Crónicas
Entrevistas
Actualidad
El Kiosco virtual
Reflexiones
Cultura
Música
Cine
Libros
Galería Magalú
Galerías multimedia
Quiénes Somos
Revista El Sur
Staff
Ediciones en papel
John Boretto, rector de la UNC
"Defendemos la educación y la ciencia como bienes públicos"
Por | Fotografía: Diego Cabrera
Foto: John Boretto sostiene la defensa irrestricta de la educación pública y propone apuntalarla con una mejor gestión.
Los alcances del discurso anti estatal en la campaña electoral. El voto a Milei y el recuerdo de la reacción del 2001 ante el ajuste de López Murphy. Las propuestas de desfinanciamiento del sistema educativo y científico. “Debemos responder desde la gestión, haciendo bien nuestro trabajo”, propone el rector de la UNC.
Publicada el en Entrevistas

El calor de la campaña electoral de las presidenciales de este año destapó discursos anti Estado en los candidatos de la derecha extrema y superextrema, que apuntan a la educación pública como uno de los valores a quebrar dentro del entramado discursivo argentino. A la histórica reivindicación de un sistema educativo de acceso gratuito y abierto en todos sus niveles se contrapuso en estos meses de referentes destemplados el ataque de Patricia Bullrich a los extranjeros que estudian en las universidades públicas. Y a renglón seguido Javier Milei propuso terminar con la gratuidad ofreciendo como alternativa un “sistema de vouchers” que nadie sabe cómo se implementaría y el cierre liso y llano del Conicet, que comparó con la NASA.  

Lo que en otro tiempo podrían ser considerados discursos con poca sintonía social esta vez salieron de boca de quienes salieron primero y segunda en las PASO. Detenerse y analizar el por qué y el cómo son imperativos que deben afrontar los máximos responsables de las instituciones educativas. Así lo entiende revista El Sur, que coordinó esfuerzos periodísticos para tener en esta edición a los rectores de las universidades nacionales de Córdoba (UNC), Río Cuarto (UNRC) y Villa María (UNVM).

El rector de la UNC, Jhon Boretto, elegido por amplia mayoría en las elecciones del año pasado, es un histórico cuadro del radicalismo universitario. Maneja el tercer presupuesto estatal de Córdoba, después del Gobierno Provincial y la Municipalidad de la Capital. Y si bien aclara que el 90% se destina al pago de sueldos, la UNC gestiona 100.000 millones de pesos a valores actuales. Una caja nada desdeñable como para dejar de escuchar a un rector que abre generoso su despacho del Pabellón Universitario y celebra que “en un proceso electoral tan importante siempre se pone en debate el rol de la educación pública y la ciencia y está bueno que haya una discusión.  Las instituciones públicas en esos ámbitos de algún modo tenemos que responder a las demandas de la sociedad y rendir cuentas del trabajo que realizamos, precisamente porque están sostenidas por la sociedad”.

- En esta campaña surgieron fuertes cuestionamientos de algunos candidatos a la enseñanza pública y la gratuidad del acceso a las universidades.

- Primero debo decir que por supuesto que nosotros defendemos la educación y la ciencia como bienes públicos, que deben ser sostenidos principalmente por el Estado, porque constituyen un capital y herramientas claves para el desarrollo de los países y las personas. Debemos aclarar que no hay experiencia exitosa de desarrollo en ningún país sin una apuesta seria y una inversión fuerte y estratégica de carácter público en el sistema educativo y el sistema científico. Posiciones diferentes sobre este tema siempre las hubo y nuevamente se recurre a ellas en estos procesos electorales.

- ¿La sociedad cordobesa respalda el rol que cumplen universidades como las de Córdoba, Río Cuarto y Villa María?

- Entiendo que sí.

- ¿Y cómo explica entonces que el voto a Javier Milei sea tan potente en Córdoba, cuando el candidato libertario cuestiona el sistema educativo financiado por el Estado?

- No creo que la campaña se centre en la cuestión educativa ni universitaria, hay otros factores que inciden (en el voto a Milei). Asumo que los resultados de esta elección muestran un estado crítico de la sociedad frente a las opciones tradiciones. Hay que preguntarse y estudiar a qué se deben esas reacciones. En democracia hay que aceptar la decisión de la ciudadanía y respetarla, ante todo. Tenemos que tratar de entenderlo si queremos que esas posiciones de la sociedad cambien. No es cuestión de demonizar. En ese marco, sabemos que a Milei lo votan los jóvenes, pero también los sectores vulnerables en términos socioeconómicos. Eso explica muchas cosas relacionadas con el cansancio y el hartazgo de visualizar que no hay respuestas adecuadas. Por eso debemos tratar de dar respuestas a los reclamos que existen, pero no creo que haya un correlato directo entre el voto a estas opciones y el cuestionamiento a la educación pública.

- Todos pagan la factura de esta situación social desbarrancada...

- Es cierto que a 40 años de democracia tenemos indicadores sociales muy preocupantes porque los niveles de pobreza son lacerantes. Hay problemas en muchos planos porque hay gente que se siente excluida o no se siente parte de un sistema que dé respuestas a sus problemáticas y esto se manifiesta en distintas formas.

GRATUIDAD

Boretto menciona la reunión de rectores nacionales que se llevó a cabo en Rosario, el 20 de junio, donde refrendaron su compromiso con el sostenimiento del sistema educativo público. Diez días después Patricia Bullrich tuvo una participación estelar en el XVI Foro Atlántico “Iberoamérica: Democracia y Libertad”, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por el escritor Mario Vargas Llosa. Allí dijo que “casi la mitad de la matricula universitaria” está integrada por alumnos extranjeros, en un claro intento por demonizar a la población inmigrante y a los estudiantes de otros países, emulando a otros personajes reaccionarios del mundo que atacan a las comunidades extranjeras para acumular políticamente por medio del chauvinismo, el racismo y la intolerancia a lo diferente, herramientas que mostraron terribles resultados a lo largo de la historia.

“En Rosario los rectores de las universidades nacionales dimos cuenta del trabajo que se viene realizando en la educación pública y planteamos la necesidad de sostener inversiones importantes desde el Estado. Tanto para la educación en todos los niveles como para el sistema científico. Y tuvimos la firma y el acompañamiento de los distintos candidatos presidenciales. Casi todos suscribieron el documento: Schiaretti, Bullrich, Massa, Larreta, los principales. Sólo Milei no lo hizo”, apunta Boretto.

- ¿Todos los demás candidatos, con sus diferencias, apoyan la universidad financiada por el Estado?

- Si, absolutamente. De todas formas, hay que reflexionar sobre las mejoras a realizar. Quizás tengamos una deuda para consolidar el vínculo entre la producción científica y los sistemas socio-productivos, las organizaciones sociales, la intervención para mejoras en las políticas públicas. Hay mucho terreno en que avanzar ahí y debería ocurrir de un modo más significativo que el actual.

- Lo que está en foco actualmente es el tema presupuestario y por eso los liberales promueven un tipo de gestión diferente a la actual.

- Efectivamente. Nosotros creemos que es fundamental y estratégico que se mantengan niveles crecientes de inversión en el sistema público. Nuestro país tiene muchas dificultades y requiere de una inversión estratégica de mediano y largo plazo, con un horizonte de desarrollo. Todos percibimos que la escuela pública se deterioró en las últimas décadas, debemos tratar de hacer un mejor diagnóstico de por qué sucedió esto. Entre otras cosas porque los niveles de inversión no fueron los adecuados, pero a lo mejor hay otras causas en las que indagar. Somos conscientes que las universidades tienen que hacer esfuerzos para que más sectores puedan acceder e integrarse. Allí apuntan los procesos de innovación, incorporando la tecnología, la educación a distancia, distintos formatos que permitan mayor capacidad de acceso a segmentos de la población que no llegan por más que la universidad sea gratuita.

EL 2001

En marzo de 2001 Boretto era docente cuando Ricardo López Murphy asumió al frente del Ministerio de Economía y quiso achicar el presupuesto universitario. El hoy rector recuerda que “había una crisis muy fuerte, estábamos en el proceso de salida de la convertibilidad. Además de docente yo era secretario de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Ciencias Económicas. Toda la comunidad universitaria salió a rechazar ese proyecto, con el acompañamiento de toda la sociedad. El apoyo social es lo que realmente vale en cualquier circunstancia y depende de la capacidad de legitimación de nuestras acciones. Pienso que es la sociedad quien debe defender la universidad pública y eso se va a producir si ven que hacemos el trabajo adecuadamente”.

- ¿Avizora un proceso similar al del 2001 si gana Milei y aplica las políticas de ajuste que promete en la campaña electoral?

- Bueno, habrá que ver. Más que visualizar esos escenarios, quienes hoy dirigimos las universidades debemos hacer foco en lo positivo que tienen nuestras instituciones y las comunidades que trabajan en las instituciones científicas y universitarias. Estamos en esa etapa. También debemos reconocer las dificultades que tenemos para ir resolviéndolas. Hay un escenario complejo de la economía argentina que todos vivimos y que hace difícil gestionar una universidad, una empresa, una institución o la economía familiar en los contextos inflacionarios actuales. Pero estamos solo en una instancia de debate. La UNC tiene convenios con 235 municipios del interior y nadie duda que está presente la demanda de la gente para poder estudiar.

- ¿Le preocupa que en los debates se cuestione la gratuidad de la enseñanza?

- Por supuesto que me preocupa que digan que las universidades y el sistema científico no deben ser sostenidos por el Estado. No estoy de acuerdo y trataré de defender una posición contraria, de hacer los aportes para contribuir a que la sociedad acompañe otra mirada. Pero hay que tener cierto cuidado porque se tiende a reaccionar corporativamente y estamos en un proceso de decisión y reflexión. Si queremos lograr buenos resultados que acompañen las ideas que siempre defendimos, tenemos que trabajar y no pasarnos de rosca en las respuestas. Estamos en un proceso donde nada está decidido aún.

Guillermo Posada
- Periodista -