Vino, vio y renunció. Efímero fue el paso de Ricardo Schlieper como máxima autoridad de Deportes, área que Javier Milei mandó al descenso y convirtió en subsecretaría, replicando una táctica macrista. “Ante la designación de Daniel Scioli (como reemplazante de Yanina Martínez en la Secretaria de Turismo, Deporte y Ambiente), decidí dejar el cargo para darle libertad de acción para elegir sus colaboradores”, posteó el 31 de enero en su cuenta de “X”. Exactamente quince días atrás, el 16 de enero, había asomado el humo blanco de su nombramiento en el Boletín Oficial.
A cinco meses de los Juegos Olímpicos de París y todavía sin presupuesto asignado -la partida destinada al deporte, el año pasado, alcanzó los 20 mil millones de pesos-, el renunciante funcionario no había tenido exposición pública y tampoco pronunciamientos sobre su fallida gestión, que estaba bajo la órbita del Ministerio del Interior regentado por Gustavo Francos.
“Mi admiración y respeto por los deportistas de este país. Conocí a varios en estas semanas y les agradezco como argentino su entusiasmo y dedicación para sacar lo mejor de ellos y brindarnos permanentes alegrías”, añadió Schlieper en sus redes sociales. Ni siquiera había alcanzado a acomodarse en su despacho del Cenard, el Centro de Alto Rendimiento Deportivo que entre 2015 y 2019 se intentó sin éxito -por la resistencia de la comunidad deportiva- convertir en un exclusivo complejo edilicio.
En medio de la gran incertidumbre que atraviesa la sociedad argentina en general, y al deporte en particular, quedó flotando una pregunta: ¿Quién es el hombre que ostenta el récord de permanencia en el gobierno de Javier Milei?
Schlieper supo escribir crónicas deportivas en el semanario ‘El Gráfico’ y en el diario ‘Clarín’ y también probó suerte como periodista político en la TV de su Rosario natal. Tiene 64 años y desde 1987 se dedica a la representación de deportistas a través de la agencia Pro Sports SA, donde comparte equipo con Jorge Balbis, un exfutbolista de Rosario Central.
En sus comienzos, la firma -que se presenta públicamente como “una empresa de gestión, administración y asesoramiento de profesionales deportivos”- manejó las carreras de renombrados jugadores de fútbol, como Juan Simón, Edgardo Bauza, Gerardo Martino, Roberto Abbondanzieri, Fabián Basualdo, Alberto Márcico, Hernán Díaz, Ricardo Lunari, los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, Gustavo Zapata, Jorge Theiler, Iván Moreno y Fabianesi y el peruano José ‘Chemo’ del Solar.
Entre los nombres que actualmente integran su escudería figuran Nicolás Tagliafico, defensor del Olympique de Lyon e integrante del seleccionado argentino campeón del mundo en Qatar 2022, y Juan Antonio Pizzi, a quien meses atrás ubicó como DT del representativo nacional de Baréin. Desde 2017, Pro Sports SA también presta sus servicios en el ámbito del rugby.
“Cuando arranque, sólo trabajaba con futbolistas profesionales. Ahora vas a buscar chicos de 13 ó 14 años, te lo exige la competencia. El más chico que tuvimos fue (Lionel) Messi, con 12 años, que después se nos fue a Barcelona. Generalmente a esa edad nos da la sensación de que es chico y que está más para divertirse con el fútbol que para tener un representante”, comentó Schlieper en una entrevista con ‘El Gráfico’, en enero de 2009.
El que se llevó a Vegetti
Schlieper no es un desconocido para el fútbol cordobés. Fue él quien acercó al ‘Tata’ Martino, actual entrenador de Inter Miami, para que hiciera en Instituto su segunda experiencia en el banquillo, en la temporada 2000/2001. Más cercanas en el tiempo son sus incursiones por Talleres, como representante de Enzo Díaz (actual jugador de River) o Diego Barrera, y por Belgrano, donde representó a Hernán Bernardello y asesora a Juan Barinaga y algunos juveniles, como Santiago Razzetto (a préstamo en Independiente Rivadavia de Mendoza) y Lucas Bernabéu.
Schlieper & Asociados, empresa de representaciones deportivas que se atribuye al hijo del exfuncionario nacional pero que en sus redes sociales figura como operativa desde 1987 (en coincidencia con Pro Sports SA), fue la que a fines del año pasado intermedió en la venta del delantero belgranense Pablo Vegetti al Vasco Da Gama de Brasil. En esa operación, que dejó US$ 1.500.000 en la tesorería celeste y mucha desilusión en dirigentes y simpatizantes, la cara visible de S&A fue el propio Bernardello, quien hacía un tiempo había colgado los botines y por esas horas sonaba como posible manager deportivo del club de Alberdi.
El lateral Lucas Blondel (Boca), el volante Maximiliano Lovera (Rosario Central), el arquero Matías Tagliamonte (Tigre) y los entrenadores Pablo ‘Vitamina’ Sánchez (Palestino de Chile), Diego Osella (Chaco For Ever) y Alfredo Berti son otros miembros del staff futbolero reclutado por el otrora hombre del presidente, quien había sido impuesto por Macri para intermediar entre las ilusiones de los deportistas y la motosierra de Milei.
Durante su breve estadía como parte del variopinto conglomerado mileísta, el otrora comunicador también estuvo al frente del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), el organismo que apuntala la actividad de los atletas de elite y que en el ejercicio pasado manejó un presupuesto de $10.161.000.
En el Enard, Schlieper tenía como ladero al exfuncionario macrista Diógenes de Urquiza Anchorena, a quien designó en el estratégico cargo de director general. Este representante de la aristocracia de cabotaje fue uno de los fundadores de la Asociación de Padel Argentino en 1988, junto al mismísimo Mauricio Macri, y actualmente oficia como gerente general en una firma de indumentaria deportiva, la que vistió a la delegación argentina en los Juegos Panamericanos que se realizaron en Santiago de Chile 2023.
De Urquiza Anchorena registra un olvidable paso por la Secretaría de Deportes de la Nación (luego Agencia Nacional de Deportes), sucediendo a la opaca gestión de Carlos Mac Allister, entre octubre de 2018 y diciembre de 2019. En ese lapso, confirmó con sus hechos los rumores que aludían a él como “un CEO amigo de Macri, con un marcado perfil ajustador”.
Funcionario a dedo
Schlieper tuvo sus quince días de fama en la función pública, tras varios intentos fallidos por obtener cargos electivos. El primero data de 2011, cuando se candidateó como intendente de Rosario por el PRO y obtuvo un cómodo tercer puesto, con el 10% de los votos. El último fue hace algunos meses, como séptimo aspirante a diputado de Patricia Bullrich en Santa Fe.
Antes de recalar en las huestes macristas, el Agente FIFA al que Messi se le escabulló entre las manos, fue afiliado a la Ucedé y también parte de Recrear, la fuerza política que lideró el economista Ricardo López Murphy. La frase en alemán que acompaña su perfil en ‘X’ (‘was mich nicht umbringt, macht mich stoerker’, traducida al criollo como ‘lo que no me mata, me hace más fuerte’), bien podría aludir a aquellos traspiés en las urnas, que no logró compensar el masivo reclutamiento de miembros del espacio amarillento, que le permitió jugar unos minutos del lado libertario.
Si no fuera por la cantidad de refuerzos que Macri acercó al equipo de gobierno, el de Schlieper bien pudo haber sido el pase del año. En sus posteos de los últimos meses, además de recomendaciones de libros y películas, recortes de su programa televisivo ‘Hora Política’, noticias de deportes y datos de Rosario, el intermediario dedicó varias glosas a Milei.
“La Libertad NO avanza cuando una de las características principales de su líder y candidato es la intolerancia a cualquier cosa que no sea su pensamiento. Nada diferente a los Kirchner, Chávez o Castro de la vida. La primera libertad es la de opinar libremente. El liberalismo no es solamente economía”, escribió antes de la primera vuelta electoral que dejó fuera de juego a Bullrich, luego reciclada por la ultraderecha como ministra fetiche.
¿Otro botón de muestra? “Más massista que Milei, difícil. La casta de las corporaciones. La disyuntiva vuelve a ser Populismo o República. Estamos frente a otro mesianismo de soluciones mágicas, un populismo de otra ideología con rasgos autoritarios”, expresó el agente de futbolistas en ‘X’.
Y aquí la guinda de la torta: “No conoce el interior. No conoce el campo. No tiene ni idea -ninguna propuesta al respecto- de los problemas de inseguridad que vivimos en Rosario a diario. No conoce la realidad de las escuelas-no hubiera propuesto jamás lo de los vouchers-. No conoce el interior -todos sus futuros integrantes del gobierno son porteños-. No habla de otra cosa que dolarizar, la casta, cerrar el Banco Central, como si todo eso eliminara los problemas de un día para otro -muchísima gente engañada lo cree-. No tiene gobernadores. No tiene intendentes. Absoluta minoría en diputados y está por verse cuántos consigue. No tiene senadores. No tiene ninguna chance -excepto la de acordar con el peronismo y particularmente con Massa- de gobernar. ¿En serio votaremos lo mismo? ¿Cambiar para que nada cambie? Milei no está en condiciones de ser presidente”.
Una vez definidos los finalistas del balotaje, Schlieper escribió: “Votaré a Milei no por convicción, pero es imprescindible terminar con estos farsantes inútiles que han dejado un país empobrecido desde todo punto de vista”. Y subió la apuesta en otro posteo: “Es muy buena Vicky Villarruel”.
Jugador de Macri
De su alineamiento con Macri dan cuenta aquellas fallidas candidaturas con el sello del PRO y su condición de integrante de la mesa de Cambiemos en Santa Fe. También su respaldo al ingreso de capitales privados al fútbol argentino, una de las obsesiones del exmandatario de Boca Juniors y actual presidente ejecutivo de la Fundación FIFA. “El hincha quiere que el equipo gane, qué le importa si es una sociedad anónima o civil”, señaló en enero de 2017, en un ‘mano a mano’ con el diario rosarino ‘La Capital’.
En esa misma entrevista, cuestionó la televisación gratuita de los partidos (“El fútbol es un producto, y hay que pagarlo”) y habló de ‘la espantosa estética’ de los torneos locales como para llevar agua hacia su molino: “Imaginate la final de la Copa Italia en un piso como el del Kempes en la final de la Copa Argentina (River 4-Rosario Central 3, el 15 de diciembre de 2016). Es una vergüenza mostrarlo por televisión”. “El formato de sociedad civil sin fines de lucro es una mentira enorme para un negocio que mueve millones de dólares”, puntualizó semanas atrás.
El 16 de noviembre pasado, antes del partido que Argentina perdió ante Uruguay por las Eliminatorias Sudamericanas, Schlieper publicó este escrito en su cuenta de ‘X’: “Argentina juega hoy con MARTíNEZ-Aston Villa, pertenece a un empresario egipcio. MOLINA-Atlético de Madrid. SA deportiva. ROMERO-Tottenham, pertenece a grupo financiero inglés. OTAMENDI-Benfica, SA deportiva. TAGLIAFICO-Olympique Lyon, grupo americano. DE PAUL-Atlético de Madrid. MAC ALLISTER-Liverpool, grupo americano. ENZO FERNÁNDEZ-Chelsea, americano. MESSI-Inter Miami, grupo americano. JULIÁN ÁLVAREZ-Manchester City, grupo de Abu Dabi. NICO GONZÁLEZ-Fiorentina, grupo ítalo-americano. Los mejores del mundo juegan en clubes que son SA. El fútbol en casi todo el mundo es SA Y los hinchas celebran, festejan y se divierten en los mejores estadios”. La primera respuesta, a cargo del usuario Andrés Oliva, puso rápidamente las cosas en su lugar: “Todos formados en el potrero y en el club del barrio, espacios de los vecinos y socios”.
Embanderado en la causa que obsesiona a Macri, Schlieper no desaprovecha ocasión para cuestionar a la conducción del fútbol argentino. “Siempre se puede estar peor. Aprovechando el manto de impunidad que les dio a los dirigentes el Mundial de Qatar", señaló cuando la AFA borró con el codo cuestiones reglamentarias que había escrito con la mano.
“Recordar: la entidad al mando de (Claudio) Tapia anuló un descenso antes de arrancar la Liga 2023. A mitad de año, otro más, pese a que la competencia estaba en disputa. Y a fin de la PN (Primera Nacional) se anuló uno. En el Federal A: dos descensos menos al final del torneo”, garabateó el intermediario. Como en sus lejanos y más duraderos tiempos de cronista. A la postre, su mejor aporte a la causa del deporte nacional.