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#AngelCappa
"Argentina está viviendo una dictadura civil"
Foto: Angel Cappa se pronunció contra las sociedades anónimas en el fútbol.
El reconocido entrenador de fútbol, quien se define como “de izquierda y anticapitalista”, analiza desde España la realidad política, social y económica de Argentina. “Es necesario organizar una rebelión democrática, porque esto se va a ir poniendo peor”, asegura. Fuertes críticas a la gestión de "Chiqui" Tapia en la AFA.
Publicada el en Entrevistas

“Lluvioso, bastante fresco, un poco revuelto”. Así describe Ángel Cappa el clima de una Madrid que parece resistirse al comienzo de una nueva primavera. Desde su residencia en la ciudad que lo cobijó por primera vez en el exilio, durante la última dictadura cívico militar argentina, el director técnico de fútbol -quien se reconoce políticamente como “de izquierda y anticapitalista”- acepta, gustoso y amable, el desafío de hablar de las cosas que pasan a diez mil kilómetros de España, pero muy cerca de sus afectos.

“Estuve en Buenos Aires antes de las últimas elecciones”, refiere el DT bahiense que supo ser ayudante de campo de César Luis Menotti en Barcelona y de Jorge Valdano en Real Madrid. Se refiere a su visita al país para presentar ‘Fútbol y Política, conversaciones desde la izquierda’, el libro que escribió con el sociólogo chileno Marcos Roitman. “A la realidad de mi país la sigo muy de cerca. Por Internet leo los diarios y casi todo lo que se publica, así que estoy muy al tanto de lo que sucede”, asegura.

-¿Cómo se ve la realidad de Argentina desde España?

-Te puedo decir cómo la veo yo. Creo que estamos en presencia de lo peor que tuvo que padecer el pueblo argentino después de la última dictadura cívico-militar. Estamos viviendo una dictadura civil, con un gobierno que tiene muchas características reñidas con los principios democráticos. Hay un presidente que tiene cuatro o cinco eslóganes liberales de economía que repite constantemente, y que fueron elaborados en otra realidad social. Son los mismos principios que se aplicaron en la dictadura argentina del período 1976-1983, en la gestión de (Domingo) Cavallo durante el gobierno menemista o en la Chile de (Augusto) Pinochet.

-¿Qué opina de la figura de Javier Milei?

-Observo que tenemos a un presidente completamente desquiciado, rodeado de un club de aplaudidores que le festejan cualquier cosa, empezando por su vocero (Manuel Adorni), con su cancherismo y su cinismo. Para ellos, cualquier barbaridad que dice o hace Milei está bien. Y siempre le terminan echando la culpa a la política, como si la política fuera una actividad despreciable. Pero detrás del tipo hay otros personajes igualmente complicados. Está Patricia Bullrich, que es la encargada de organizar el aparato represivo para apuntalar las medidas tan brutales que se están tomando, que a la gente le van vaciando los bolsillos y la van llenando de razones para protestar. Y también tenemos a (Victoria) Villarruel, reivindicando a la dictadura y volviendo a plantear discusiones que están totalmente resueltas. Por eso celebro las manifestaciones multitudinarias que hubo el último 24 de marzo en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y muchos otros lugares, como Bahía Blanca, mi ciudad, que tradicionalmente ha sido de derecha, reivindicando el ‘Nunca Más’.

-A ese negacionismo explícito del Gobierno se suman las políticas de recortes, despidos y el aumento de la desocupación.

-Efectivamente. Hay una constante tarea de cerrar organismos de un día para el otro y de echar trabajadores. Y más allá de esa idea de desmantelar el Estado y de regalar la soberanía, que de por sí son cuestiones tremendas, hay una profunda incapacidad de gobernar y una gran improvisación. Muchos españoles me llaman y me preguntan ‘¿qué está pasando en Argentina?’ Y lo que está pasando es un gran desbarajuste, con una derecha que está haciendo una transferencia brutal de la riqueza desde el pueblo hacia las elites dominantes. Las pequeñas y medianas empresas también lo empiezan a sufrir, con los aumentos de las tarifas y la caída del consumo.

-¿Los medios españoles reflejan esa realidad de nuestro país?

-Algunos sí y otros no, según la ideología que defienden. Los seguidores de VOX y del PP (Partido Popular) están con Milei, porque ellos desde siempre apoyan la idea de una economía dominante, pero la mayoría de la gente aquí se asombra, porque observa una realidad que es difícil de asimilar. No sólo por las medidas tan brutales, sino también por los ataques a Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, que son algo tremendo. Mientras un funcionario como (José Luis) Espert habla de ‘cárcel o bala’ y un juez califica esos dichos como parte de la libertad de expresión, un fiscal acusa de no sé qué a Estela de Carlotto, que es un símbolo de la dignidad.

-¿Cómo analiza en perspectiva esta situación política, económica y social que atraviesa la Argentina?

-Creo que a la lucha hay que darla en las calles. Espero que los sindicatos se unan y que los distintos sectores de la sociedad se manifiesten en contra de esta realidad, que es muy difícil de soportar. Tengo familia en Argentina y sé que hay gente que la está pasando muy mal. Es necesario organizar una rebelión democrática para darle batalla a este Gobierno y tratar de torcerle el brazo, porque esto se va a ir poniendo cada vez peor.

-¿Avizora un proceso de deterioro que no tiene marcha atrás?

-Por supuesto. Los que pregonan que hay que esperar, lo hacen porque tienen dinero y porque pueden comer todos los días. ¿Esperar qué? Si este es un plan que ya está elaborado. Ese decreto enorme, que están tratando de imponer de cualquier modo, ha sido escrito por representantes de las empresas beneficiarias de las nuevas medidas, y a eso lo sabe todo el mundo. Algunos economistas nos dicen que una vez que se equilibren las cosas van a subir los salarios… ¡Qué van a subir! ¿Acaso los empresarios se van a volver burros de golpe? Que ellos lo expongan así, fenómeno; pero las clases media y trabajadora de ningún modo pueden avalar ese discurso.

-El ajuste también llegó al deporte, en el año de los Juegos Olímpicos.

-Es que el ataque es contra todos los sectores: cultura, salud, educación, deporte… El presupuesto ha sido congelado en todas las áreas, o en casi todas. Dicen que no hay plata, pero al mismo tiempo gestionan la compra de no sé cuántos aviones de guerra. ¿Para qué? ¿Guerra contra quién? Aparte, son aviones que están todos destartalados. El deterioro que está generando este Gobierno es muy grande y cuando esto termine, porque en algún momento va a tener que terminar, va a ser muy difícil recuperarse.

-El gobierno de Milei parece obsesionado con el Fútbol SA.

-Es lógico, porque en la privatización está el negocio. Las Sociedades Anónimas Deportivas están avanzando en todo el mundo, y en Argentina todavía nos estamos salvando, la estamos aguantando bastante bien. Lo que significan los clubes en nuestro país, la unión de la gente y el sentido de pertenencia, no tienen nada que ver con el modelo de las empresas.

-Más allá de la discusión por la razón social, hay un marcado contraste entre lo que se ve en nuestras canchas todos los fines de semana y la ‘chapa’ de campeón del mundo que exhibe el fútbol argentino.

-El título que el seleccionado nacional consiguió en Qatar oculta una realidad, que es la miseria espantosa de nuestro fútbol. Hace mucho que venimos sufriendo un éxodo insoportable. Cada vez son más los jóvenes valores que se van del país, y eso atenta contra la calidad de los campeonatos. El fútbol argentino hoy no es otra cosa que una vidriera para vender jugadores. También hay un desbarajuste a nivel dirigencial, con campeonatos muy cortos o muy largos, con descensos directos o por promedios y con muchas otras cuestiones que van cambiando sobre la marcha. Creo que habría que organizar las cosas de otra manera, en función de nuestras propias particularidades y sin mirar tanto al calendario europeo, que no tiene nada que ver. Y también buscar la forma de que los futbolistas no se vayan del país tan jóvenes, aunque esto sea una misión prácticamente imposible, por la realidad económica que atraviesa nuestro país.

 

Colgar el buzo, escribir y estar atento a la realidad

“¿Qué pasa con el director técnico? ¡Nooooo!... hace rato que colgó el buzo”. Con ese énfasis en su tono de voz, y casi sin denotar nostalgia, Ángel Cappa habla de un presente alejado de la conducción de los equipos. Su frondoso currículum como DT principal da cuenta de pasos por Banfield, Huracán, Racing Club, River Plate y Gimnasia y Esgrima La Plata en el fútbol argentino, y también de experiencias en Las Palmas y Tenerife de España, Atlante de México, Universitario de Deportes y Universidad de San Martín de Perú y Mamelodi Sundowns de Sudáfrica.

“Cada cosa a su tiempo, ya tengo 77 años”, señala el otrora mediocampista de Villa Mitre y Olimpo de Bahía Blanca. “Hay muchachos que tuve como jugadores y que ahora están entrenando, como Eduardo Domínguez, Leandro Díaz o Gastón Esmerado. Hoy es el turno de ellos”, enfatiza. “También estoy esperando a Mario Bolatti, ya que es importante que alguien como él, que tiene los conceptos tan claros, pueda tener la chance de estar al frente de un plantel”, añade sobre el ex futbolista cordobés.

“En este momento de mi vida participo en actos políticos y culturales, leo mucho y escribo bastante. También veo fútbol, pero sólo lo que me interesa. A la mayoría de los partidos no los aguanto”, apunta.

A la hora de precisar sus preferencias futboleras, señala: “Miro al Bayern Leverkusen, que dirige Xabi Alonso; al Manchester City de Pep Guardiola, por supuesto; y al Girona, un equipo que da gusto como juega. También los partidos del Barcelona y del Real Madrid, obviamente. Al resto no lo juzgo, pero no me interesa”. “Lamentablemente, en España no pasan por televisión ningún partido de Argentina, pero veo los resúmenes”, añade.

Puesto al tanto de la realidad del fútbol cordobés, Cappa destaca el poder de convocatoria de los principales clubes de la provincia y remata con un comentario: “Al clásico cordobés lo viví intensamente en mi segunda etapa como técnico de Huracán, en la temporada 2008/2009, con Mario (Bolatti) y Javier Pastore adentro del mismo vestuario. Entre ellos, la discusión por Belgrano y Talleres era brava, pero muy amistosa”.

Hugo Caric
- Periodista -