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Año redondo para el fútbol cordobés
Foto: Luis Fabián Artime consiguió el ansiado ascenso con Belgrano de Córdoba.
Belgrano se consagró campeón de la Primera Nacional y Talleres, que hizo una muy buena campaña en la Libertadores, quedó a un paso de adjudicarse la Copa Argentina. Más allá de los resultados, celestes y albiazules protagonizaron un auténtico fenómeno de convocatoria popular en 2022. Entre ambos sumaron 111.000 socios y 1.736.000 asistentes a sus partidos.
Publicada el en Crónicas

A principios de este año -para ser más exactos, el 6 de febrero- el fútbol cordobés celebraba la vuelta del superclásico provincial. Aunque se trataba de un partido amistoso, Talleres y Belgrano volvían a compartir el mismo campo de juego después de tres años y medio de desencuentros, y con sus respectivas parcialidades en las tribunas. La disputa de la “Copa Córdoba” fue la excusa perfecta para la presentación conjunta de dos equipos necesitados de rodaje y de algo de dinero fresco para terminar de “pasar el verano”, en vísperas del reinicio de la competencia oficial. La solidaridad fue otra causa común; antes del encuentro, albiazules y celestes se unieron en torno a una misma consigna hecha bandera: “Justicia por Blas”.

Aquella noche, el Estadio Kempes lució casi repleto y la puesta en escena le sirvió al gobierno cordobés para sacar chapa de ‘único lugar del país donde se juega con las dos hinchadas’. Para ‘el Cordobesismo’ la movida resultó todo un éxito. Le permitiría anotarse entre sus logros la presencia del seleccionado de la AFA y algunos duelos destacados de los torneos nacionales. Y no sólo eso. ‘El Chateau’ también albergó la definición de la Copa Sudamericana que iba a realizarse en Brasilia y que debió mudar de sede por la coincidencia con otra finalísima: la primera vuelta entre “Lula” Da Silva y Jair Bolsonaro, que terminaría con leve ventaja para el primero.

Igual de apretado resultó el triunfo de Talleres sobre Belgrano en aquel superclásico veraniego. Los penales terminaron torciendo el 1-1 y haciendo realidad la que, a la postre, sería la única alegría del breve ciclo de Ángel Guillermo Hoyos como entrenador del conjunto de barrio Jardín.

Después de la celebrada reposición, albiazules y celestes volvieron a dividir sus destinos y a navegar por aguas diferentes. Siete meses y ocho días después, el 25 de setiembre, el bergantín Pirata llegaría al lugar soñado: la superpoblada máxima divisional del fútbol argentino. Paradójicamente, lo haría en el puerto menos pensado: el Estadio Único de San Nicolás.

Cinco semanas más tarde, el 30 de octubre y en coincidencia con el balotaje brasileño que terminó de concretar el retorno de “Lula” al Palacio de Planalto, Talleres naufragaría en la orilla, al pie de la Cordillera. Bajo las órdenes de Javier Gandolfi, el sucesor del portugués Pedro Caixinha (el sucesor de Hoyos), la “T” perdió ante Patronato, en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, su segunda final consecutiva de Copa Argentina.

Alta fidelidad

Más allá de sus vidas paralelas, y de los resultados que obtuvieron en el campo de juego, Belgrano y Talleres convergieron en un fenómeno de convocatoria popular casi sin precedentes en la ciudad, en la provincia y en el país. En una imaginaria Tabla de Socios, Piratas y Matadores estuvieron todo el 2022 disputándose palmo a palmo el primer lugar. El recuento de fin de año le da ventajas al celeste de barrio Alberdi, que llegó a los 60 mil carnets activos en coincidencia con su inédita consagración como campeón de la Primera Nacional. En el caso de la “T”, el último ‘boca de urna’ informado por su directiva dio cuenta de 51 mil afiliados con cuota al día.

El notable incremento de los padrones de los clubes cordobeses que participan en los torneos de la AFA también se reflejó en Instituto, que en un año y medio pasó de los 1.500 socios de los tiempos de pandemia a los 31.000 abonados de la actualidad. Ese salto cuantitativo fue motivado por las destacadas campañas del cuadro de fútbol, subcampeón de la Segunda División, y del elenco de básquetbol, campeón de la Liga Nacional.

Los elencos de La Docta también tuvieron un año sobresaliente en cuanto a capacidad de movilización. En los 21 partidos que jugó en el Kempes por la Copa de la Liga y la Liga Profesional, Talleres convocó 750 mil espectadores, lo que representa un promedio de casi 36.000 por presentación. A esa cifra hay que agregarle los 300.000 hinchas que asistieron a los encuentros de Copa Libertadores: los cinco compromisos en Córdoba y los que se disputaron en Río de Janeiro, Lima, Santiago de Chile, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires. Los números del aguante albiazul se completan con los 95.000 parciales que armaron las “caravanas” para seguir al equipo en los siete duelos de Copa Argentina, que tuvieron lugar sucesivamente en Salta, San Luis, Chaco, Rosario y Mendoza. La suma demuestra que la “T” tuvo más de un millón de amigos: 1.100.000.

En el caso de Belgrano, el cartelito de “no hay más localidades” salió a luz en los 17 encuentros que protagonizó en su cancha. Cada presentación del conjunto dirigido por Guillermo Farré en el Gigante de Alberdi tuvo el acompañamiento de 29.000 espectadores, lo que representa un total de 493.000 hinchas en el acumulado del campeonato. A eso hay que sumarle los 60.000 del festivo partido final contra Chacarita en el Kempes y otros 30.000 que viajaron a los partidos de visitante, incluido el consagratorio de San Nicolás frente a Brown de Adrogué. Otros 53.000 parciales acompañaron al celeste en los encuentros de Copa Argentina que lo tuvieron como animador en Santa Fe, La Rioja y San Luis. ¿El saldo de la fidelidad Pirata? Más que favorable: 636.000 hinchas en 39 partidos.

Celestes, albiazules y verdes

En 2023, Talleres y Belgrano compartirán las marquesinas de la Liga Profesional, la elite del fútbol argentino que este año tuvo la particularidad de obligar a los hinchas a estar pendientes de tres tablas: la del campeonato, la anual y la de los promedios. Entre tanta grillas que andan dando vueltas al compás de la pelota, bien podríamos agregar la de los dólares, que en el mano a mano entre la “T” y la “B”, favoreció a los primeros.

Mientras la entidad de barrio Jardín embolsó US$ 4.800.000 por acceder hasta los cuartos de final de la Copa Libertadores de América, la tesorería celeste se aseguró el cobro de US$ 4.100.000 por los porcentajes de ventas de dos exjugadores del club, “el Chino” Lucas Zelarayan y “el Cuti” Cristian Romero. Nada mal como para pasar un nuevo verano, que esta vez será más largo por el Mundial que la FIFA armó para el invierno qatarí.

Hugo Caric
- Periodista -