“El conurbano es picante”, suele ser el denominador común para caracterizar a esta zona del país. Y picante es la forma de rapear de “Brasita”. Ailén González, de 26 años, la mujer que representa a Brasita, es de Florencio Varela y, además de docente, es rapera. Hace freestyle o estilo libre, la disciplina del rap improvisado. Es competidora y cuenta con varias participaciones en “RedBull: Batalla de los Gallos”, la competencia más grande del país. Sus victorias y el tiempo que lleva en el movimiento la llevaron a ser reconocida como una pionera del freestyle femenino en Argentina.

- Ser mujer en el freestyle, ¿cómo te sentís en esa posición?

-Mirá, yo nunca me ví como una mujer en el freestyle, ni como la mujer que representa el freestyle femenino. Nunca acepté esas etiquetas.

- ¿Por qué decidiste no asumir ese rol?

- Porque me crie en un círculo de varones que me tomaron como una más, me abrieron las mismas puertas que al resto. Me sentí muy contenida.

- ¿Cómo te definirías?

- Como artista, ni siquiera como rapera o freestyler, porque me gusta todo tipo de arte, no sólo el verbal. Practiqué break dance, hago graffiti.

- Entonces, ¿por qué te encasillaron como una de las referentes del freestyle femenino?

- Me fui dando cuenta que tenía que hacerme un poco responsable de esa etiqueta, porque otras chicas me veían así más allá de lo que yo pensará sobre mí.  Hay muchas chicas jóvenes que me dijeron “no me animo”, “me gustaría ser como vos”, entonces yo tomé esa bandera. Siempre desde la responsabilidad y nunca desde el alardeo.

- ¿Cuál es esa responsabilidad? 

- Ser una piba sincera, que tiene actitud, que no se va a callar ante nadie, que va a rechazar propuestas si van en contra de mis ideales. Alguien que quiere ver crecer al resto en serio. Cuando me acerco a alguien no lo hago como “soy Brasita”, sino que voy y le digo que me re gusta lo que hace y que puede contar conmigo.

“¿Sabes por qué hay mujeres en el evento? Se sienten como yo, porque yo las represento”, rimó Brasita en la primera ronda de la final nacional de “Red Bull: Batalla de los Gallos”.  Cabellos colorados, ropa holgada y una mirada que no teme en variar de calmada a desafiante con el correr de la charla vuelven característica a Brasa, como le dicen otros raperos.

- ¿Cuándo nació Brasita?

- Comencé en el freestyle a los 16 años, durante 2012, un amigo de la secundaria me lo presentó. Empecé yendo como espectadora, después, como los chicos confiaban en mi criterio, me senté algunas veces de jurada y luego de un tiempo me animé a rapear.

- ¿En qué competencia empezaste?

- Mis primeros frees me los tiré en Lomas de Zamora, en “Lo Mas Under”, pero casi siempre estábamos en Florencio Varela. 

En 2021, Defensa y Justicia, equipo de Florencio Varela, se consagró campeón de la Copa Sudamericana y capturó la agenda argentina, eternamente ocupada por equipos más grandes. Ese mismo año, Brasita consiguió su segunda clasificación a “RedBull: Batalla de los Gallos” y ocupó la agenda del freestyle nacional. En Varela hay una manía por lograr grandes cosas.

- ¿Qué es Florencio Varela para vos?

-Florencio Varela es el lugar que me vio crecer y me dio todo lo que soy. Estudié, hice natación, hice kickboxing, mi recibí, mi hija va al colegio acá en Varela. Florencio Varela es parte de mí, así como también el equipo de fútbol, Defensa y Justicia.

- Me hablaste de tu hija, ¿cómo es tu familia? ¿Cómo te criaste?

-Soy una chica de barrio, me crie con mucho amor. Tengo dos familias, una tiene las costumbres del barrio, juntarnos a comer los fines de semana, dejar a los chicos jugar en el barro. La otra es un poco más estricta, la mayoría de mis primas son todas graduadas, me inculcaron la cultura del estudio y del esfuerzo.

- ¿Cómo influyó su crianza en vos?

-Yo soy una mezcla entre las dos partes, una chica de barrio con estudios, que busca progresar, que no se olvida de los códigos de la calle. Caminé la calle mucho tiempo, pasé cosas lindas, otras cosas no tan lindas, pero siempre valoro que mi familia estuvo ahí a pesar de habérmelas mandado.

Alguien que no se olvida los códigos de la calle porque esos códigos de la calle parecen ser el único idioma que se habla dentro de las batallas de freestyle. A veces, esos códigos se rompen y se recurre a rimas machistas, xenófobas.

- ¿Cómo te llevas con el machismo en el freestyle?

-Nunca sufrí el machismo fuera de las batallas, obviamente si a la hora de competir, pero es algo que ya sabía que era parte del juego. Yo incluso he sido machista compitiendo, porque las realidades eran muy distintas, yo me tuve que deconstruir mucho.

Rimas que van al hueso, una mirada y postura desafiante, nadie quiere pisar una brasa cuando está caliente.

- ¿Cuáles fueron tus referencias para forjar tu estilo?

-Mucho rap chileno, rap yanqui, rimas que expresen la realidad tal y como es, me gusta el rap hardcore y crudo.

Brasita cuenta que ve al freestyle como una disciplina; ella rapea sin tomárselo como un deporte, aunque confiesa haber entrenado mucho tiempo.

- ¿Cómo te llevás con este freestyle repleto de estímulos, escenarios, luces?

- Soy consciente que hay mucho público de freestyle que ni siquiera escucha rap, así que diferencio el freestyle que se hace en los escenarios del que se hace en la plaza.

Haciendo futurología, Brasita piensa que las competencias van a tender al aumento en los estímulos (palabras, imágenes).

- Estábamos hablando del futuro, ¿qué ves para tu carrera?

- No sabría decirte porque está en construcción todavía. Tengo muchas ganas de llevar a cabo un proyecto musical que por falta de recursos no pude. No podría hablarte de un futuro porque no quiero limitar lo que hago, quiero hacer la mayor cantidad de cosas posibles y que la gente se sienta representada por lo que hago.