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#CineYRedesSociales
"Hoy la gente elige Tik Tok"
Foto: Ciampagna viajó por todo el país para filmar los festejos del Mundial de fútbol.
Teodoro Ciampagna estudio cine en Córdoba y se imaginó filmando películas en el formato tradicional, pero tuvo que reconvertirse en realizador digital para subirse a tiempo al tren de Internet y las redes sociales.
Publicada el en Entrevistas

Teodoro Ciampagna es un realizador cordobés que, desde hace siete años, amalgama la producción tradicional de cine y televisión con el contenido audiovisual de las plataformas digitales. Con su película “Hipólito” (2011) contribuyó a cimentar lo que algunos llaman el “nuevo cine cordobés”. Antes, había producido la serie “Edén” (2011) ganadora del Martín Fierro a mejor ficción y a la mejor producción en los premios “Nuevas Miradas”. También produjo la docuficción “Locura que enamora mi ciudad” (2014) sobre el Club Talleres, entre otras producciones.  Hoy dirige la productora “Bueno Dale” donde explora las extensas y movedizas aguas de la creación de contenido digital para redes sociales. La serie de ficción “Casa de Familia” (2020), junto al grupo Hecatombe y la comedia “Alta Mezcla” (2017-2020), ganadora de la Mejor Campaña Publicitaria Online Digital 2018 y de los premios Latam 2019, dan cuenta de ello. Una de sus últimas producciones fue a fines del año pasado, cuando millones de personas estaban pendientes del devenir de la scaloneta y el desempeño del mejor jugador del mundo en su ¿último? Mundial. Acompañado por un reducido equipo de filmación, Ciampagna recorrió la Argentina de punta a punta junto al influencer Michelo 2.0 para registrar los festejos, partido a partido, y publicar el contenido en su canal con el auspicio de una conocida bodega: Viñas Riojanas.

- ¿Cómo se armó esa aventura por todo el país?

- Era una idea que surgió de la posibilidad de hacer 23 provincias en 23 días. Nos enteramos que la empresa Viñas Riojanas iba a hacer una pauta comercial con Google para el Mundial y yo les dije: ¿En vez de poner esa plata ahí, que se va para afuera, por qué no la invierten en nosotros, nos pagan el viaje y hacemos una campaña? Les gustó la idea y me dijeron que podían hacer el cambio si nosotros nos manejábamos dentro del presupuesto. Y aceptamos el desafío.

- ¿Y cómo fue esa aventura de hacer 23 provincias en 23 días?

- Llegábamos al lugar, en cada provincia, y hacíamos un registro de imágenes o entrevistas a hinchas. Nos íbamos al hotel, editábamos todo y lo publicábamos ese mismo día, dos o tres videos. Fue una campaña “minuto a minuto”, todos los días salían videos. Llegamos a sacar cerca de 90 videos más o menos. Se generaba un diálogo entre las redes de Michelo 2.0, el influencer, y las redes de la marca. Por ejemplo, la marca decía: tienen que juntar a veinte personas a tomar mate en Posadas, Misiones. Nosotros íbamos y buscábamos a las veinte personas para que se juntaran a tomar mate y charlar con él. A todo eso lo registrábamos y lo hacíamos video. Así fue la movida en cuanto a la estructura del contenido.

- Venís trabajando hace mucho con redes sociales, produciendo material y contenido, pero también estudiando su mecanismo ¿Cómo es el detrás de escena de los influencers de las redes sociales?

-Mis comienzos fueron tradicionales, fuera del ámbito digital, por decirlo de alguna manera. Estudié cine con la aspiración de hacer una película de ficción o un documental. Así fue como hice “Hipólito” y la serie “Edén”. Pero después hubo un período posterior donde empiezo a notar que hay un movimiento reaccionario a todo lo que es el contenido audiovisual en ese momento.

- ¿Por qué reaccionario?

-Porque había un montón de gente que generaba contenido, a partir del 2004 y que todo ese contenido lo empezaron a volcar de manera semi profesional en las redes. Es la época del nacimiento de Youtube. Había una generación de contenidos paralela, diferente a lo que nos habían enseñado hasta ese momento. No podíamos desconocer que empezaron a surgir generadores de contenidos en internet que a través de un video de YouTube llegaban a un público masivo. Todo eso tuvo sus propias particularidades y su propio mundo. Había grupos como “Porta Dos Mundos” en Brasil o “Enchufe TV” en Ecuador, que eran de productoras en sí, pero reaccionaria al modelo establecido en ese momento y eran personas que no habían tenido posibilidades dentro del establishment de la televisión y del cine y no por eso eran menos laboriosos, digamos. Empezaron a hacer su contenido y a buscar sus propias dinámicas de financiación.

- ¿Cómo surge la experiencia con Hecatombe y cómo es hacer ficción para redes sociales?

- Fue una gran experiencia en esos años, hablo de 2006, hasta 2010, más o menos. Hecatombe era una especie de cooperativa entre productores y realizadores, donde había verdaderos artistas, vestuaristas, directores de fotografía, guionistas, directores y grandes actores. Entonces generábamos contenido audiovisual para distribuir en YouTube. Y nosotros nos buscábamos la propia financiación. Porque no teníamos plata para para pagarle a toda esa gente que estaba trabajando y para pagar los gastos de producción. YouTube y Facebook te pagaban por visualización (Facebook lo hacía en ese momento). También recaudábamos haciendo giras teatrales y cortos publicitarios dentro de nuestra plataforma. Eso, que hoy es moneda corriente, en aquel momento era algo medio extraño. Hoy los productores de contenido masivo están en Internet, ya no están en la televisión o en el cine, están en plataformas digitales como Tik Tok, o como era Instagram o YouTube. Cualquier creador de contenido hoy te dice que YouTube o Instagram son viejos y ya están desarrollando contenido en Tik Tok. Es como que se van moviendo y van cambiando los formatos en función de lo que la gente va eligiendo. Hoy la gente, de manera masiva, elige Tik Tok.

-¿Cómo es estar en el medio de ambos mundos: el digital y el tradicional?

-Mi aspiración es la mezcla de ambos. Creo que hay otra manera de hacer cine y es lo que estoy buscando. Busco no depender siempre de organismos gubernamentales o de productores privados que te impulsan a hacer la película que ellos quieren. Hay tantos directores, tantos proyectos, tanta vocación por hacer cine, que creo que ese potencial se tiene que poder volcar y hacer de otra manera. Hay tanta burocracia en el medio. Lo digital vino un poco a romper con esa burocracia y a que los proyectos se puedan llevar adelante más rápido. El tema es cómo se financia. También estamos buscando y desarrollando métodos digitales de financiación.

-En ese camino, de producir y crear contenidos, que es costoso, es que te vinculas con marcas…

-Es lo que he hecho en los últimos siete años. Busco marcas que financien proyectos que considero que son de un fuerte poder comunicacional dentro de las plataformas y las redes sociales. El proyecto que hicimos con Michelo 2.0 y Viñas Riojanas, es un ejemplo. Si ponían la plata en Google, esa plata se iba del país. En cambio hicimos una producción propia que tuvo mucho éxito. Recorrimos todo el país, tuvo tanta exposición que a la marca le rindió mucho más. Por exposición estamos hablando que lo consumieron, no solo en Argentina, cerca de 38 millones de personas. Entonces ganó la marca, ganamos nosotros como productores y realizadores y ganó el influencer.

-Cuando hablás de que, por ejemplo, YouTube ya es viejo, Instagram también ¿es a nivel global o se aplica también a Argentina y a Córdoba en particular? ¿Hay diferencias regionales?

-Son tendencias que se van dando en el ecosistema digital. Como todo se comunica tan rápido, es como que todos los cambios, prácticamente de un año al otro, van ocurriendo. Lo viví con los últimos siete años con “Alta Mezcla”, que es también una producción de ficción para una marca. El primer año hacíamos una serie de contenido de tres minutos en YouTube y eso era en ese momento viral, se veía mucho. Un año después, tenía que bajar la duración a dos minutos, porque si no la gente como que no se quedaba tanto tiempo en la pantalla. Entonces empezó a aparecer Instagram. Hace seis años atrás, fuimos unos de los primeros que nos metimos con el mundo de los memes y de los videos cortos. En realidad, la gente va cambiando de plataforma y los generadores de contenidos se van aggiornando donde está la gente. La tendencia general va hacia el consumo de videos de menos de un minuto y también un consumo vertical y ya no horizontal.

-Y también hay una geopolítica detrás, ¿no? Tik Tok es chino, Instagram y Facebook de EEUU, Telegram es Ruso… hay como una división política de las redes…

-Sí, sí, totalmente. No conozco tanto los intereses de más arriba, pero sí te puedo decir que hay una invasión de China, de contenidos chinos con mucha financiación para la elaboración de contenidos para meterse en el mercado de la comunicación, el entretenimiento, la venta de productos, y eso atenta directamente contra los intereses de EEUU, y nosotros estamos un poco en el medio. Noto a veces que los gobiernos no le dan la importancia que esto tiene y yo creo que hay que darle importancia porque es lo que consumen las nuevas generaciones, es donde se posiciona un político, donde una marca puede vender más de su producto, donde nace nuevas marcas todo el tiempo… Es algo que no está regulado claramente en nuestro país y es un ambiente súper interesante para abordar.

-¿Crees que las campañas electorales de este año se definen en las plataformas de redes sociales?

-En mi opinión personal sí. Hay un público enorme en las redes. La gente menor de 35 no consume televisión, está en las redes. Eso hace que los políticos le empiecen a dar mucha importancia. El presidente de El Salvador, por ejemplo, maneja muy bien las redes sociales, hizo una campaña para mí increíble a nivel comunicación. Acá en Argentina tenemos el crecimiento de Milei, que también tiene que ver con las redes sociales, porque todos sus mensajes se amplifican de una manera enorme. 

-¿Cómo ves el ecosistema de los medios cordobeses? 

-Creo que Córdoba tiene una gran posibilidad. Córdoba tiene un poder creativo enorme, una potencia creativa muy grande. Falta que, o se organicen de manera privada, o que lo público también colabore en esa organización, porque hoy se podría hacer un polo de generadores de contenido en redes sociales. Yo veo que siempre se va detrás, ¿no? Cuando llega el apoyo ya hemos perdido a los talentos o están en otra cosa. Creo que hay que estar atento porque es importante que como Córdoba nos posicione, no podemos dar tantas ventajas.

Carlos Ruiz
- Periodista -