como una derecha moderada, es considerada una expresión del socialismo por los libertarios, ¿significa que el movimiento libertario logró correr la discusión política hacia la derecha? Guillermo Natali, concejal y presidente del bloque Hacemos por Córdoba, tiene una perspectiva para aportar.

- Natali, ¿siente que las fuerzas libertarias lograron correr la discusión política hacia la derecha?

- Yo creo que sí, que la discusión política/mediática se corrió hacia la derecha. Muchos aspiramos a volver al centro. Donde me parece que debieran darse las discusiones y, sobre todo, los acuerdos políticos para que la Argentina de una vez por todas empiece, no sólo con el despegue -porque esto ya ocurrió en otras etapas del país-, sino que ese despegue tenga continuidad en el tiempo y se pueda transitar la vida institucional, política, económica de la Argentina por carriles normales, permanentes y previsibles.

Podría tomarse como un éxito rotundo que un movimiento joven haya logrado correr la discusión política de la Argentina. El Partido Libertario, como un habilidoso nueve de área, no necesita llenar las redes de goles, sino llevarse la marca. Lograron correr la pelea hacía la derecha para habilitar que otras ideas afines parezcan más moderadas. Mariela Gatica, concejala de Hacemos por Córdoba y presidenta de la Comisión de Género, Diversidad, Niñez, Adolescencia y Familia, cree que el crecimiento del libertarismo se debe a su hábil manejo de las redes sociales y su identificación con sectores enojados con la política.

- Gatica, ¿por qué piensa que estos espacios de derecha están creciendo?

- Estos espacios logran avanzar porque mantienen más que nada un discurso anti política. Nuestro país ha atravesado distintos procesos históricos que han estigmatizado la práctica política. Han sabido interpretar a un sector caracterizado por el enojo.

- ¿Cree que la discusión política se corrió hacia la derecha?

- Me gustaría dividir la respuesta en dos partes. En primer lugar, le dedican mucho tiempo de televisión y el uso de redes sociales para promover los discursos de extrema derecha, que a la mayoría le resultan disparatados. Estas ideas hacen que para algunos sectores de la sociedad las ideas de centro derecha resulten moderadas. En segundo lugar, no creo que la discusión política se haya corrido hacía la derecha, sino que lograron que la discusión se haya polarizado y los centros pierdan relevancia.

La mayoría del arco político ve al libertarismo como un movimiento antipolítico, pero hasta los más antis tienen algún acercamiento a la política. En este caso, algunos referentes del libertarismo no temen soltar elogios a un gobierno peronista, el de Carlos Menem. “El turco” parece ser un punto de encuentro entre los tradicionales y los “outsiders”. Rebeca Semprini, historiadora e investigadora del Conicet, sostiene que “las actuales derechas reniegan del pasado, son anti históricas”. Y advierte: “No es sólo una cuestión de ignorancia o desinterés, sino una estrategia ideológica que permite generar olvido y reinstalar políticas del pasado que vuelven a aplicarse en el presente”.

- ¿A qué piensa que se debe la aparición de movimientos de derecha y ultra derecha actualmente?

- Las crisis suelen ser ocasiones propicias para su aparición. En los países centrales, estas fuerzas recogieron los reclamos de aquellos sectores que resultaron o se sentían perdedores del proceso de globalización. Pudieron convertir en votos su incertidumbre, derivada de la precariedad laboral y el miedo a la inmigración o el terrorismo. En Argentina, no es casual que el Pro naciera en el contexto de la crisis de 2001 y 2002. En medio del descreimiento y la desconfianza hacia los partidos, surgió con un discurso pos político, caracterizado por el no compromiso con el pasado y la reivindicación de un mundo sin conflictos.

- ¿Hay algún paralelismo a lo largo de la historia de nuestro país en cuanto a la generación de estos movimientos?

- Después del golpe de Estado de 1930, las derechas llegaron al gobierno mediante elecciones fraudulentas en 1931 y 1937. De ahí en más, recurrieron a golpes y dictaduras militares. Nunca mediante elecciones, hasta 2015. Si bien Menem impulsó un programa de políticas neoliberales, su triunfo en 1989 se dio tras una campaña basada en propuestas que apenas asumió la presidencia violentó descaradamente. Resulta importante remarcar que en Argentina las derechas tienden a eludir reconocerse abiertamente como tales. Los partidos políticos a que han dado lugar no incorporan el término en su denominación.

En Argentina son pocas las experiencias de derecha que han llegado al poder en forma democrática. Se acercaron poco a las reglas intocables de la política, el respeto a la democracia. No es raro encontrar libertarios reivindicando dictaduras o pidiendo la cabeza de dirigentes de otros espacios. El atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recordó que aún no cerraron las heridas antidemocráticas. Lamberghini, Natali y Gatica no responsabilizan directamente al libertarismo: mientras Lamberghini se muestra escéptico respecto a la veracidad del hecho, Natali y Gatica atribuyen una responsabilidad discursiva al libertarismo por la generación de discursos de odio. Para la historiadora del CONICET, en cambio,  “en los últimos años el escenario político argentino se ha polarizado, dando lugar a lo que se conoce como “la grieta”.

“En paralelo a este proceso –advierte Semprini- han ido apareciendo expresiones extremas, a la derecha de la derecha, en las que el neoliberalismo se ha ido acoplando con posturas xenófobas, ultramontanas y reaccionarias. Sin duda contribuyen a la construcción de violencia, dado que sostienen lo que se conoce como “discursos de odio”, expresiones públicas tendientes a promover, incitar o legitimar la discriminación y la violencia (verbal y/o física) hacia una persona o un conjunto de personas en función de su pertenencia a un grupo (étnico, político, de género, social, religioso, etc.)”.

El fenómeno libertario es una realidad en Argentina. Tanto a nivel nacional como a nivel local, los exponentes de esta ideología no temen explicitarlas y dar una batalla enérgica por las ideas. El resto del arco político deberá acostumbrarse a compartir espacio con estas propuestas. Gritones y enojados, los libertarios están ahí, buscando ocupar un lugar fuerte en las urnas, los municipios, el Congreso, y quizás, en el sillón de Rivadavia.