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#BomberoInvoluntario
¿A qué juega el gobernador?
Por | Fotografía: Fotomontaje El Sur
Foto: Alpenas asumió, Llaryora tuvo que salir a apagar los incendios heredados de Juan Schiaretti en materia de seguridad.
Las primeras medidas de Martín Llaryora fueron la intervención del Servicio Penitenciario y el descabezamiento de la cúpula de la Policía. Gobernabilidad y críticas al presidente libertario.
Publicada el en Crónicas

Martín Llaryora ha demostrado siempre que lo suyo son los cargos ejecutivos. No le tiembla el pulso cuando debe adoptar medidas para equilibrar las finanzas y plantear un horizonte administrativo en cada jurisdicción que le tocó gobernar. Así lo hizo en su San Francisco natal y en la Municipalidad de Córdoba, donde aprovechó la transición para preparar un paquete de ordenanzas que le permitieron liberarse de los condicionamientos del SUEOM que tuvieron a mal traer a sus antecesores.

Identificado -y votado- por su impronta de hacedor de obra pública en una ciudad que había sido virtualmente abandonada por las sucesivas gestiones que marcaron el largo interregno entre Germán Kammerath y Ramón Mestre junior, lo primero que encontró al asumir las riendas de la Provincia es la decisión del presidente Javier Milei de frenar la obra pública en todo el país. Una pésima noticia para iniciar una gestión de gobierno en una provincia con más problemas financieros de los que admitió el ex gobernador Schiaretti en lo recordado debates presidenciales del año pasado. Lejos de la Disneylandia que generó todo tipo de memes en las redes sociales, Córdoba tiene una abultada deuda pública, contraída mayoritariamente en dólares.

Mientras sus legisladores nacionales se sumaban al nuevo bloque variopinto que presidirá el ex kirchnerista y ex macrista Miguel Ángel Pichetto -de incuestionable habilidad para la rosca parlamentaria-, Llaryora se apuraba a brindar "gobernabilidad" al nuevo presidente en un primer raid por los canales de televisión porteños, también advertía que sin un plan de obras públicas y reactivación económica un eventual triunfo sobre la inflación será equivalente a "la paz de los cementerios".

 ¿Dupla?

Durante la campaña electoral quedó claro que la "prescindencia" proclamada por Juan Schiaretti en el balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei nunca fue tal. Sin contradecirlo en ningún momento, Llaryora nunca lo contradijo en público. Y hasta dejó correr la versión de que había dado "libertad de acción" a sus militantes para acompañar al candidato del peronismo nacional. Pero los resultados electorales -la paliza de Milei en Córdoba fue todavía mayor que la de Macri en 2015- demuestran la total prescindencia del aparato municipal o incluso su claro guiño a la candidatura de Milei. El desembarco de funcionarios del riñón de Schiaretti, en cambio, confirma que el entonces gobernador y frustrado candidato presidencial jugó decididamente a favor del libertario, como antes lo había hecho por Macri (tanto en 2015 como en 2019). 

Todavía sin superar el golpe de knock out que implicó la derrota ante Milei tras haber acariciado el triunfo en primera vuelta -a Massa sólo faltaron tres puntos para evitar el balotaje-, Unión por la Patria y especialmente el peronismo quedaron sin reacción política. Pero más temprano que tarde el huracán libertario los despertará: en apena quince días de gobierno, Javier Milei dejó en claro que aspira a la suma del poder para imponer un ajuste salvaje que aumentará las profundas asimetrías económicas y sociales que el gobierno de Alberto Fernández no se atrevió a corregir.

 ¿Córdoba va?

¿Qué harán los legisladores del cordobesismo ante el nuevo escenario político que abrió el triunfo de Milei? ¿Resignarán la  propia autonomía del Congreso para otorgarle plenos poderes a un presidente autoritario?  Los "opositores" Luis Juez y Rodrigo De Loredo se apuraron a ofrecer "gobernabilidad" en ambas Cámaras. Pero ambos perdieron las elecciones en Córdoba. ¿Sumará el peronismo mediterráneo sus legisladores también a la aventura autoritaria de Milei? ¿Y si, como muchos predicen, la situación explota en marzo, cuando  impacten de lleno los tarifazos y el dinero no alcance para llevar un plato de comida a la mesa familiar?  ¿Quedará pegado el gobernador Llaryora a un presidente sólo sostenido por el poder económico? ¿Intentará formar una oposición "republicana" con la buena cosecha de Schiaretti en la elección presidencial? ¿O se sumará a la resistencia planteada por el gobernador Axel Kicillof, hoy el único opositor real a la coalición libertaria-macrita con libreto político propio y acciones de gestión concretas para mostrar otro "modelo"? 

Hasta ahora, el gobernador da señales ambiguas, pero actúa con firmeza. Tomó el toro por las astas para afrontar la pesada herencia de su antecesor en materia de seguridad al intervenir el Servicio Penitenciario y descabezar a la Policía. Y su primer triunfo legislativo fue la flamante Ley de Seguridad Ciudadana, que incorpora a las agencias de seguridad privadas e involucra a los municipios en la lucha contra el delito. Su segundo triunfo, en cambio, presagia que la otra pesada herencia -la económico/financiera- tampoco es promisoria: apenas por un voto -gracias a la sugestiva abstención del radical Dante Rossi- logró que la Unicameral le metiera la mano en el bolsillo a los estatales, que sufrirán descuentos en sus haberes para financiar el descalabro de la Caja de Jubilaciones y el APROSS.  Teléfono para Osvaldo Giordano,

Test electoral

A la espera de la consolidación o el declive del experimento libertario, Llaryora enfrentará su primer test electoral del año en Río Cuarto, donde el intendente Juan Manuel Llamosas -que encabezó la nómina de candidatos a la Legislatura en aquella lejana elección del año pasado- no puede repetir. La presencia de diez precandidatos en el peronismo riocuartense para sucederlo seguramente lo obligará a tomar cartas en el asunto para evitar salir perdidoso de su primer examen en las urnas.

Como viene ocurriendo hace décadas, la elección en Río Cuarto tendrá repercusión nacional porque será la primera en una ciudad importante luego de la reconfiguración del escenario político que implicó el sorpresivo triunfo de Milei en el balotaje de noviembre del año pasado.

Hernán Vaca Narvaja
- Periodista y escritor -