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Foto: Milei promete aplicar la motosierra en el área de Deportes.
Milei replica la estrategia de Macri y manda al descenso la Secretaría de Deportes de la Nación. Los clubes sociales en riesgo. Incertidumbre ante los Juegos Olímpicos 2024.
Publicada el en Crónicas

En los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 Córdoba estuvo representada por 18 deportistas de elite y una economista que por entonces jugaba en las ligas amateurs. Mucho antes de que la ‘Leona’ Soledad García y los basquetbolistas Fabricio Oberto, Pablo Prigioni y Leonardo Gutiérrez se colgaran sus medallas de bronce, Diana Mondino ya había subido al podio.

El segundo puesto que obtuvo en el concurso ‘Nuevos Pensadores’, organizado por una multinacional china especializada en tecnología, le permitió a la hoy libertaria portar la tradicional antorcha olímpica en las lejanas tierras asiáticas. Antes de someterse a una votación virtual, los seis mil postulantes al premio tuvieron que escribir un ensayo con la premisa: ‘¿Qué te convierte en una persona con nuevas ideas para este mundo?’.

Mondino asume como ministra de Relaciones Exteriores del impredecible gobierno de Javier Milei, cuyos postulados parecen clonados -cual Conan, el fallecido perro asesor- de los que pregonaban José Martínez de Hoz en la última dictadura y Domingo Cavallo en la década infame menemista. Como no hay dos sin tres, el encargado de llevarlas a cabo, esta vez, será Luis ‘Toto’ Caputo, ‘el Messi de las finanzas’ de Mauricio Macri, autor de dos históricos golazos en contra: la renegociación con los fondos buitres y el allanamiento del último desembarco del Fondo Monetario Internacional.

El promocionado combo mileísta -achicamiento del Estado, libre mercado, privatizaciones, dolarización, etc.- representa un duro golpe para el deporte argentino. ¿Qué pasará con la Secretaría de Deportes de la Nación? ¿Cuál será el futuro del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo? ¿Qué destino tendrá el Cenard, la casa de los deportistas argentinos? Demasiados interrogantes. En vísperas de otros Juegos Olímpicos, los que tendrán lugar en París del 26 de julio al 11 de agosto de 2024, ni siquiera está garantizado que Argentina pueda estar representada por la figura de su nueva canciller. Panorama oscuro, de cara al evento en la ‘Ciudad Luz’.

Macarena Ceballos (natación), Julieta Jankunas, Tomás Santiago, Tomás Dómene (hockey sobre césped), Fernanda Russo (tiro), Chiara Ferretti (vela), Gastón Revol y Germán Schulz (rugby) son los atletas de nuestra provincia que ya sellaron sus pasaportes para competir el año que viene en Francia. Sin el apoyo estatal, ¿quedará en las respectivas federaciones, en su capacidad para conseguir sponsors, mecenas o comedidos influencers, la responsabilidad de solventar la participación de sus mejores exponentes?

Amarillo patito

Al cierre de esta edición, Osvaldo Juan Ariel Suárez era el nombre que sonaba con más fuerza para convertirse en la cara visible del deporte en el equipo de Milei. Suárez es el remero al que Prefectura le labró un acta por violar la cuarentena el 10 de agosto de 2020 y tiene como antecedente más destacado el cuarto puesto que obtuvo en los JJ.OO. de Londres 2012.

“Luché por la libertad en el momento más difícil. Luché por el deporte en el momento más difícil. Ahora lucho por el cambio de rumbo de mi país. El deporte es una gran herramienta para poder lograrlo”, escribió Suárez en la red social “X” el día después del balotaje presidencial. Desde el entorno del deportista bonaerense aseguran que fue Patricia Bullrich, la nueva aliada de La Libertad Avanza, quien lo alentó a autopostularse. Hace dos años la dirigente había sumado al remero a la estructura de Juntos por el Cambio.

Rápido para moverse entre el oleaje, a partir del 20 de noviembre pasado Suárez empezó a replicar en sus redes posteos de viejos y nuevos mileístas,  simpatizantes de la ultraderecha y trols que elogian el discurso de recortes, mano dura y represión de Milei y su compañera de dupla, la negacionista Victoria Villarruel. “Música para mis oídos. Excelente!!!”, fue uno de los mensajes que el remero compartió, acompañado por un video donde el libertario le daba rienda suelta a sus radicalizadas proclamas.

Daniel Scioli, el veloz ex motonauta que fue diputado menemista, secretario duhaldista, vicepresidente kirchnerista, candidato cristinista y embajador albertista, es otro nombre que se barajó para sumarse al Nighmar Team libertario, en un área donde ya revistó entre 2001 y 2003.

Turismo y Deportes fue el primer ministerio que Milei tachó con su fibrón negro luego de un condescendiente centro que le tiró el presentador Jonatan Viale en su recordada intervención en el canal LN +. Bajo la órbita de aquella repartición funcionó la Secretaría de Deportes de la Nación, que en su último año, bajo la conducción de la ex hockista Inés Arrondo, manejó un presupuesto inicial de $17.321.000.000, con una mejora del 35% en el segundo semestre, dispuesta por el Ministerio de Economía.

También hubo retoques en la partida asignada al Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), que desde octubre de 2021 pasó a funcionar bajo la misma conducción y en el mismo espacio físico que la Secretaría. A lo largo de 2023 el Gobierno Nacional destinó a $10.161.000 para ese organismo, cuyo objetivo es implementar y desarrollar políticas tendientes a brindar recursos y capacitación a nuestros atletas de elite.

¿Juega el Estado?

“En un contexto muy adverso, en los últimos cuatro años nunca se dejó de incrementar la inversión pública y se multiplicaron acciones para sumar infraestructura y nuevos programas para el deporte de base, como el que hicimos con los clubes de barrio. Y en el alto rendimiento nos gustaría estar mejor, pero pudimos encaminar algunos lineamientos de gestión”, le dijo Arrondo a este periodista un par de meses atrás, en un balance anticipado de su gestión.

“Desde el primer momento se interpretó la necesidad de apoyar a nuestros deportistas y reparar los daños que produjo el desfinanciamiento del gobierno macrista”, añadió aquella vez la funcionaria del gobierno de Alberto Fernández, quien dio cuenta de la vigencia de mil ochocientas becas de la Secretaría de Deportes y de otras novecientas del Enard.

“Hoy detrás de cada camiseta argentina hay un Estado sosteniendo a ese atleta”, marcó la cancha la ex integrante de ‘Las Leonas’. En los recientes Juegos Panamericanos y Parapanamericanos de Santiago de Chile, Argentina estuvo representada por 645 deportistas, en 76 disciplinas.

La alusión a la gestión de Mauricio Macri no es arbitraria. Fue durante el gobierno que pregonaba “la revolución de la alegría” y “la pobreza cero” cuando a la Secretaria de Deportes de la Nación la mandaron al descenso por primera vez. Con el declamado objetivo de “lograr la utilización racional de los recursos públicos para potenciar una gestión más eficiente”, la convirtieron por decreto en Agencia Nacional.

El nuevo status le dio a la repartición “plena capacidad jurídica para actuar en los ámbitos del derecho público y privado”, lo que le permitía, entre otras cosas, impulsar la frustrada mudanza del Centro de Alto Rendimiento Deportivo (11,5 hectáreas en el cotizado barrio porteño de Núñez; bocado más que apetecible para la voracidad desarrollista) a la villa olímpica que se construyó en Villa Soldati para los Juegos de la Juventud de 2018.

Sin financiamiento ni demasiadas luces quedaron para el olvido las gestiones de los dos secretarios de ‘Cambiemos’, el aristócrata ex jugador de pádel Diógenes de Urquiza Anchorena y el más popular ex futbolista Carlos Javier Mac Allister. ‘El Colorado’, quien supo vestir la camiseta de Boca en la década de los ’90, coronó su opaco paso por la función pública con una frase sacada del manual de la meritocracia macrista: “A los maratonistas les vamos a mantener la beca sólo hasta fin de año, porque uno salió creo que 89° y otro abandonó en los Juegos Olímpicos”.

Efecto cascada

“Dada la importancia del deporte en todos sus aspectos y manifestaciones cotidianas, es necesario que el diseño y ejecución de las políticas públicas deportivas cuenten con un ámbito jerarquizado de implementación y desarrollo en la estructura y diseño de la administración nacional”. El párrafo pertenece al documento que dirigentes de clubes, federaciones, sindicatos, universidades, movimientos sociales y partidos políticos hicieron público en la sede de la Confederación General del Trabajo (CGT) antes del balotaje del 19 de noviembre pasado.

El Comité Olímpico Argentino tuvo representación entre los colectivos que en ese encuentro expresaron su apoyo a la candidatura de Sergio Massa y pidieron la restauración de un Ministerio propio para Deportes. Un par de semanas después Gerardo Werthein, presidente honorario del COA, quien también ocupa un importante cargo en el Comité Olímpico Internacional, posó sonriente en una selfie junto a Milei, ‘Toto’ Caputo y el resto de la comitiva que viajó a Washington en procura de un acercamiento con el gobierno de Joe Biden y otro préstamo del FMI. Allí empezó a cocinarse la posibilidad de que el hombre fuerte del olimpismo argentino recalara en la embajada argentina en Estados Unidos.

En medio del frenético mercado de pases de la política, Martín Llaryora terminó de armar su equipo para salir a jugar en la provincia con refuerzos que reclutó del Palacio 6 de Julio, algunos jugadores libres y una base que heredó de Juan Schiaretti, el otrora Gran DT. Entre los que se fueron a vestuarios está Héctor ‘Pichi’ Campana, un polifuncional del tándem Schiaretti-Alejandra Vigo, quien dejó su cargo en la Agencia Córdoba Deportes para pasar a reportar en las filas de ‘la Muni’. Para reemplazar al ex ayuda-base de Atenas, Llaryora eligió a Marcelo Rodio, ex secretario de Transporte del municipio capitalino y alguna vez precandidato a la presidencia de Belgrano en los tiempos de mandato de Armando Pérez.

El anuncio se demoró más de lo esperado porque el sanfrancisqueño se entusiasmó con la táctica de tirar el achique de Milei y barajó hasta último momento la chance de cambiar el rango del organismo creado a principios de siglo por José Manuel De la Sota y que funciona en el Polo Deportivo del Kempes. Aunque el nuevo presupuesto de la Agencia ya estaba asignado -se mantiene el 0,1% de la partida, duplicando los casi $2.000.000.000 de 2023-, la incertidumbre sobre el futuro del deporte nacional, que tiene muchos programas alineados a las provincias, fue otro de los motivos que hizo dudar al flamante mandatario provincial.

Claudio Morresi (*)

“Será una Argentina desigual en cuanto al acceso al deporte”

El cambio de paradigma que plantea el nuevo gobierno va a hacer que la Argentina sea un lugar donde no exista la igualdad de oportunidades para quienes de alguna manera intenten cumplir con el derecho que tiene todo ciudadano de relacionarse con la actividad física y deportiva, viva donde viva y tenga la condición social que tenga.

Si el Estado se corre y no da ningún tipo de acompañamiento lo que va a suceder es que solamente los jóvenes y los hijos de las elites económicas y sociales tendrán el acceso a poder desarrollar sus virtudes deportivas. Así. habrá sectores grandes de nuestra sociedad que quedarán excluidos de poder llevar adelante el sueño que tienen, aun con las condiciones físicas como para poder integrar un equipo desde lo más mínimo y representar a su cuadra, a su barrio, a su ciudad, a su provincia o a su país. No lo van a poder realizar porque van a quedar marginados de todo tipo de desarrollo.

Avizoro que únicamente se terminarán impulsando los deportes en los que, de alguna manera, las grandes empresas vean nichos económicos para explotar, ya sea a través de publicidad o de la forma en que lo consideren, y que muchas disciplinas quedarán relegadas; reducidas a quienes tengan la capacidad económica para comprarse su material deportivo y viajar para competir, siendo ellos quienes integren los seleccionados nacionales.

Y a nivel de deporte social desgraciadamente habrá muchos sectores que no van a tener ni siquiera la posibilidad de mejorar sus vidas a través de la actividad física, o de prolongar sus vidas a través de la actividad física. Sin la asistencia del Estado los clubes sociales quedarán a la intemperie; las tarifas subirán a montos que ya hemos visto en otras épocas y muchas entidades tendrán que cerrar sus actividades. Ni hablar de los barrios donde no hay clubes y la gente se reúne en lugares para jugar fútbol o vóley, patinar o lo que sea, así que será una Argentina sumamente desigual en cuanto al acceso a lo que uno considera un derecho que todos tenemos.

En materia de política deportiva, será muy difícil trabajar en forma conjunta en todo el territorio nacional porque con este concepto la palabra Nación pierde su sentido de identidad. Hay provincias que tendrán más posibilidad de desarrollarse que otras y dentro de cada una de ellas habrá comunidades con más oportunidades; ahí empieza a regir la ley del más fuerte, el sálvese quien pueda, y se modifica el sentido del deporte.

El deporte tiene dos definiciones. O puede ser una herramienta más para el desarrollo social y humano de un pueblo, o puede ser una herramienta para hacer negocios o campañas para posicionarse dentro de la sociedad, ya sea desde lo económico o desde lo político. A lo largo de la historia también se lo ha utilizado como lo hizo la dictadura con el Mundial ‘78 para ocultar sus crímenes de lesa humanidad. Y en otros períodos democráticos fue también un instrumento propagandístico para diferentes personajes. No es fácil lo que se viene. No serán buenos tiempos para las grandes mayorías populares de nuestro país.

(*) Exfutbolista. Secretario de Deportes de la Nación entre 2004 y 2014. Legislador porteño del Frente de Todos entre 2019 y 2023. Coordinador del Espacio de Deportes y Derechos Humanos de la ex ESMA.

Hugo Caric
- Periodista -