“Y… hoy por hoy, la cosa estaría entre (Guillermo) De Rivas y (Gonzalo) Parodi”, dice uno de esos personajes que van de una oficina a otra del Partido Justicialista como si fuesen de la cama al living de su casa. Pasan por ahí accastellistas, gillistas, bedanistas y el tipo habla con todos, escucha, por ahí se mete en las reuniones... No es de primera ni de segunda línea, es más bien de tercera, revista en la categoría de “Asesor”, pero siempre canta la justa; o casi.
-¿Quién te dijo que gana De Rivas?
-No dije que gana De Rivas. Dije que acá manejamos que está palo y palo con Parodi. Pero tenemos que hay más de un diez por ciento de indecisos, por lo que puede pasar cualquier cosa. Va a ser por dos o tres puntos...
El tipo me hace bajar las escaleras, porque tiene ganas de fumar. Vamos a la calle y comienza a caminar un paso delante de mí por Mitre. En la esquina gira por Mendoza, una cuadra hasta la Municipalidad. Ahí, ante la puerta giratoria, enciende un Marlboro. “Casi tres lucas un paquete de puchos, ¿a vos te parece?”.
-¿Y Nazario?
-Pará. Parece que la mayoría de los indecisos van a terminar cayendo para el lado del voto bronca. En ese caso van para el radical, al que también le puede sumar un par de puntos Luis Juez. Ahora, hay que ver todo lo que el aparato de Llaryora le está bajando al nuestro a través de Llamosas. Vos sabés que el aparato es el aparato. En los últimos días suele ser determinante.
-“Nuestro”, dijiste. Ustedes apoyan a De Rivas, entonces…
-Vos sabés cómo es el peronismo. El que gana conduce. Y ganó Llaryora.
-¿Y Nazario?
-Sería el batacazo. La semana pasada me mandaron a Río Cuarto a hacer unos trámites y hablé con un playero de la estación de servicios de la rotonda, con el mozo de un bar en el centro. Les tiré la lengua… Todos te la nombran a Nazario, porque es la más conocida. También es la que más experiencia de gestión tiene. Y acá, en Villa María, la gente se terminó preguntando quién era el que más experiencia tenía y se decidió ampliamente por el Eduardo… Hay que ver si la gente allá se va a hacer esa pregunta. Y hay que ver que si alguno no comete un error grosero en los últimos días; un cajón de Herminio. En una de esas, Adriana llega, pero viene remando de atrás. Sería un batacazo y a Llaryora no le conviene.
-¿Por?
-Me parece que él prefiere a De Rivas y hasta a Parodi antes que a la ex de De la Sota. Ella tiene peso propio. ¿Te imaginás las dos principales ciudades del interior gobernadas por pesos pesados? Él tiene que ser quien manda…
Se vuelve a quejar del precio de los cigarrillos antes de encender el segundo. Le doy la mano y me desliza el clásico “no me vas a mandar al frente, ¿no?”.
La del avestruz
Los personeros del PRO/Cambiemos/Juntos por el Cambio/ Etcétera, el presidente de la Agencia Córdoba Turismo Darío Capitani y la legisladora Carina Bruno no se meten en “la cuestión riocuartense”. Engarzados como piedras valiosas en la pulsera del gobernador, prefieren mirar para otro lado, no vaya a ser cosa que se corte un hilo en la delicada filigrana. “Pero, si Rolando Hurtado…”. “No comment”. “Pero, si Luis Juez…”. “Juez, nada. Juez es juecista”.
Así viajan las miradas y los análisis por la 158. Algunos se adelantan para dar una mano y quedar cerca de quien llegue primero a la meta y otros prefieren la retaguardia, desde donde se tiene esa perspectiva que permite acomodarse al resultado.