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#DeporteYPolítica
Cambio de frente
Foto: Juan Cavagliatto, presidente de Instituto, suena para dar el salto a la cancha grande de la política.
Los recientes logros del deporte cordobés no pasan inadvertidos para quienes sondean imagen positivae intención de voto, o procuran hacerle un refresh a sus ofertas electorales. Juan Cavagliatto, el presidente de Instituto, es el dirigente que hoy más suena para dar el salto a la cancha grande.
Publicada el en Crónicas

La final por la presidencia nacional del 22 de noviembre de 2015, quizá una de las más opacas de la historia argentina, concluyó con una reñida victoria de Mauricio Macri sobre Daniel Scioli. Casi por penales.

Como jugadores de la política, Menem (Carlos Saúl) los hizo a ambos, en tiempos de ‘pizza con champán’. Aunque entre ellos ya existían algunos otros puntos en común: el nacimiento en cuna de oro, la ‘chapa’ de empresarios y el hecho de haber logrado popularidad a través del deporte.

Scioli había demostrado velocidad en la motonáutica antes de navegar por aguas más turbulentas. En el caso de Macri, los logros deportivos de Boca le permitieron jactarse de haber embocado alguna pelota en el arco, tras una larga sucesión de pifias como desangelado ariete de los negocios paternos.

Macri y Scioli no fueron los primeros, ni tampoco resultaron los últimos, en cruzar esa delgada y difusa línea que separa al deporte de la política. Los cambios de frente, con la consecuente superposición entre lo que sucede en una cancha, una banca o un despacho, son cada vez más habituales. Ya casi no sorprenden. A esta altura del partido, el entrecruzamiento de intereses es más indescifrable que una gambeta de Lionel Messi. Y eso no es poca cosa.

Libro de pases

Cada vez son más los habitués de las páginas deportivas que se animan a probar suerte en la cancha grande, donde hace rato hay más tiki-tiki que jugadas inolvidables. Algunos, tentados por el propio afán de sostenerse en las marquesinas. Otros, seducidos por la necesidad ajena de hacerle un refresh a la oferta electoral apelando al viejo truco de la cara conocida.

Y si de popularidad se trata, nada más popular que el deporte. El ex referí Héctor Baldassi (actual diputado nacional), el fallecido golfista Eduardo ‘Gato’ Romero (ex alcalde de Villa Allende) y el titular de Atenas Felipe Lábaque (vice intendente en la última gestión de ‘Ramoncito’ Mestre) son los botones de muestra del PRO cordobés.

En la vereda del frente no se quedan atrás. Héctor Oscar Campana, el goleador histórico de la Liga Nacional de Básquetbol que debutó políticamente en el Team Luis Juez y luego se puso la camiseta del cordobesismo, es el caso testigo en el oficialismo provincial. Ganador de una decena de títulos con Atenas y tres veces mundialista con la Selección Argentina, “Pichi” se desempeña como presidente de la Agencia Córdoba Deportes, donde reconoce sentirse “como pez en el agua”, pero antes jugó como vicegobernador, concejal, candidato a intendente y legislador. A principios de año proclamó su vocación de ir otra vez por la intendencia. 

Por el máximo cargo de la dependencia que funciona en el Estadio Kempes y que oficia como símil Ministerio, también pasaron Horacio Manzur, vicepresidente de Talleres en los ’90; Emeterio Farías, extitular del club Escuela Presidente Roca y hombre fuerte de la Liga Cordobesa de Fútbol; Oscar Dertycia, otrora delantero de Instituto y del seleccionado argentino; Medardo “Lomo” Ligorria, recordado pivote de Atenas y actual secretario de Deportes del municipio capitalino; y el ex tenista Agustín Calleri.

El riocuartense, varias veces integrante del equipo nacional de Copa Davis y también exdiputado nacional, hoy juega un partido de dobles. Ejerce en simultáneo la titularidad de la Asociación Argentina de Tenis y de la Secretaría de Deportes de Río Cuarto, cargo desde el que ya pelotea para entrar en calor, pensando en la sucesión del intendente Juan Manuel Llamosas.

Pisan la pelota

“La política nunca me gustó”, afirma Felipe Lábaque. El mandamás de Atenas atribuye su paso por la función pública a un compromiso personal con Macri, quien antes de los comicios de 2019 intentó ungirlo como postulante a ‘Lord Mayor’. En el peor momento del ‘Griego’ en la Liga Nacional de Básquetbol, con una campaña que lo pone por tercera vez al borde del descenso, el dirigente admite que su estadía en el Palacio 6 de Julio le hizo descuidar el día a día del club de barrio General Bustos.

Andrés Fassi también parece tener en claro cuál es su hábitat natural. “No me veo en ese escenario”, señala al hablar de una posible incursión política. A diferencia de su par ateniense, el presidente de Talleres no necesitó vivirlo para poder contarlo: “Me lo ofrecieron muchas veces, pero tengo muy definida mi pasión y también el rumbo hacia donde quiero ir”.

Hace rato que el ex preparador físico, que amasó fama y fortuna como accionista del mejicano Grupo Pachuca, figura en el radar de los encuestadores. Su estadía en barrio Jardín, que en diciembre pasado cumplió ocho años, no pasa inadvertida para quienes evalúan gestión y miden imagen e intención de voto. “La verdad es que me veo haciendo cosas en el mundo de fútbol, hoy tratando de seguir haciendo crecer a Talleres y también de llevar adelante un gran proyecto en Europa”, subraya.

Fassi, quien prepara su desembarco como dueño de un club de la Segunda División española, no oculta su simpatía por la coalición que lidera Macri, donde tiene algunos buenos amigos. Entre ellos sobresale Gustavo Santos, quien encabeza la lista de los asambleístas de la actual conducción de la “T”.

Los que siguen de cerca la jugada prelectoral aseguran que el ex ministro de Turismo fue uno de los que, una vez confirmado que Juez y Rodrigo De Loredo jugarían en tándem, sondeó al capo de la “T” para alentarlo a disputar, como candidato extrapartidario, la sucesión de Martín Llaryora.

Con menos experiencia dirigencial que Fassi pero no pocos logros para mostrar, Luis Fabián Artime hace camino al andar como presidente de Belgrano. “Yo entré a la política del club para tratar de devolverle algo de lo que me había dado. No tengo aspiraciones a otro nivel; ni municipales, ni provinciales, ni nacionales”, dice ‘el Luifa’, cuyo equipo reúne a varios jugadores de la política local, alineados de uno y otro lado de la grieta. 

Otro mandamás celeste, el titular de Estudiantes de Río Cuarto Alicio Dagatti, no parece tan tajante como su par belgranense. El empresario ya tuvo un coqueteo con la función pública hace varios años, cuando integró la lista de concejales del candidato del Vecinalismo Independiente Jorge Méndez, aunque hoy exhibe buena sintonía con  Llamosas, el hombre de ‘Hacemos por Córdoba’ en el Imperio del Sur. El resurgimiento del ‘León’, como apodan al club que actualmente milita en la Primera Nacional, la segunda categoría del fútbol argentino, le dio a Dagatti visibilidad y reconocimiento. No obstante, el hombre parece más cómodo entre bambalinas y no intentaría anular el saque de Calleri.

No hay dos sin tres

En el ámbito nacional son varios los dirigentes del fútbol que pasaron a jugar en la cancha grande de la política. Entre los actuales sobresale Sergio Massa, otrora presidente de Tigre y actual ‘superministro’ del Gobierno nacional. En este grupo también figuran Matías Lammens, el ex pope de San Lorenzo que ocupa el Ministerio de Turismo y Deporte de la Nación; Nicolás Russo, varias veces capo de Lanús, secretario ejecutivo de la AFA y diputado bonaerense por el ‘Frente de Todos’; y Mario Leito, máxima autoridad de Atlético Tucumán y diputado nacional por el oficialismo.

En amagues quedó Marcelo Tinelli, el conductor televisivo, empresario de medios y ex presidente de San Lorenzo de Almagro, al que el mundo del fútbol hoy parece haberle dicho ‘chau, chau, chau’. 

Otro fallido émulo de Macri -al menos por el momento-es Rodolfo D’Onofrio, ex titular de River. “Estoy casi convencido de que me voy a dedicar a la política, porque me quiero seguir comprometiendo con la sociedad. No todos tenemos vocación, pero aquellos que sí, debemos estar en un club, en una sociedad de fomento, o en la política”, expresó. A días de dejar el club ‘millonario’, en diciembre de 2021, D’Onofrio adelantó que jugaría por derecha (“Tengo coincidencias con Facundo Manes, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich”, dijo), pero hasta el momento se mantiene fuera de la cancha. Menem (Zulemita) lo hizo.

En Córdoba, mientras Fassi y Artime toman prudente distancia, otro dirigente deportivo con fama de buen gestor asoma en el radar de la política: Juan Manuel Cavagliatto. El presidente de Instituto ha ganado espacios en la consideración de propios y ajenos, sobre todo luego del doblete de ‘la Gloria’ en 2022: el ascenso en el fútbol y el campeonato en el básquetbol.

Cada vez más cercano a Claudio ‘Chiqui’ Tapia, el presidente de la AFA, Cavagliatto también ha hecho buenas migas con Martín Llaryora, el aspirante del peronismo al próximo mandato en ‘El Panal’. Con el sanfrancisqueño compartieron escenario -ambos como disertantes- en un acto que se llevó a cabo en noviembre de 2021 en el Sindicato de Camioneros.

La referencia no es arbitraria: Edgar Eladio Luján, secretario general de la delegación cordobesa del gremio de los Moyano, es la pieza clave del puzzle que lo muestra a Cavagliatto al lado de Tapia y cerca de Llaryora. Aunque la intención del mandamás albirrojo hoy estaría más cercana a la idea de afianzar su posición en la AFA, como integrante de su selecto Comité Ejecutivo, nadie puede asegurar cuál sería su respuesta ante un eventual ofrecimiento para ocupar el despacho de Campana en la Agencia Córdoba Deportes. Cualquiera de las dos opciones podría dejarle el camino liberado al “Titan” Luján, quien el 28 de agosto pasado blanqueó su participación en Instituto asumiendo el cargo de vicepresidente 2°.

Cavagliatto no es el primer presidente de Instituto que el cordobesismo tiene en la mira. En la antesala de los comicios de 2011, antes de bendecir a Campana como candidato a intendente, el fallecido exgobernador José Manuel De la Sota tentó a Juan Carlos Barrera, el empresario con pasado de futbolista que llegó al club de Alta Córdoba como mecenas en 2008 y se terminó yendo por la ventana cinco años después.

Hugo Caric
- Periodista -