Que parezca un accidente. El tuit remitió inevitablemente a la célebre frase que el imaginario popular le atribuye a Don Corleone, el personaje protagonizado por Marlon Brando en la película ‘El Padrino’. OJO, EL QUE MÁS PIDE O RECLAMA, SE MUERE PRIMERO, escribió en la madrugada del 12 de marzo pasado Pablo Toviggino, tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y presidente del Consejo Federal, organismo que regentea la actividad de 220 ligas y 3.500 clubes del interior del país. Alto, fuerte y lejos: un pelotazo para Talleres.
Toviggino es la principal espada del mandamás del fútbol argentino Claudio ‘Chiqui’ Tapia, a quien llama ‘El Comandante’ y replica fervorosamente en la red social del pajarito, donde también cita frases de Juan Domingo Perón, Winston Churchill y Martin Luther King. Retuiteador serial de los posteos del Papa Francisco, el hombre tampoco escatima caracteres a la hora de responder a quienes critican su gestión, o la de su jefe: “¿Se creen que logran algo de esa manera? Qué poco saben y entienden”.
Aquellas y estas glosas fueron dedicadas a Juan Pablo Fassi, hijo del titular de la ‘T’ Andrés Fassi, quien había criticado el desempeño del referí Andrés Merlos en la derrota 1-2 ante Vélez Sarsfield, en el Estadio Mario Kempes, por la sexta fecha del Torneo de la Liga Profesional: “Cómo le duele a Tapia y a sus secuaces el presente de Talleres, manden al árbitro que quieran y sigan intentando bajarnos. No van a poder”,
Exdirector deportivo de Talleres y expresidente de la Sociedad Anónima que gerenció sin pena ni gloria a Atenas de San Carlos de Uruguay entre agosto de 2020 y enero de 2023 -Diego Forlán, Balón de Oro del Mundial de Sudáfrica 2010, lo acusó de querer armarle el equipo en el club ‘charrúa’-, Fassi Jr. ha exhibido como su faceta más sobresaliente el tono polémico de sus intervenciones en las redes. Allí alterna entre el fútbol y la política, una cancha en la que juega como extremo por derecha.
El duelo de alfiles en el espacio virtual motivó una cumbre entre Fassi Sr. y Tapia en el predio afista de Ezeiza. “Fue una muy buena charla”, aseguró el directivo cordobés. Sonriente y con su mejor cara de ‘aquí no pasa nada’ -como en su última visita al complejo tallerista, cuando hasta posó con la ‘10’ azul y blanca-, el capo de la AFA se marchó del cónclave sin emitir palabra. No fue necesario. Los dichos de Toviggino suelen hablar por él.
“A ninguno de los que quieren sacar provecho les conviene que el presidente esté molesto, espero entiendan y puedan darse cuenta de que se les vuelve en contra”. El cerebro de la gestión Tapia tampoco cuidó demasiado las formas en el grupo de WhatsApp de los popes de los clubes de la Primera Nacional, cuando a mediados de 2020 San Martín de Tucumán y Atlanta lideraban la oposición a un sugestivo cambio reglamentario impuesto sobre la marcha, con la pandemia como excusa.
En otro alarde de impunidad, aquella vez Toviggino acusó a sus pares de criticar a su superior en ‘charlas informales’, los tildó de ‘auténticos carneros’ y (de paso, cañazo) volvió a mostrar su recelo con la actual conducción tallerista: “Y tomando como ejemplo inmediato, (Tapia) no vio que ninguno opine o le conteste a Fassi, que habla libremente de que los clubes desaparezcan”.
Jugador de toda la cancha
Nacido en Rosario, Toviggino transitó la mayor parte de su vida en Santiago del Estero, donde montó un centro de equitación y despuntó en el fútbol pasando sin escalas de la vicepresidencia del modesto Club Comercio Central Unidos al máximo cargo de la Liga Santiagueña. Los conocedores del paño atribuyen este meteórico ascenso a las buenas migas que el directivo supo hacer con el poder político de aquella provincia.
De estrecho vínculo con el gobernador Gerardo Zamora, y cada vez más frecuentes coqueteos con el ‘Superministro’ Sergio Massa, Toviggino fue uno de los armadores de la candidatura de ‘Chiqui’ Tapia al sillón de Don Julio Grondona en 2017. Previamente, había integrado el Comité de Regularización de la AFA, un cuarteto que tenía como principal referente al expresidente de Belgrano Armando Pérez y que completaron Javier Medín, un abogado de confianza del entonces mandatario nacional Mauricio Macri, y Carolina Cristinziano, actual vice primero de Rosario Central, club que preside su esposo, el exdelantero Gonzalo ‘Pejerrey’ Belloso.
Fue el propio Toviggino quien, aprovechando una licencia por enfermedad del empresario cordobés de los cosméticos, envió una carta a la FIFA denunciando irregularidades en el Comité y acusando a sus pares de imponer “un modelo de gestión autoritario”. Aquella misiva precipitó el llamado a la elección que puso a Tapia en el trono del fútbol nacional y acomodó al rosarino-santiagueño a su lado, como secretario ejecutivo.
En los anteriores comicios, el fallido 38-38 del 3 de diciembre de 2015, el hombre fuerte del Consejo Federal había militado la candidatura de Luis Segura, ex mandamás de Argentinos Juniors. El jefe de esa campaña fue Alberto Fernández, el actual Presidente de la Nación, también identificado con ‘El Bicho’ de La Paternal. Quien acercó a Toviggino a las huestes de Segura fue el entonces titular de Sportivo Estudiantes de San Luis, Carlos Ahumada Kurtz, enigmático empresario que en México se ganó el mote de ‘El Señor de los Sobornos’ y que en Córdoba tuvo un fugaz y convulsionado paso como gerenciador de Talleres entre 2008 y 2009.
Otro hombre vinculado con el club de barrio Jardín, el ex vicepresidente primero Rodrigo Escribano fue señalado por algunos dirigentes como el responsable del insólito empate en el acto donde sufragaron 75 asambleístas. Al abogado, que acompañó a Fassi en sus tres mandatos en la ‘T’, como garante del pacto de no agresión con históricos socios autopercibidos como ‘notables’, le habían encomendado ‘contar los porotos’ para la lista de Marcelo Tinelli. En la vereda del frente tampoco la pasó bien Toviggino: Ceferino Sosa, representante de la Liga de San Luis, lo denunció en los tribunales de Comodoro Py por ofrecer dinero a nueve asambleístas a cambio del voto por Segura. La causa no prosperó.
Los rencores que dejó aquella jornada bochornosa para el fútbol argentino resurgieron en las redes de Toviggino antes del Mundial de Rusia 2018, cuando Tinelli le dedicó un jocoso “¡Guau!” a Tapia, tras el anuncio de la suspensión de un partido amistoso entre los seleccionados de Argentina e Israel, que iba a disputarse en Jerusalén. “Te pensé más inteligente, pero ya burlarte de una situación delicada no hace más que confirmar lo mal que estás de salud. Como dirigente deportivo ‘fuiste’ una vergüenza. ¿Ahora querés jugar a ser político partidario y te gusta aplaudir? Guau 38 a 38, ¿te acordás?”, posteó el influyente ‘Jefe de Gabinete’ de la AFA.
El otro Santiagueñazo
Cuando parecía todo encaminado para que el último 28 de marzo Córdoba fuera la sede de Argentina-Curazao, uno de los partidos programados para que Lionel Messi y compañía celebraran ante su público la reciente tercera estrella mundialista, ‘Chiqui’ Tapia apareció en la Casa de Gobierno de Santiago del Estero portando el decreto que lo declaraba “huésped de honor de la provincia” y anunciando al Madre de Ciudades como sede del duelo entre el campeón del mundo y el discreto representativo caribeño. Cuentan que en ‘El Panal’ y la Agencia Córdoba Deportes quedaron absortos por la inesperada jugada que tuvo la impronta de Toviggino y que mudó el juego a la provincia donde Juan Schiaretti supo ser interventor. “Si fuera por ‘Chiqui’, capaz se hacía en el Kempes. No se olviden que acá la pasa bárbaro cada vez que viene”, dijeron acerca del titular afista, de muy buenas migas con Juan Manuel Cavagliatto, máxima autoridad de Instituto.
Señalado como el poder detrás del poder en el viejo edificio porteño de Viamonte 1.366, Toviggino es considerado un jugador clave en el reposicionamiento del fútbol santiagueño a nivel nacional. A su influencia le atribuyen los sucesivos ascensos de Central Córdoba, Mitre y Atlético Güemes, y el convenio con la AFA que permitió la construcción de un modernísimo estadio con capacidad para 30 mil personas, casi un oasis en medio del desierto, con un costo estimado de $1.500.000.000.
Del estrecho vínculo del presidente del Consejo Federal con los poderes de Santiago del Estero también hay referencias en Tribunales, donde el dirigente es mencionado como uno de los engranajes de una red de políticos, funcionarios y testaferros dedicada a la usurpación de campos. “Toviggino ha pasado de clase media baja a multimillonario”, apuntó el abogado Edgardo Taboada en un artículo que la revista La Columna publicó en 2021. Por entonces, este letrado acababa de presentar una denuncia por ‘asociación ilícita, falsedad ideológica, falsificación de instrumentos públicos, defraudación y estafa” en reclamo de un campo de 1.700 hectáreas de su propiedad, ubicado en el departamento Pellegrini. En la nota, Taboada aseguró que la última titular del dominio que figuraba en los registros catastrales era una empleada doméstica de Toviggino.
En sus redes, el dirigente suele relativizar algunos señalamientos que se hacen sobre su gestión, y también descalificar a sus ‘detractores’. No hay mejor defensa que un buen ataque, reza una vieja máxima futbolera. Atribuye a ‘operaciones’ lo malo y lo feo que se le endilga, utilizando como coartada el hecho de haber sido uno de los blancos de los espionajes ilegales que se llevaron a cabo durante la gestión nacional macrista.
De su puño y letra también tiene el sello la nota que la AFA presentó a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), a modo de queja, luego del polémico arbitraje del chileno Edgardo Zambrano en una de las semifinales de la Copa América 2019. “Lo sucedido en el partido de ayer entre nuestra Selección Argentina y su similar de Brasil, merece una profunda reflexión que pone en duda que se hayan observado los principios de ética, lealtad y transparencia que usted recurrentemente invoca”, señaló la misiva dirigida a Alejandro Domínguez, el dueño de la pelota en el continente, quien de inmediato desplazó a Tapia como representante interino del fútbol sudamericano ante la FIFA. El tiempo cicatrizó aquella herida, y Tapia y Domínguez volvieron a mostrarse juntos y sonrientes.
Barracas y al sur
A pesar de aquel mal momento, no hubo reproches del ex yerno de Hugo Moyano hacia su fiel escudero. Al contrario: Tapia designó a Toviggino socio y vicepresidente del club donde fue delantero y presidente, Barracas Central; el nuevo ‘caballo del comisario’ de las canchas argentinas, una especie de precuela del Arsenal de Sarandí de los tiempos de Grondona.
A imagen y semejanza de su ‘Comandante’, que le presta el nombre al ‘Estadio Claudio ‘Chiqui’ Tapia’ en Barracas Central, el ‘Monje Negro’ de la AFA también podría cumplir en breve el sueño de la cancha propia. Mariano Moreira, el presidente de Río Mayo, entidad del sur chubutense que el año pasado logró insertarse en la órbita del Consejo Federal como parte de la Liga Norte de Santa Cruz, ya anticipó su intención de bautizar ‘Pablo Toviggino’ al reducto donde su equipo juega como local.
En el sur del país, el encargado de las finanzas afistas ya tiene otro buen amigo: Juan Pablo Beacon, un cordobés radicado en Viedma que oficia como presidente de la Liga Patagónica y -según su propio padre, Alberto Beacon, titular de la Liga Rionegrina- le hace de “secretario privado”.
Beacon Jr., de breve y olvidable paso por la presidencia del Consejo Federal entre 2016 y 2017, se proclama hincha de Talleres, cumple funciones dirigenciales en Central Córdoba de Santiago del Estero y gerencia el fútbol de Sol de Mayo de Viedma, equipo de participa en el Torneo Federal A, a través de la empresa de asesoramiento deportivo y jurídico Malte SRL. Fue él quien el pasado 28 de febrero, durante la reapertura de la embajada argentina en Bangladesh, copó la escena anunciando la contratación del capitán del seleccionado de ese país, el mediocampista Jamal Bhuyan, para el elenco de la capital rionegrina. Al jugador asiático todavía lo están esperando en la zona del valle inferior.
En el centro del mapa nacional, Toviggino cultiva una buena relación con Alicio Dagatti, el empresario polirrubro que conduce a Estudiantes y apadrina a Atenas en Río Cuarto, y con Emeterio Farías, hombre fuerte de la Liga Cordobesa y actual vocal del Consejo Federal. “Es un gran referente del interior”, destaca el tesorero de la casa madre del fútbol de La Docta, cada vez que habla del rosarino-santiagueño-barraqueño, nada menos que el poder detrás del poder en el fútbol nacional. Farías -quien supo ser un grondonista de la segunda hora- proclama el alineamiento incondicional de la Liga a la gestión Tapia, a la que califica de ‘brillante’.