La noche del 14 de noviembre no aclara. A más de seis meses del contundente triunfo en Villa María de la fórmula Luis Juez-Rodrigo De Loredo en las elecciones de renovación parlamentaria, todo está como entonces. ¿Bien? No tanto...

Hacia las 20 de aquella jornada, con el escrutinio avanzado, las fuerzas integrantes de Juntos por el Cambio festejaron por separado: el legislador provincial Darío Capitani y la concejal Karina Bruno lanzaron las hurras en la sede del PRO, el ex diputado nacional Jorge Valinotto encabezó la celebración en el local del Frente Cívico y la UCR se reunió en su histórico comité de circuito, con la ex jueza de Menores Cecilia Fernández al micrófono.

Por cierto, Fernández, que había asumido la conducción partidaria meses antes, aprovechó los vientos de la victoria para revolear una factura a propios y extraños: “Por primera vez en mucho tiempo, hemos tenido fiscales y fiscales generales en todas las escuelas de la ciudad y en todas las mesas. Es un verdadero orgullo”, dijo a los medios, zamarreando a quienes la antecedieron en la conducción partidaria y sabiendo perfectamente que los otros integrantes de la alianza no cuentan con la estructura necesaria para llevar adelante semejante control de un acto electoral.

Desde aquellos instantes de efervescencia nada cambió para mejor en la relación entre los aliancistas. Capitani, que lleva 60 días empapelando la ciudad sin que se sepa en qué mes del año próximo serán las elecciones, repite que se prepara para ser intendente. Por más que no levanta en las encuestas, su enemistad manifiesta con Juez permite suponer que en la cabecera del Departamento San Martín el PRO y el Frente Cívico difícilmente vayan a tener candidatos en una misma boleta.

Es que el senador nacional acusó al integrante de la Unicameral de ser partícipe necesario en lo que consideró “un negociado” para la legalización del juego on line en la provincia, ya que el villamariense fue uno de los firmantes del proyecto que votó el oficialismo para consagrar la llamada “Ley Angelici”.

En política, todo golpe provoca un contragolpe. “Luis Juez nos maltrató, nos hizo acusaciones de características violentas. No lo voy a permitir. Se la da de paladín de la verdad, de hombre honesto. No es que ignora la realidad en función de lo que dice: miente por tener dos minutos de fama en televisión y, si es en medios nacionales, mejor. Abusa de su lengua larga y nos acusa de corruptos con cero argumentos. Mientras dice esas barbaridades, vive en un country con un sueldo de legislador nacional… Es un vulgar, un mediocre, un chanta…”, respondió Capitani.

Plan V

¿Se vuelve de semejante situación? Parece cuanto menos complicado. Por ahora, en el FC de Villa María no quieren saber nada con el candidato del PRO. Valinotto evalúa con quién saldrá “a la cancha” para disputarle el escenario. Su delfín en las anteriores municipales, Juan Zazzetti, tiene un buen piso en las encuestas, pero estuvo al frente del PAMI Córdoba durante la gestión presidencial de Mauricio Macri y desde allí entabló una relación más que fluida con el PRO, al punto que algunos juecistas lo dieron por perdido. ¿Pondrá sobre la mesa el nombre de su concejal Gisele Machicado? ¿Se decantará por el hacedor de Cáritas David Ruiz? ¿Apelará a una negociación con el referente de la economía solidaria Miguel Olaviaga?

Valinotto y Olaviaga llegaron a participar en distintas internas del radicalismo en la que no les fue bien (el primero perdió con quien sería intendente, Miguel Veglia, y el segundo con José Sánchez, que fue derrotado por escaso margen por Nora Bedano). Pero desde esa incursión del mutualista en la puja partidaria, su Grupo de Empresas Sociales de Trabajo Asociado no ha parado de crecer, al punto de haber adquirido recientemente la mole del HiperLibertad, a la vera de la ruta 158, para mudar allí las once entidades que nuclea, entre ellas una proveeduría, una obra social, una farmacia, un canal de televisión, una radio... Y lo cierto es que un sector de la UCR, el alfonsinismo, fundamentalmente, lo ve con buenos ojos.

Claro que la ex jueza Fernández no asumió la presidencia del partido en el distrito porque sí. Su aspiración de convertirse en candidata salta a la vista cuando se la escucha en sus intervenciones públicas, como en el acto que se realiza cada año a finales de febrero ante la tumba de Amadeo Sabattini, en el Cementerio La Piedad, o en la presentación reciente de Mario Negri en la casa partidaria (a la que, por ciento, solo asistieron radicales).

El PRO local tiene el arrastre de “la ola amarilla nacional” sea con Mauricio Macri, con Horacio Rodríguez Larreta, con Patricia Bullrich, con María Eugenia Vidal…; el Frente Cívico cuenta con la reciente, contundente y resonante victoria de Juez en la ciudad, y el radicalismo posee mucha experiencia de gestión y un fuerte aparato partidario. Todo ello representa un activo importante para enfrentar la arrolladora máquina en que se convirtió el Partido Justicialista en los últimos 20 años, cuando los movimientos actuales señalan que marchará unido y encolumnado dentro de Hacemos por Córdoba a la puja por el ex Place Hotel.

Pero el capital político de Juntos por el Cambio puede quedarse corto en términos electorales si cada uno de sus integrantes continúa avanzando por carriles separados.

Y más escaso va a resultar si Javier Milei, cuya fuerza ya realizó un acto en la ciudad, encuentra un candidato.